Capítulo 18

Me quedé allí durante dos días.

Dos días en los que el chico necesitaba revisión.

Dos días en los que mi móvil no paraba de llenarse de mensajes y llamadas tanto de Chan como de Seungmin.


 

- ¿¡Se puede saber dónde estás!? – gritó Seungmin al otro lado de la línea.

Después de cuarenta y ocho horas, más treinta y dos llamadas, le cogí una:

- Eh...pues.

- ¡Casi llamo a la policía!

- ¡No! Mini, estoy bien, no seas tan exagerado.

- No soy exagerado, es que tú eres un desastre. ¡NOS TENÍAS MUY ASUSTADOS!

- Lo siento, lo siento – me apresuré a decir.

Me sentía muy mal por haber hecho que mis amigos....hermanos, lo hayan pasado mal estos dos días. Y por supuesto que entendía como de enfadados tenían que sentirse.

- ¿Qué ha pasado? ¿Por qué no nos has estado haciendo caso estos días?

- Eso....pues...

- ¡Habla Songi!

- Un amigo se puso enfermo y estoy con él en el hospital.

- ¿Qué amigo? Chani y yo somos tus únicos amigos cercanos.

- Si....bueno... - por alguna razón mi estúpida boca no me dejaba hablar correctamente.

- No me digas....¿¡estás hablando del niño vagabundo!?

- Le estaban pegando y lo dejaron inconsciente, no pude hacer otra cosa que llamar a la policía.

- Me estás diciendo que....¿Tú estabas presente en la pelea?

- Bueno...

- ¿¡Estabas presente!?

- Si, pero estoy bien, no me hicieron nada. En el último momento el chico se abalanzó sobre uno de ellos y yo golpeé a los otros dos.

- Songi....¡SONGI, TE VOY A MATAR! ¿¡Acaso no entendiste nada de lo que te dije!? ¿La discusión no sirvió para nada?

- Escúchame Mini, se que no te hace ninguna gracia.

- Ninguna. – me interrumpió, pero yo no le di importancia.

- El caso es que....¿cómo voy a dejarle en la calle y más aún herido? Es de ser humano el ayudar a los demás, ¿no? Tampoco creo que haya hecho nada malo.

- El problema no es que quieras ayudar a alguien, eso me parece perfecto, el problema es que te pones en peligro.

Tenía razón, para qué nos vamos a engañar.

- No se me ocurrió otra cosa en el momento en el que actué.

Le escuché suspirar pesadamente.

- Bueno, ya que le voy a hacer, pelearme contigo no servirá nada más que para tener un disgusto....al menos dime en qué hospital estás.

- En el del sur.

- Perfecto, vamos para allá.

Ni siquiera me dio tiempo para despedirme.

Colgué la llamada y noté algo.
 

Una mirada.

Yo estaba sentada en la silla enfrente de la cama de M, mientras miraba al suelo al hablar con Sungmin por telefono como si me estuviera regañando y yo tuviera la cabeza agachada.

Al levantar la vista, me encontré con el chico tumbado en mi dirección y mirándome fijamente con sus ojos.

- ¿Qué? – respondí algo molesta.

Él no dijo nada, solo se dio la vuelta.

<< Tsk, chico raro. Ni siquiera me agradece>> - pensé.

No estaba molesta con él, aunque lo pareciera, estaba molesta conmigo por darle tantos disgustos a los dos chicos que son mi familia.
 

- Señorita – me dijo un enfermero – siento pedirle esto pero ¿Minho se puede quedar con usted durante un periodo de tiempo?


 

Espera.... ¿qué?

¡Hasta aquí el capítulo de hoy!

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AUTORA DE: Kaori, la esfera mágica.

EDITORIAL: Ediciones Arcanas.

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