Los dias en el hospital no fueron tan duros como pensé, la presencia de Landon los convirtió en aceptables.
La Policía habia tomado mi declaración y habia extendido una orden de captura en contra de Josh, ya que cuando se le llamó a declarar, huyó como el maldito cobarde que era. Mi cuerpo estaba recuperando fuerzas y en poco tiempo me darian de alta.
Los padres de Landon me visitaban, en el fondo me sentia culpable por que todo lo que estaba pasando era mi culpa, desde un inicio debi romper con toda relación con Josh.
Cerré los ojos para sumirme en un sueño profundo, queria estar descansada para cuando mi esposo viniera a visitarme.
Landon
—¡Espera! —me giré y ella estaba ahi, de pie frente a mi con su ceño fruncido, su cabello revuelto por el viento, mordiendo su labio inferior con ahinco
—¿Qué sucede? —ella se abrazo asi misma y desvio la mirada
—Te extraño —su voz fue un susurro lastimoso —por favor —me miró a los ojos, avanzó un paso hacia mi pero yo di otro hacia atrás —Landon
Negué
—Ya no más Edith —volvió a extender su mano para sujetarme pero no lo permito
—Landon —su voz se quiebra —no puedo vivir sin ti —lleva sus manos temblorosas a su cabeza y la sujeta con fuerza —¡No viviré mas sin ti!¡Tú y yo podemos ser felices! ¡Esa mocosa, jamás te hará feliz!
Negué pero trate de guardar silencio, era lo mejor
—¡Dime!
—No hay nada que decir —ella llora y sus manos estrujan la piel de su rostro
—Tú y esa maldita me han hecho tanto daño
—Ella no te ha hecho nada Edith
—Lo hizo la maldita siempre estuvo entre nosotros ¿Cómo crees me senti al saber que mi esposo sentia algo por una mocosa?
—Edith... —ella grita furiosa
—¡Tú has jugado conmigo!
—Ya te perdí perdón...—suspiró —por no amarte pero al corazón no se le obliga a quién amar
—¿Perdón? ¿Crees que eso puede sanar mi corazón? ¡No lo hace! Esa maldita no te ama, ella ama a ese mequetrefe igual a ella ¿Por qué insistes en estar con ella?
—Debo trabajar —ella corrió hacia mi al verme avanzar
—¡No me dejes! —solté el aire retenido, mire a mi alrededor, la gente pasaba junto a nosotros sin mirarnos, habia sido mala idea el haber bajado de mi auto unas cuadras antes del trabajo para caminar, la culpa por lo que Josh le había hecho a Rubí me carcomia.
El estado de Edith era deplorabe
—Llevame a casa —susurra a manera de súplica, sonrió pero niego con la cabeza
—Llamaré a mi chófer para que te lleve —ella niega frenéticamente
—¡No subiré a ese auto, si no vas conmigo!
—Lo siento, me seguiste a China el dia que me casé con Rubí —ella no deja de llorar
—Lo iba a hacer Landon, no me importa quitarme la vida si tú no estás en ella...
—Misteriosamente nos tomaron una foto y aparecio en los periódicos, jamás he sido tan famoso como para que la prensa sensacionalista me persiga para saber de mi vida privada. Te socorri en China por que no queria que te hicieras daño pero le hice daño a mi mujer al vernos en el periódico y eso no volverá a ocurrir.
—¡¿Crees que le importó?! —niega con fuerza —¡Siempre a buscado a Josh! ¡Ella muere por estar en sus brazos y no en los tuyos! —sé que esas palabras me hubieran herido en el pasado pero ahora no, Rubí me amaba como yo a ella, ya no había inseguridad en mi corazón.
—Llamaré al chófer —sacó mi móvil del bolsillo de mi pantalón pero ella sujeta mi brazo
—Si tú no vas, yo no me muevo
—Entonces te quedarás aqui, estoy ocupado Edith —me suelto de su agarré y avanzó rápidamente hacia el edificio
—¡Tú serás el único culpable de lo que me pasé!
Me detengo y la observó
—No, la única culpable serás tú por tomar esa decisión —me giró y subo rápidamente los escalones, esperaba que no cumpliera con su amenaza, ya no podía hacer lo que ella pidiera para evitar que atentara con su vida, lastime a mi esposa cuándo nos vio en los periódicos y eso no volveria a pasar.
Al estar por fin en mi piso, camino hacia mi oficina, Samantha está en su escritorio escribiendo en su computador, levanta la mirada y me sonríe.
—Señor Dagger —se pone de pie y la veo tomar un paquete —llegó este paquete para usted —me lo entrega y yo lo veo extrañado, que recordará no me había norificado nadie de un envío
—Viene de China —murmura Samantha
—Gracias Samantha —me dirijo a mi oficina, al entrar lo coloqué en mi escritorio, me senté en mi silla y me giré para mirar por el gran ventanal, no evitaba sentir un poco de preocupación por Edith pero recordaba que ella casi se desmayaba al ver un poco de sangre, si se espinaba los dedos ella gritaba como si la estuvieran abriendo con un bisturí y sin anestesia. Eso era lo que me tranquilizaba, por otro lado el hecho de que no habían atrapado a Josh me tenia sin dormir, si él descubria que Rubí llevaba en su vientre a su hijo, podía volverse agresivo y tratar de hacerle daño.
Habia solicitado la presencia de policias en el hospital, habia insistido en que mi esposa necesita estar bajo resguardo, quizás estaba siendo exagerado pero no podía confiarme de Josh, él la habia drogado para abusar de ella, esperaba que accedieran a mi petición
Suspiró y miro el paquete, era extraño no esperaba nada, me levantó y lo tomó entre mis manos, con cuidado abro la caja, miró todo el envoltorio y ruedo los ojos, me iba a llevar mi tiempo abrirlo, con resignación me dediqué a la tarea en abrirlo, me hago hacia atrás al ver el contenido, frunzo el ceño por que no entendía, mi mirada se topa con aquel sobre blanco, lo tomó rápidamente para rasgarlo, honestamente estaba intrigado.
Rubí
Me estiró un poco y siento aquel calambre en mi pantorrilla, suelto un gemido de dolor, mientras busco como deshacerme de el.
—Hola querida —abro los ojos y lo veo ahi de pie, me incorporó rápidamente y me cubro con la sábana.
Josh me mira con odio, sus hombros están tensos
Editado: 28.07.2019