Sin anillo no hay dinero | A-R-M-Y & Chanchan

29

— ¿Con quién quieres ir, T/N? —preguntaron los dos.

 Me sacaron de mis pensamientos para hacer que mi piel se erizara y me congelara. La mirada fría de Yoongi me consumía y la narcisista de Jimin me ponía nerviosa. 

¡¿En serio me merezco tanto esto para que nadie me salve?!

— ¿Yo estoy pintado aquí o qué? —expresó Namjoon viéndonos a los tres— Es una falta de respeto lo que están haciendo —dijo refiriéndose a Yoongi y Park. Se levantó y tomó mi mano levemente—. Por si no lo saben, estaba en una cita con T/N, así que~ si nos disculpan...

 Intentamos salir pero, Jimin tomó mi otra mano.

— Solo una cosa antes de que sigan con lo suyo —miró a Nam y luego a mí—. No respondiste nuestra pregunta, y si no lo haces, no te soltaré.

— ¿No la soltarás? —frunció el ceño, Nam. Se alejó un poco de mí para acercarse a Park Jimin... Su diferencias de promedio eran un tanto graciosas pero, no estaba en las mejores condiciones para burlarme como se debe.

— ¿Qué me harás? —bufó— ¿Golpearme? No, no, no, ya sé —sonreía sarcástico—. Me mandarás a matar como lo intentaste con tu hermano.

 Un puñetazo bastó para que éste cayera al suelo. Jimin se levantó hecho furia para golpearlo también, era un caos total. Las personas en vez de ayudar, al ver sus caras lo único que hicieron fue grabar y reírse. Yoongi era uno de esos, disfrutaba tanto la escena con una mirada tan perturbadora que me daban nauseas. 

 Nadie hacía nada, así que yo debía ser esa persona que los separa. Pero, cuando iba a hacerlo, Yoongi me agarró del brazo.

— ¿Qué vas a hacer? 

— Lo que tú no harás —contesté y me zafé de su agarre; sin embargo, éste me volvió a pescar— ¿Qué, Min? ¡¿No ves que pueden matarse?!

 Sonrió levemente.

— Eso es lo que quiero, no lo arruines. 

 Me hervió la sangre y lo empujé. Corrí hacia los chicos, intentando alejarlos, aunque parecía que no me sintieran.

 Cosa que no tardó mucho porque mi nariz ardía y un liquido pasaba por mi boca, goteando en el suelo. La gente por arte de magia dejaron sus teléfonos, para quedar en shock viéndome. No entendía nada hasta que miré el piso para detallar y encontrarme con el horroroso panorama de sangre.

Mi sangre.

— T-T/N...—balbuceaban Namjoon y Jimin.

— ¡¿Quién fue?! —gritó Yoongi.

 Todas las mirada y dedos señalaban a una persona.

— ¡Eres un hijo de...! —exclamó Jimin procurando volver a la pelea.

— ¡¡Paren ya!! —chillé.

— Hay que ir a un hospital —decía Yoongi aproximándose. 

— Yo la llevo —interrumpió Jimin.

— Yo propuse y dispondré, así que no te dejaré —defendió.

— Basta —miré al ojos gatunos—, iré con Park... No solo al hospital, sino, también a la cena.

 Sentencié y salimos del lugar para subir a su auto. El transcurso al hospital fue un tanto incomodo, más porque Jimin tenía una sonrisa dibujada en su rostro, era extraño.

 Al llegar, un doctor nos atendió pero más a mí. No era tan grave, fue solo un codazo que irritó mi nariz.

— La nariz contiene una gran cantidad de vasos sanguíneos diminutos que sangran fácilmente. El aire que se mueve a través de la nariz puede secar e irritar las membranas que recubren su interior, solo no intentes oler cosas fuertes ni someterte a lugares con climas que no puedas soportar, gracias al cielo no pasó a mayores —sonrió—. Eso sería todo, vuelva a casa.

— Gracias —hice una reverencia mínima para no inclinarme por mi sangrado. Salí y ahí estaba Jimin sentado un tanto ansioso, me miró y se levantó rápidamente para venir hacia mí— ¿Todo bien contigo?

— Sí ¿Y contigo? ¿Qué te dijo el médico? ¿Es grave? ¿Necesitas un tratamiento? Porque si es así, yo pago todo.

 Reí un poco.

— No te preocupes, no fue grave ¿Me llevas a casa, por favor? —él asintió y cuando subimos le expliqué todo.

— Oh~ ya veo —sonrió—. Creí que desvió tu tabique o rompió algo, Kim Namjoon tiene fama del dios de la destrucción.

— ¿En serio? 

— Sí, en varios programas y lugares rompe algo. Por suerte tiene mucho dinero y paga los daños —se burló.

 Me limité a solo asentir, miraba el camino y quería llorar. Estaba empezando a creer que tener a estos chicos cerca no era buena idea... A parte de que todos ocultan una sombra, están vinculados de una u otra forma. 

— ¿Pasa algo? —preguntó.

— ¿Ah? No, nada.

 Apretó sus labios mientras asentía, ahora el silencio era horrible, quería bajar el vidrio o saltar del auto. No sé porque acepté estar con Jimin si se suponía que estaba eliminado de la lista.

— ¿Te puedo preguntar algo? —musitó sin dejar de ver el camino.

— Sí.

— Aquel día donde los chicos discutían, tú te fuiste y subiste a una camioneta... ¿Quién era? 

 Mi respiración se entrecortaba ¡Creí que nadie lo había notado!... Rayos, es cierto, Jimin me sostenía de las manos ¡Obvio que lo notaría, y más porque le gusto!

— Ehm... Era mi padre.

— Mmmh, ya veo.

 Detuvo el auto, arribamos a mi casa.

— T/N, sé que no era tu padre —me miró fijamente—. Pero tranquila, no persistiré, solo quiero que te quede claro que no nací ayer.

 No pude ocultar mi expresión de miedo ¡¿Me advertía de él mismo?! Dios, ayúdame, quisiera regresar el tiempo y negarle la propuesta a mis padres; al fin y al cabo, no me habían obligado del todo.

— ¿Disculpa? —hable firmemente— Te recuerdo tu posición aquí, Park Jimin, no eres nadie para tener que darte explicaciones, ese auto es de mi padre.

— ¿Si no soy nadie entonces porque aceptaste ir conmigo a la cena? —debatió.

— No me encontraba en mis cinco sentidos por el golpe, actué sin pensar.

 Soltó unas carcajadas roncas y se arregostó en el asiento con su tonta sonrisa.

— Ay, T/N —giró su cabeza en dirección a mí—. Pronto querrás ser tú quien me de todas las explicaciones del mundo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.