La noche había sido un completo éxito el público adoro a Jessica, Katherin desapareció luego de la llamada de Fred, para ser honesta que desapareciera fue lo mejor de la noche.
Ya en casa no podía esperar a cambiarme de ropa para ir a la cama, mientras me colocaba mi pijama suena un mensaje en mi teléfono.
- Son las dos de la mañana ¿quien puede escribir a esta hora? -
* Hola cariño, lo siento no pude evitarlo Max se que es algo tarde pero necesito que tengas mi número para la salida de mañana soy Fred.
* No lo olvidarás ¿verdad?, no te preocupes apenas voy llegando del evento de mi hermana.
* Algo tarde, que tal estuvo todo.
* Muy bien todo fue un éxito.
* Me alegro, ¿enserio no sabes patinar ?
* Sólo fui una vez con mi Jessica pero tenía como 9 años dudo mucho poder mantenerme en pie.
* Entonces será divertido verte en el hielo.
* Aún no estamos allá para que comience a burlarte de mi.
* Lo siento, prometo intentar no reírme.
* Está bien, nos vemos mañana entonces en el parque.
* Si, sólo recuerda que debes contarme algo.
* Ok, descansa.
* Dulces sueños.
Aún no amanece y ya me atacan los nervios que pasa si termino en el suelo la mayor parte del tiempo, si toco el suelo 2 veces me sentaré en las gradas y los veré a ellos patinar ese será el plan.
8:00 am
Suena mi teléfono, como desearía seguir durmiendo pero no puedo, me levanté de la cama y fui hasta la cocina al bajar las escaleras mi hermana ya se encontraba en la cocina.
- Maxi ¿ que haces despierto tan temprano ?
- Hoy voy a salir con los chicos con los chicos que conociste, te lo dije ayer ¿lo olvidaste?
- No pensé que fuera verdad, hacia tiempo que no te veía tan animado a salir a menos que fuera con tus instrumentos.
- Hoy también los tendré conmigo.
- No esperaba menos de ti, no te veía tan contento desde.
En ese momento sentí un escalofríos recorrer mi espalda.
- No me lo recuerdes por favor.
- Lo siento Maxi, no me mates
Ninguno de los dos podíamos aguantar la risa, tome mi desayuno y decidí comer en mi habitación, ya en ella me senté en mi escritorio para comer, mientras lo hacía unas lágrimas comenzaron a brotar de mi ojos.
- No puedo seguir así debo dejar ir mi pasado.
Limpie mis lágrimas, era tiempo de bañarme para salir, tome unos jeans negros, una franela roja y mi chaqueta de cuero negro que me encantaba, tome mi bolso y me dispuse a salir al parque para esperar a los chicos.
Ya en el parque decidí sentarme en una banca que miraba al lago artificial donde siempre hacia patos y niños dándole de comer, pero lo mejor era verlos persiguiendo a los niños que los molestaban ya pasado 15 minutos y aún no llegaban decidí escribirle a Amanda un mensaje.
* Hola fiona, ¿donde están? .
* Estoy en el cine haciendo fila para comprar las entradas.
* Pensé que pasarían por mi.
* Fred va en camino ya debería haber llegado.
* ¿Sólo viene Fred? .
*Si, el dijo que ustedes tenían que hablar.
* Ok, le escribiré a ver por dónde está.
* Nos vernos pronto.
Pensé que me dejaría esquivar las preguntas, pero por lo que veo será imposible.
* Hola Fred estoy en el parque esperándote ¿donde estas?
- Detrás de ti Maxi.
Al escuchar su voz detrás de mí me quedé impactado cuando hacía llegado que no lo escuché, Fred venía con un Jean azul y una franela blanca tan sencillo pero le quedaba muy bien.
- No hagas eso.
Fred no pudo aguantar la risa al escuchar eso.
- Lo siento, no volveré a asustarte.
- Eso espero.
- ¿Llevas mucho esperando?
- No, llegue hace unos 20 minutos.
- Disculpa, es que deje a los chicos en el cine primero, tu tienes algo que contarme.
- Si lo se.
- Vamos, ya deben estar esperandonos con las entradas.
Me levanté y comencé a seguirlo, el trayecto hasta el auto fue silencio fue algo incómodo para ser honesto era la primera vez que estaría con el a solas obviando las pocas palabras que cruzamos en el baño aquella vez, entramos al auto y lo encendió antes de arrancar me miró fijamente un momento y me dijo.
- Puedes contármelo no te juzgaré.
Arranco el auto al terminar de decir eso.
- Te lo contaré. En el evento justo antes de que llamarás apareció lo que se podría llamar una vieja amiga, nos criamos desde niños juntos éramos inseparable, pero mientras más crecíamos ella se volvía cada vez más pedante, y controladora siempre tenía que hacer lo que ella decía si no armaba un gran berrinche, cuando teníamos 16 años tome la valentía de sincerarme con mis padres, con miedo les dije que era gay.
- Continua Max, ¿porque te detienes?
- ¿No te molesta lo que acabo de decir?
- Porque me molestaría, es tu vida además mi mejor amigo también es gay y se lo difícil que fue sincerarse con su familia y más aún el decírmelo a mi, el tenía miedo de que yo lo rechazará por su orientación lo cual fue erróneo, desde que me confío esa parte de su vida nuestra amistad sólo fue más fuerte, lástima que actualmente este fuera del país estudiando te caería muy bien.
Lo miré con una sonrisa en mi cara, el sólo veía el camino espero que no lo notara.
- Cuando Katherin se enteró de que era gay fue todo lo contrario a tu reacción, me gritó como nunca hasta intento golpearme, ese día juro que me volvería su esposo y me olvidaría de los hombres cuando sintiera lo que es estar con una mujer.
En ese momento Fred detuvo el auto, y volteo a verme.
- ¿Es enserio te dijo así directo?.
- Si, nunca olvidaré esas palabras.
- Ya veo porque no la quieres cerca, me alegro haberte salvado de ella.
Me miró fijamente por un momento para luego seguir con nuestro camino. Ya con el auto estacionado nos dirigimos al interior a buscar a los chicos.