Sin Escape

La Casa de Tía Yvette

-Genial, justo cuando quería explorar el sótano - digo con sarcasmo.

-Lo siento, cariño, pero no podemos controlar el horario de las visitas. Si quieres solo trata de aprovechar el tiempo que tengas para explorar antes de que lleguen mientras- me sugiere mi mamá, tratando de encontrar una solución.

-Supongo que tienes razón. Intentaré hacerlo. Tal vez encuentre algo interesante en las otras habitaciones y mejor dejo el sótano para después -respondo, intentando mantener una actitud positiva.

Decido dejar el sótano para después y comienzo a explorar las habitaciones restantes. Cada una tiene su propio estilo y personalidad, algunas están vacías y otras están llenas de muebles antiguos. Me detengo en una de ellas que parece ser el estudio de mi tía. Está llena de libros, estanterías altas, escritorios y una vieja máquina de escribir en el centro.

Me acerco a la máquina de escribir y la examino con curiosidad. Nunca había visto una en persona antes. Mis dedos tocan las teclas, sintiendo la antigüedad y la historia que guarda. Me imagino a mi tía sentada aquí, escribiendo historias y poemas, dejando sus pensamientos plasmados en papel.

Decido sentarme en el escritorio y observar los libros en las estanterías. Hay una gran variedad de géneros y temas. Algunos parecen ser clásicos, otros son libros de historia y biografías. Me doy cuenta de que mi tía tenía un gusto interesante por la lectura.

Mientras hojeo uno de los libros, escucho el timbre de la puerta principal. Me apresuro a cerrarlo y salgo de la habitación para recibir a los posibles compradores. No quiero que vean que he estado husmeando en la casa antes de tiempo - Bajo corriendo las escaleras y salgo.

-Macy, ya son casi las 5. Sube al auto y vayamos a algún lugar- Dice a mi mamá entrando al auto

-¿Hay algún pueblo cerca de aquí?", pregunto mientras abrocho mi cinturón.

-A unos 10 minutos", responde mientras se asegura de ponerse el cinturón.

"¿Y este auto? ¿También te lo prestó Yvette?", pregunto

-No, Abraham", responde ella.

-¿Quién es Abraham?", pregunté, confundida.

-Es el encargado de mostrar la casa", explica. "Tiene las llaves para asegurarse de que nadie se quede dentro y cierra la casa antes de que lleguemos".

-Supongo que es de confianza", comento, alzando una ceja.

Finalmente, llegamos al pueblo. A simple vista, parece casi desierto, como un pueblo fantasma.

Después de recorrer las solitarias calles del pueblo, mi mamá decide detenerse a charlar con una vecina amable que se acerca a nosotros.

-¿Son turistas?", pregunta la vecina.

-No vienen muchos por aquí, ¿verdad?", responde mi mamá.

-Hace años que no veo a ninguno. ¿Dicen que se quedarán en la casa de Yvette? Está un poco lejos, ¿no?", comenta la vecina.

-Sí, pero..."

No me interesa escuchar más de esa conversación, así que decido ir a una tienda cercana, aunque solo sea para distraerme un poco.

-Mamá, ire por ahí a comprarme algo- Le tocó el brazo

-Si bueno- Dice sin mirarme

Después de caminar durante unos 5 minutos por el pequeño pueblo, finalmente encuentro una tienda llamada "Papas Smith". Me pregunto qué venderán allí, ¿papas quizás?

-¿Buenas?", entro a la tienda y saludo, pero nadie responde. Parece que no hay nadie alrededor, una sensación de tristeza invade el lugar

-¿Alguien?", digo mientras mis ojos se fijan en unos deliciosos postres.

-¿Qué se le ofrece?", responde un hombre alto, de cabello castaño y ojos azules... mentira, en realidad era un viejo con cara de culo.

-Oh, ehmm, ¿cuánto cuestan estos postres?", señalo hacia ellos.

-Los grandes valen 10 dólares y los pequeños 8", responde él.

"Está bien. ¿Los hace usted?", pregunto curiosa.

-No, los hace mi madre", responde.

-Le felicito, señor", salgo de la tienda, mientras el viejo me mira con desaprobación.

-Qué caro", pienso mientras camino de regreso hacia donde está mi mamá.

Finalmente, vuelvo junto a mi mamá y me dice:

-¿Dónde estabas? Llevo esperando un rato y ya es hora de ir a la casa".

-Te dije que iba a la tienda...", respondo.

-No me lo dijiste", me reprocha.

-Te lo dije mientras hablabas... En fin, entré a una tienda llamada 'Papas Smith' que resultó ser una tienda de postres. Había un tipo con cara de mal humor que me atendió y pensé en traerte un postre, pero resulta que los hace la madre del tipo, y estaban caros", le cuento.

-Me agradó la señora", comenta ella.

-Ah... ¿hablaste mucho?", pregunto mientras ella arranca el auto- creo que no me prestó atención

-Chismes, ya sabes", responde con una sonrisa.

Al llegar a la casa, nos damos cuenta de que la puerta está abierta.

-Tal vez el Sr. Abraham aún está aquí", dice mi mamá al notar que no se había cerrado la puerta.

-No lo creo, ya es muy tarde. ¿Por qué seguiría aquí?", le pregunto.

Entramos con cuidado y en silencio, temerosas de que haya alguien más dentro.

-¿Hola?", llama mi mamá.

-Mamá, silencio. Si hay un asesino, no nos va a contestar, y mucho menos un fantasma", le advierto.

-Pero tal vez sea Abraham, él sí nos contestaría", responde ella.

-Pero, ¿y si no es él?", la miro preocupada.

-¿Abraham, todavía estás aquí?", pregunta mi mamá en voz baja.

-Shhh, mamá", le susurro.

Entramos despacio y tomo lo primero que encuentro, una lámpara más grande que yo. Con esto, estamos preparadas para cualquier eventualidad.

De repente, veo una silueta en la cocina.

-Mamá, creo que hay alguien. ¿Lo viste?", le pregunto asustada.

-¿Ver qué?", responde ella confundida.

"¡Una silueta!", exclamo.

-Yo no vi nada", dice ella.

-Ay, ten cuidado", le advierto.

Revisamos la casa y finalmente nos damos cuenta de que no hay nadie más, solo un par de cosas tiradas en el suelo.




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