esa noche eran ya cerca de las 11 de la noche estaba cansada y cuando entré a la habitación me dejé caer en la cama sin poner la menor resistencia.
la habitación era acogedora Tenía una hermosa cama mullida y suave con unas sábanas de seda blancas y frescas. Y un sofá amplio con almohadones de colores.el ventanal era amplio y daba hacia la piscina y verde de sus alrededores.
me tiré a la cama sintiendo el sabor amargo en mi boca y no era para menos estaba furiosa quién era yo una farsa, una chiquilla que jugaba policías y ladrones.
Daniel ni tan siquiera había entrado a la habitación y con la excusa de que bajaría un rato al bar me había dejado sola, recordándome que sólo estábamos haciendo un trabajo
él es un profesional y yo una neo. Tenía razón al llamarme así, esta semana había sido cansada entre reuniones escenas, lugar donde yo tenía que aparentar ser su pareja y estar Loca por él.en ese momento el se transformaba y me miraba con esos hermosos pero tristes ojos
Aunque me animaría a decir que en ciertas ocasiones creía haber visto una chispa de luz. Su sensual boca se movía de una forma cautivadora cuando sus carnosos labios de forma de corazón dejan dibujar una dulce sonrisa en las cenas o en las conversaciones con sus posibles clientes de vez en vez me ponía su boca en la parte superior de la cabeza o en la mejilla después de haberme acercado dulcemente a su cuerpo que entre bromas y cumplidos de sus clientes lo felicitaban por tener la suerte de tener una novia tan guapa a lo que él respondía sonriendo vaya que tuve suerte
cuando todo terminaba volvíamos a nuestra habitación y la actuación quedaba atrás por lo que él con su gesto de cansancio se iba a su maleta que estaba a medio desempacar, para coger un bóxer una camiseta y una pantaloneta me miraba con los ojos casi extraños donde Aunque luchaba por ocultarlo se dejaba ver la tristeza y tal vez frustración preguntando
- no importa si voy primero- Yo sólo asentía con la cabeza
- tranquilo no hay problema- las palabras que salían de mi boca está muy lejanos a toda emoción
después de su largo baño y su aseo personal de dientes, recorte de barba y más, salía acostándose en el sofá haciendo el ruido menos posible
yo cogía a mi pijama de pantaloncillo y una blusita de tirantes con figuras de mariposas o de gatitos y me metía al baño y recogiendo con una prensa mí abundante cabello dejando el agua de la ducha acariciar cada centímetro de mi cuerpo mientras mis manos agregaban la función de jabón líquido y perfume que se encargaba de suavizar y perfumar todo, cuando me sentía lista y preparada me metí a la cama
donde me costaba conciliar el sueño con la expectativa de que ese hombre que todas las chicas de los escritorios miraban y tal vez deseaban estaba a unos pasos de mi cama en la misma habitación
con esos pensamientos pase casi una hora intentando conciliar el sueño hasta que el cansancio y el estrés de los días anteriores me hicieron quedarme dormida
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hoy era la última noche en el hotel y regresaríamos a la base, Daniel me tomó de la mano como lo hacía siempre y entramos al ascensor
cuando salimos de este caminamos los pasos que nos apartaban de la puerta del apartamento mi el aún no me soltaba la mano hasta casi sentía la sensación de que la apretaba más que de costumbre
sacó las llaves abriendo la puerta y viendo que parecía no querer moverse di un paso para entrar a la habitación a lo que él se quedó parado aún tomando mi mano delicadamente pero de igual manera firmemente no dejando que yo avanzara, cuando me voltie para pedir una explicación me lleve la sorpresa de que su estaba mas cerca delo que acostumbraba un hombre tan lejano como el
una sensación extraña recorrió todo mi cuerpo, no es que fuera un ángel ya que había tenido una relación si es que así se podía llamar, cuando menos en lo que a mí me concierne creí haber estado locamente enamorada de Mark. Un joven de mi pueblo con un cuerpo que no pasa inadvertido para ninguna mujer
era alto y musculoso con unos ojos como dos esmeraldas que sólo las podían apocar sus labios Carlos que tenía la costumbre de repetir todo lo que había dicho antes pero en silencio, a otros podía molestarles esa costumbre pero a mí me derretía ver cómo después de cada palabra u oración que me decía podía descifrarla de nuevo en el movimiento de sus labios
Daniel unió nuestros cuerpos y me miró con un gesto que sólo había visto cuando interpretamos el papel de pareja era ternura diría que con miedo, acercó su boca a la mía inclinando su cabeza ya que la diferencia estatura era como de 10 centímetros para sus deseables labios sobre los míos y me dio un beso tan tierno y suave que yo me quedé incrédula sin saber qué era lo que estaba pasando después de unos minutos poco a poco me alejó de él y con una voz entrecortada me dijo -Perdón Isabella
Editado: 23.08.2019