Capitulo 27- Aguardiente.

En este momento veo como mis primos están en el jardín encendiendo el carbón para asar una carne. Yo me encuentro en la cocina preparando ensaladas para acompañar la comida. Escucho que suena música típica de la región llanera y efectivamente me alegra que todos estén aquí conmigo.

No he tenido tiempo de pensar en nada más porque, en todo momento estoy con alguien ultimando los detalles para la fiesta.

Si. Fiesta.

Me detengo a observar el lugar y  hay adornos por doquier. Veo en mi jardín una mesa con comida, licores y otra con un pastel mucho más grande, a su lado en otra mesa están los obsequios que aún no he abierto.

-¿Y Caín donde está?. Me pregunta Ruth con un vaso de licor en la mano.

En este momento me encuentro cortando cebollas y algunos ingredientes para una ensalada

-Debe andar por allí. Digo mientras corto un tomate.

-¿Hace el amor bien rico?. Ante esta pregunta me río.

-¿Quién?

-No te hagas. Pues Caín.

-Nunca te lo diré.

-Vamos Li. Dame detalles de ese semental teniendo sexo. Di si es mucho mejor a como yo me lo imagino.

-Descarada. Digo y suelto una carcajada. Desde que Caín fue a mi casa, a Ruth le atrajo. Se que le gusta pero conociéndola tan bien, se que no es rival. Ella siempre ha sido así.

-¿Es grande? Dice en este momento mientras sostiene un pepino en sus manos. Al entender me río y siento mi cara roja como el tomate que estoy cortando.

-Basta. Deja de preguntar cosas y medidas que no te incumben.

-Claro que me incumbe. Todo sea por el bienestar de mi prima favorita. Y en el caso, si es pequeño como una pimienta dime que yo te presto algún consolador.

-Gracias, pero no los necesito. Respondo riéndome.

-Asi que es grande. Me alegro. Todo lo mejor para mi prima favorita. Al decir esto se acerca y me rodea por la espalda en un abrazo.

-Sabes eres mi prima favorita y que todo lo que digo es broma ¿Cierto?.

-Lo sé. Confieso.

-Eres mi prima favorita así te hayas cambiado el color de cabello por ese negro horrible. Ante este comentario me río.

-Tambien lo sé.

-Que bueno que lo sepas. También es bueno que sepas que te quiero Li. Y se cuán difícil es este día para ti. Pero no te preocupes todos estamos aquí para ti y siempre contarás con nosotros.

-Gracias. Valoro mucho que estén conmigo. Susurro e inclino mi cabeza a un lado.

-Que nunca se te olvide. Ahora que está lista la ensalada veamos que hacen ellos allí.

Ambas salimos hacia el jardín y vemos cómo alguno de mis primos más pequeños están jugando en la piscina. Coloco la ensaladera sobre la mesa y me siento para ver a los demás entrar al agua.

-Ven fresitas. El agua está rica.

-No gracias. No he terminado de decir esto cuando siento que alguien me toma en brazos y yo grito.

-Es tu cumpleaños debes bañarte.

-¡NO ENZO! ¡BÁJAME! POR FAVOR.

-No te escucho.

-Que me bajes idiota.

Mientras yo peleo con mi primo este se acerca a la piscina y trata de lanzarme. Yo grito y los demás se ríen del espectáculo.

-Si me lanzas lo pagarás. Amenazo y este me lleva a la orilla.

 -¡PAPÁ!. 

-Ay si. La niña llama a su papi.

-Bajame por favor. Digo calmada y es que no quiero empaparme la ropa.

-Fresitas al agua.

-¡NO POR FAVOR!.

-¡Oh! vamos llegó su caballero en el corcel. No se a lo que se refiere pero allí en su espalda levanto la mirada y Caín está entrando al lugar con Roberto, Vanesa y los niños.

-¡CAÍN! ¡AYÚDAME!.

El se acerca con las manos en los bolsillos y mira a Enzo.

-¿La vas a lanzar?. Es lo único que dice y yo miro estupefacta.

-Hace calor.

-Si, es verdad hace calor. Confirma el hombre quien me sostiene a poca distancia del agua

-Yo no tengo calor, así que baj...

No he terminado de hablar, cuando de repente siento el aire a mi alrededor y enseguida entro al agua en un chapuzón. Aguanto la respiración y después de unos segundos emerjo. Toso un poco al inhalar algo de agua y los fulmino a todos con la mirada. Veo a la mayoría riéndose de toda esta escena pero no digo nada. Solo miro a Caín y niego con la cabeza, la única expresión que tiene es una sonrisa burlona tratando de escapar de tus labios.

Nado como puedo a la orilla y salgo de la piscina. Mi papá me ayuda a salir y también se ríe.

-Pareces un pollito. Dice mientras me extiende una toalla.

-Ya verás. Amenazo a Enzo quién se encuentra con los demás.

-Me las pagarás. Gesticulo hacia el.