Después de comer estamos nuevamente en la habitación. Ella está a mi lado y la rodeo con mis brazos.
-Yo no lo sabía. Esos días fueron de mucho estrés.
-También lo fue para mí.
-¿Por qué?. Pregunta mirándome a los ojos.
-Lo reconozco. Te mentí.
-Y el que hayas desaparecido esa noche de nuestra boda me tenía desesperado.
-...Mi error fue mentirte y siempre fui consciente de ello. Pero todo comenzó esa noche en tu casa y tú dichoso "odio a los policías". No sé por qué en ese momento me importaba tanto lo que pensaras de mi.
-Es verdad.
-Luego una cosa llevó a la otra y todo se me salió de las manos.
-Siento mucho por lo que te hice pasar.
-También yo lo siento. Susurra.
-...En esos días luego del funeral de mi abuela me metí de lleno en el doctorado, introduje la solicitud para presentarlo y me dediqué día y noche a prepararlo. Por eso fue que no me percaté del retraso que tenía hasta que...
-Pasó. Respondo.
-Nunca te he deseado algo malo Caín. Dice mientras se incorpora.
-...El que te haya ocurrido eso fue muy doloroso para mí. Verte allí en mis brazos... Sangrando y despidiéndote fue... Fue horrible. Lloriquea.
-Pero no pasó nada. Digo mientras la atraigo hacia mí.
-No conforme con ello, pierdo a nuestro hijo. Sé que solo una vez hablamos de eso y fue antes de la boda... Pero.
-...Cuando vanesa me dijo que estaba... Sufriendo un aborto. Mi mundo se derrumbó y tu yacías entre la vida y la muerte.
-...Desee que estuvieras conmigo.
-...Fue muy horrible. Confiesa.
-Sé que cometí muchos errores y te mentí pero entiéndeme.
-...Yo te arrollé y es algo que nunca me perdonaré, después de eso resulta que eres la maestra de Rodrigo, y no conforme quería saber de ti. Sin darme cuenta me enamoré de ti, al tiempo supe que estabas ligada a un caso de años anteriores y desde ahí tuve mucho miedo de perderte.
-Es verdad. Susurra.
-Pero no pude hacer nada. Ya para ese tiempo me había enamorado de ti y tenía miedo de que te alejaras.
-Luego pasó lo de nuestra boda. Y ahora te vas. Agrega
-Pídeme que me quede y lo haré. Digo sosteniendo su mentón para mirarla a los ojos.
-No lo haré. Sé que esto es importante para ti. Por más que quisiera no lo haré.
-... Además es solo un año. ¿Cierto?.
-Si. Confía en mí. Digo y ella se acurruca en mi pecho.
En esa posición siento el olor de mi champú en su cabello. La escucho balbucear algo, pero no entiendo lo que dice.
-No te entiendo.
-Haces unos huevos muy deliciosos. Al oír lo que dice suelto una carcajada.
-Los hice con mucho cariño para ti. ¿Ya te sientes mejor?.
-Un poco. Pero me siento mal cuando recuerdo que te vas con esa mujer.
-Yenifer no significa nada para mí. Se que es ilógico lo que diré, pero necesito que confíes en mí. Es solo un año. Repito.
-En ti confío pero en ella no. Estoy segura que tiene sentimientos hacia ti.
-No es cierto. Respondo
-Sería maravilloso que estuvieses conmigo. Le pido mientras me acerco a su rostro y así tenerla mas cerca.
Cuando habla nuestros labios se rozan.
-Ya no puedo posponer la tesis. Sin decir nada más la beso y ella me me corresponde.
Mientras nos besamos pienso en la razón de este viaje a Moscú, y es que al suspender mi función y posteriormente en "compensación" por ser uno de los más preparados tuve esta oferta de preparación. La rechacé pero, luego hubo otro problema con ello. Al final y sin siquiera consúltarlo con Elisa, lo acepté. Ese día pensé que quizás ese era el tiempo que necesitaba para aclarar sus sentimientos hacia mí. Y resulta que ya está. La tengo aquí conmigo tan cálida y siendo ella.
Esto es una mierda.
-Te amo. Le digo mientras deboro sus labios.
-También te amo. Susurra ella y no puedo más.
-Te haré el amor en este mismo momento.
-Ya era hora. Dice divertida.
-Te he echado mucho de menos.
-Y yo a ti. Musita mientras nos besamos.
Sostengo su rostro entre mis manos y mientras estamos allí trato de absorber todo de ella. Su olor, su piel. Todo.
-No me estoy cuidando. Interrumpe nuestro momento pero no se aleja, siento como muerde suavemente mi labio inferior y pierdo cualquier pensamiento racional.
-Yo me encargo. Digo y la sujeto por las caderas para colocarla sobre mi.
En esta posición, meto mis mano por su camisa y siento sus caderas, subo por su costado y enseguida está como la quiero.