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Dos días pasaron rápidamente, hoy me reuniría con YoonGi para saber toda la verdad acerca de su pasado con Jungkook; a decir verdad, a ambos les he tomado cariño, son grandes personas, aunque aveces suelen ser algo arrogantes.

Me vestí naturalmente, puesto que sabía no iba a ser un día tan alegre para él. El ambiente era algo frío, así que... Cuando llegué, traté de buscarlo con la mirada, no parecía estar por ningún lado, tal como lo esperaba, seguramente se había quedado dormido o algo así por el estilo. Tomé asiento en una de las bancas y decidí entrar a las redes sociales, varios artículos circulaban en estas, una en especial llamó mi atención que se trataba de mis padres, ahora que lo recuerdo fueron a una cena en Busan, en la foto no parecían tan "necesitados" de dinero como decían, así que, inmediatamente, mi mente recordó lo que Jimin había dicho:

"La hija de los dueños de la empresa más famosa debe ir conmigo."

Ladeé mi cabeza con brusquedad y seguí leyendo, al parecer nadie sabía de la bancarrota, aunque algo se me hacía raro.

— ¿Llego tarde? —interrumpió mis pensamientos su voz.

Negué con la cabeza apagando posteriormente mi móvil, el tomó asiento a mi lado y posó su vista en sus manos. Por alguna razón, el ambiente se tensó, estoy segura que lo que tiene que decirme es algo difícil para él, puesto que está demasiado callado y triste.

— Comencemos —dijo y suspiró para finalmente mirarme a los ojos—, hiciste una promesa, así que serás igual de sincera conmigo... Todo empezó cuando Jungkook tenía 15 años... Él...

Años atrás...

Los chicos jugaban con aquel balón de deportes, los tres amigos eran muy buenos en el fútbol, pero a pesar de eso no lo presumían. El mayor de los tres decidió volver a casa y el mediano lo siguió, quedando solo aquel pequeño de 15 años. Se sentó en la cancha y observó detenidamente el balón que tenía en frente, a lo lejos observó la silueta de un chico, y una sonrisa se formó en su rostro, se puso de pie, limpió su ropa y acomodó su pelo, para después ir a su encuentro.

— YoonGi-hyung —gritó llamando la atención de su mayor—, ¿Cómo estás YoonGi-hyung?

— No me ha pasado nada desde ayer que nos vimos —una sonrisa se formó en su rostro, Jungkook solía ser demasiado dramático en algunas ocasiones.

— Lo sé, pero cuando tu Hyung le habló, te pusiste algo triste ¿Tienes problemas con él?

 YoonGi lo miró de reojo, por lo general, él no haría esa clase de preguntas, optó una postura seria , el chico sabía que cuando se silenciaba era porque tenía algo que decir, lo conocía desde hace mucho tiempo, era algo evidente y común en él.

— Platícame, ¿Qué es lo que pasa? —su voz era firme y fuerte.

 Jungkook tragó saliva, subió a aquella barda y centró su mirada en dirección a sus manos.

— Lo que pasa es que, hace poco conocí a alguien —dudaba que fuera buena idea contarle.

— ¿Una chica? —la mirada de Jungkook cambió drásticamente, pero de igual manera asintió.

— Es muy buena, y debo admitir que ella me gusta, se lo dije a mis amigos, Jimin insiste en querer conocerla, la verdad es que me insiste mucho, y en parte tengo algo de miedo...

 YoonGi asintió, parecía tener sentido lo que su “amigo” decía, así que simplemente lo miró, no confiaba demasiado en los amigos que éste tenía, si quería ayudar, debía ser completamente sincero con él, sin importar que tan cruel fuera.

— Te seré sincero, no confíes mucho en Park Jimin, puede ser una gran persona, pero él no conoce la humildad, cuando quiere algo, lo consigue a como dé lugar.

 Los ojos de aquel chico se abrieron enormemente y bajó de aquel lugar para encararlo, su diferencia de estatura no era mucha, así que no le temía.

— ¡Quién te crees que eres para decir semejante cosa!, ¡Tú no eres nadie para decirme lo que tengo que hacer o en quien confiar!, ¡¿Acaso sé que puedo confiar en tí plenamente?!

— ¡Solo estoy diciendo lo que yo creo correcto! No era necesario que te molestaras...

— Vete, no quiero verte nunca más ¡Vete! —el chico lo empujó, haciendo que su mayor cayera a el suelo y se cortara con uno de los metales.

— Ya veo que, mi estancia en tu vida fue solo porque te sentías solo, pero ahora te sientes acompañado. Solo te diré algo, será la última vez en tu vida en la que me verás, no volveré a tentarme el corazón para ayudarte, ni siquiera cuando tus amigos te dejen solo de nuevo, simplemente, desapareceré de tu vida, tal cual lo deseas.

 Se puso de pie, su brazo sangraba, pero eso, parecía importarle muy poco, al igual que a Jungkook. Limpió su ropa y se alejó de el lugar, Jungkook se sentía mal, pero no podía permitir que YoonGi arruinara lo que con tanto tiempo había construido al lado de Park y Jung.

Con YoonGi...

El chico entró en aquella enorme casa, dejó las llaves sobre la mesa, en la sala claramente, se escuchaban los gritos de su madre y los de su hermano mayor, como todos los días, Demian solía pelear con ella.

Un gimoteo en parte llamó su atención, así que fue a ver lo que pasaba. YoonGi lo llamó con las manos, él asintió y fue hacía él, su apariencia física era la de un niño de 13 años, pero tenía 15, a pesar de eso, solía ser demasiado sensible. Con ayuda de su hermano, subió y entraron en su recámara.

— ¿Qué pasó? ¿He hecho algo malo? Te juro que no he tomado las llaves de tu moto —alzó sus brazos.

— No, tranquilo, está bien, no es algo que tenga que ver contigo...

— ¿Qué te pasó en el brazo? —preguntó para después, retirar la manga de la playera y observar la herida que éste tenía—, ¿Has peleado con alguien Hyung?