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 La mañana llegó rápidamente. Desperté y los brazos de Namjoon me envolvían, me sentía algo incómoda así que me puse de pie con mucho cuidado de no despertarlo; una vez logré tal azaña, fui en dirección a la cocina, busqué algo en la alacena, no parecía haber nada, solo fideos instantáneos. Fui a la recámara nuevamente y busqué algo de dinero, para mí mala suerte, todo estaba en la cartera que le aventé a mi padre. No sabía como sobrevivir, si no hacía algo, era posible que moriría de hambre.

 Busqué entre mi ropa y encontré algo, eran unos aretes de los más finos, se suponía que contenían rubíes y eran de oro, ahora debería encontrar un lugar donde me quisieran dar un buen precio.

 Salí sin hacer ruido, por lo que sabía, Namjoon se despertaría demasiado tarde, así que tenía tiempo de vender esto, conseguir dinero, despensa y cocinar. Gran estrategia. Si no fuera porque estaba en medio de la nada, y lo único que me ayudaba era el hecho de que había una pésima señal, caminé un buen tramo, hasta que encontré una tienda, era algo así como un mix, porque vendían ropa, despensa, cosméticos, todo lo necesario.

 Ingresé y el hombre detrás de él mostrador me miró con cara de “¿Qué se le ofrece?”, aventé los dos aretes frente a él.

— ¿Cuanto me daría por esto?

— No lo sé, en mi vida he visto varias cosas de gran valor, pero...—por la forma en la que hablaba parecía ser alguien de un estatus alto—, ¿Qué te parecen 300 ₩?

— ¿Está loco?, Esto por lo menos vale 100.000 ₩.

— Un precio racionable, pero no sé cómo has conseguido esto, así que te lo dejaré en 7000₩, ¿Aceptarías? Miré mi reloj, no soy fuerte, pero al menos sé hacer negocios.

— Los aceptaré si me regala dos mudas de ropa.

— Eres buena en los negocios, pero eso es gato por liebre.

— Eso o nada.

 El hombre me miró por unos segundos, ¡Maldita sea, no tengo su tiempo!

— Trato.

Volví a la casa de inmediato, fui al baño de la recámara y me cambié, tampoco era ropa de marca, puesto que el hombre no pensaba acceder a tanto, pero me bastaba con eso. En cuanto entré, comencé a preparar la comida, coloqué algunas cosas y lavé los ingredientes para después comenzar a picar.

Estaba por dejar el último plato cuando Namjoon despertó, tenía un aspecto horrible, casi me caigo del susto, pero decidí no molestarlo con eso.

— ¿Y esa ropa? —preguntó mientras se sentaba en la mesa.

— Vendí mis aretes, no es algo importante.

— No debiste vender eso, solo debiste decirme que necesitabas ropa.

— Lo vendí a un buen precio, no hay de que preocuparse.

 El claxon de un auto se escuchó afuera y después alguien abrió la puerta, dejando ver el rostro de Jin.

— No me mires a mí, Park insistió en que trajera la camioneta.

— ¿Acaso querías que metiera mi Porsche Panamera a este lugar tan asqueroso? —cuestionó mientras entraba como perro por su casa.

 Namjoon se acomodó el pelo y salió a el patio, yo hice lo mismo y ahí habían cuatro autos y una motocicleta, cabe destacar que YoonGi traía la suya en la camioneta de SeokJin.

— No creí que se pusieran de acuerdo para venir —dije sarcásticamente.

— En realidad, no había nada que hacer, así que, decidimos venir —Taehyung rascó su nuca.

— No sabes el escándalo de la capital, todo mundo habla de FOXHALL, tus padres están haciendo todo lo posible por desaparecer tus rastros —comentó Yoon.

— Incluso ya te dieron de baja en la universidad —aclaró Hoseok.

— Adiós, carrera —dije de forma dramática llamando la atención de los chicos—, ¿Pasa algo? ¿Tengo algo en la cara?

— Sobre eso.. .—Jungkook mordió su labio inferior— te conseguimos un nuevo instituto.

— Solo hay un pequeño problema.

— ¿Qué cosa? —pregunté algo confusa.

— Tendrás que renunciar a tu apellido.