Sin Galán, Tim

6. Oportunidad o Destino

Jessica subió rápidamente al despacho de Enrique, tenía pensando mandar un mensaje horrible a Sia, desde el móvil de su jefe, y luego borrarlo para que el director comercial no se entere de lo que había hecho. Se sorprendió que Enrique haya cambiado la clave del acceso a su móvil, siempre había sido el cumpleaños de su hijo.

- "¿Qué haces Jessica?", preguntó Enrique al ingresar a su oficina y sorprender a Jessica con su móvil en la mano.

- "Enrique, quería buscar el número del ingeniero Barahona, lo cambió y resulta que por alguna razón no guardé el nuevo", respondió Jessica de manera nerviosa, tratando de dar una justificación de lo que estaba haciendo.

- "¿Qué es aquello tan importante que tenías que tratar con él para invadir de esa manera mi privacidad?", cuestionó Enrique, tomando su móvil; ante sus ojos, Jessica siempre fue muy profesional en su trabajo, está empezando a sospechar que algo extraño está pasando con ella.

- "Isadora está muy interesada en que el nuevo automóvil tenga la mejor promoción y bueno el ingeniero Barahona podría dar más detalles de lo innovador y creí que podría adelantar el trabajo", expresó Jessica sin poder controlar totalmente los nervios, era una mujer hábil para hilar ideas rápidamente.

Antes Enrique no prestaba atención a cada detalle, porque siempre esa mujer fue muy eficiente en su trabajo, pero ahora estaba notando actitudes que no había percibido antes.

- "La CEO Isadora Venegas es la máxima autoridad en esta compañía, no es por altanería, pero hay señales de respeto que no se deben de perder; ella ya habló conmigo y sé manejar muy bien la línea de comercialización, estoy trabajando esto con el nuevo equipo, y tienen orden expresa de mantener la reserva, así que olvida la idea de pedir detalles al ingeniero Barahona", expresó Enrique tomando asiento y abriendo su laptop.

- "Pero soy tu asistente personal, no una extraña", replicó Jessica.

- "¿Y era tu trabajo decirle a la señorita Jung que se largue?", inquirió Enrique, "no fue eso lo que te pedí", agregó.

- "Yo no hice eso, creo que esa mujer malinterpretó mis palabras", respondió Jessica sin poder ocultar su molestia.

- "Ojalá sea eso, siempre he estado contento con tu trabajo, Jessica. Pero no me gusta que pongan palabras en mi boca que no dije, o que hagan cosas contrarias a lo que pedí, no hagas que después de tantos años trabajando juntos, me decepcioné, realmente sería una pena", manifestó Enrique mirándola fijamente.

- "Por supuesto que no, Enrique. Todo esto es un malentendido, creo que voy a asegurarme que tengan listo el inventario que pediste", expresó Jessica, tratando de dibujar una sonrisa en el rostro.

- "Ve", dijo Enrique, para seguir trabajando.

Jessica salió de la oficina, completamente molesta, Enrique jamás había cuestionado su trabajo, se pregunta qué es lo que tiene Sia Jung para venir a alterar todo lo que ha construido a lo largo de todos esos años.

Cuando Sia llegó a la pastelería, Binna se apresuró en ayudarla a bajar todo, su madre lucía algo diferente, tenía un brillo especial en el rostro; le dijo que vaya a refrescarse, mientras ella se encargaba del resto.

En la cena, Sia miraba a su hija, tenía que decirle lo que iba a pasar, pero no sabía cómo abordar todo.

- "Se te nota muy feliz mamá, ¿pasó algo bueno?", preguntó Binna.

- "Binna, ¿qué opinarías si te dijera que un hombre me invitó a cenar este sábado?, es algo que me gustaría saber", dijo Sia, algo nerviosa.

- "¿Te invitaron a salir?, ¿cómo es?, ¿en qué trabaja?, ¿cómo se conocieron?, y ¿qué vas a usar?", preguntó Binna, tan velozmente que no dejaba responder fácilmente. "Lo siento, hablo muy rápido. Es que estoy emocionada, no había pasado antes, y yo quiero que seas feliz, y saber que es un buen hombre".

- "Parece buen hombre, es el señor que compró aquel pastel en San Valentín, y bueno es director en una empresa automotriz y nos estamos conociendo, y me invitó a cenar el sábado a los ocho, y por alguna razón acepté. Pero no te hagas ideas en tu cabeza, solo es una salida y si veo algo extraño solo va a quedar en eso", comentó Sia nerviosamente.

- "Confío en ti, mamá. Si te hace feliz, yo estoy feliz, tú mereces lo mejor del mundo", expresó Binna con una sonrisa.

- "En verdad estoy muy nerviosa, no sé ni que voy a ponerme", dijo Sia.

- "Mamá, tú debes vivir con intensidad está oportunidad, si él llega a ser la persona correcta para ti, voy a apoyarte en todo, te vamos a dejar muy bonita, y tienes el vestido que te regaló la tía Cristina", comentó Binna.

- "Pero es algo, no sé, como que es algo llamativo; no sé si lo pueda lucir bien", dijo Sia nerviosamente.

- "Lucirás hermosa, además es la primera cita, debes dejarlo con ganas de volver a verte", expresó Binna guiñando el ojo.

- "¡Niña!", dijo Sia.

- "Mamá, yo soy la niña. Tú eres la mujer, muestra lo que hay detrás de ese delantal de la mejor repostera del planeta", afirmó Binna para luego abrazarla.

Ambas mujeres se sonríen y se abrazan, han sido solo ellas dos por tantos años, Sia se pregunta si tiene derecho a volver a creer en el amor, Enrique parece ser alguien agradable y buena persona, espera no equivocarse, quiere tener la oportunidad de construir una relación, pero tampoco quiere arriesgar todo lo que ha construido para su hija. Esta nueva experiencia se siente como un nuevo y dulce desafío.




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