Sin anillo no hay dinero | A-R-M-Y & Chanchan

17

— ¡Quiero un caballo! —exigió la loca por décima cuarta vez.

 No han pasado ni 12 horas desde que la traje al hotel, esa enfermedad en vez de ponerla loca a ella, me pone loco a mí. 

 Me encontraba limpiando su desorden, las mucamas por alguna razón no estaban, así que obviamente debía hacerlo yo. Esta convivencia y "amistad" con T/N es desagradable pero, no soy tan cruel como para dejarla a su suerte allá afuera. Sin embargo, yo dormiré en la cama y ella en el cómodo suelo. Es lo más justo, yo soy la mano que le dará de comer hasta que mejoré.

— ¿Por qué no me hablas? —dijo— No soy mala persona.

— Eso aún no lo sé.

— ¿Cómo vas a saberlo si ni siquiera me hablas?

 Dejé lo que estaba haciendo, tenía razón. Cómo lo sabría, en ningún momento le he preguntado algo importante para así conocer lo que hay en su corazón... He conservado tantas cosas malas en mi cabeza que carezco de simpatía. Una amiga no me haría daño, nunca había estado con una chica de esta manera, por lo normal íbamos al grano ya sea "romántica" y bueno... Ya se sobreentiende lo otro a lo que me refiero. 

 Lavé mis manos y me dirigí a la cama donde estaba ella sentada. La primera vez que la conocí recuerdo perfectamente que me había parecido hermosa y~ todavía pienso lo mismo.

— ¿Te gusta la música? —pregunté. Qué mejor manera hay de conocer a una persona cuando está enferma y habla sin pensar.

— Sí ¿Y a ti? —sonreí por eso.

— También. ¿Cuál es tu lugar favorito de Seúl? 

— ¡Mi casa!

— ¿Tu casa?

— Sí~ es grande, acogedora y... ¡Y hay televisión, no como aquí! 

— ¿Quieres ver televisión? —asintió— Bueno, la sacaré —me levanté y fui al closet donde lo tenía guardado.

 Lo ordené como pude y la encendí, sonreí por ver que lo había hecho muy bien. Cuando me giré a verla, estaba completamente dormida... Genial ¡¿Entonces para qué puse la televisión?! 

No.

¿Por qué en primer lugar decidí sacarlo? 

 

[...]

 

 La mañana llegó, terminé durmiendo en el suelo y ella en la cama. Que desgracia ¿Qué sigue? ¿Dejarle toda mi fortuna? Imposible. Me fui a dar una ducha para luego vestirme y bajar a lobby a esperar las medicinas que ordené y un caldo de pollo.

 Al cabo de media hora tenía todo en mis manos y caminaba a la habitación pero, mi mejor amigo (y único ahora que lo pienso) estaba apunto de entrar. ¡No podía dejar que se encontrara con T/N! ¿Qué pensará de mí? Porque si yo estuviera en su lugar, pensaría muchas cosas...

— ¡Namjoon-ah! —grité y él se giró y comenzó a caminar a mi dirección con su característica sonrisa. 

— Hyung, creí que estaba dormido... ¡No puede ser! —puso cara de asombro, ya sé a lo que iba— Son las ocho de la mañana ¡¿Y tú despierto?! —agarró mi cara con ambas manos— Imposible, estás enfermo —miró mis bolsas—... Ah~ sí estás enfermo, yo solo estaba bromeando ¿Qué tienes?

— Ehm...

 Pensar, pensar...

— Diarrea.

— ¿Diarrea? —alzó su ceja y yo asentí— el caldo de pollo no te ayudará —sonrió—. Vamos, te ayudo —intentó tomar las bolsas y yo me negué.

— La verdad me siento mal y quiero llegar directo al baño... Solo.

— Oh, está bien. Te llamo en la noche ¿Sí? 

 Nos despedimos, me dediqué a entrar luego de unos segundos y ordenar todo.

— Oye, niña. Ya llegué —la moví—, despierta, debes de comer... ¿Niña? —seguía moviendo— Oye...—quité la sábana y no podía creer lo que veía.

Almohadas ordenadas ¡NO ESTABA! 

— Mier... ¡¿A dónde habrá ido?!

 Salí a las 7:30 y son las 8:05 así que no está muy lejos ¡No puede salir a sol!

 Sin más, recolecté la poca energía que tenía para iniciar a correr. Ignoré el ascensor y baje los cinco pisos por las escaleras de emergencia. Al llegar me encontré con Namjoon sentado en un cojín... Que conversaba con T/N tranquilamente.

 Una escena que por algún motivo y razón del universo me molestaba...




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