Sin Mirarte Ni Tocarte

ISABELA

Sentada en el campus de la universidad junto a Eli, llenando unos informes acerca de las practicas que estamos realizando una suave brisa agita nuestras hojas con los informes que sujetamos un poco, para que no salga volando con el viento.

–Talvez nos hubieras quedado adentro –dice Eli sujetando los papeles.

–Pero fue tu idea –le recuerdo.

–Sí, pero ya me cansé –se levanta sujetando sus cosas –vamos a la cafetería comemos algo mientras llenamos los informes –dice con ánimo.

–De acuerdo –tomo mis cosas y la sigo.

Entramos en la cafetería pedimos dos capuchinos, y nos sentamos en una de las mesas más apartadas para seguir llenando los informes mientras lo hacemos doy mi primer sorbo a mi capuchino voy marcando todo lo he hecho mis horas de llegada, de salida todo. En lo que a mi concierne he hecho más horas que Eli, bueno unas pocas me voy con unas diez horas debido a que he asistido un fin de semana al hospital para realizar la práctica.

–Ahg… –Eli suelta un quejido –pensar que nos falta tres meses más –bebe un poco de su capuchino.

–Ya estas cansada –digo bebiendo un poco del mío.

–Solo por los informes –dice ella.

–Hola chicas –escuchamos unas voces conocidas volteamos a ver encontrándonos con Eduardo y Pablo.

–Necesitan ayuda –la Pablo con tono ronco.

–No gracias –digo a su ofrecimiento volviendo mi vista a mis hojas por llenar.

–Espera –lo escucho decir a lo que se acerca –tienes un poco de capuchino en los labios –con su dedo índice de manera suave limpia el capuchino de mi labio superior según él.

–Gracias, pero yo puedo hacerlo sola –digo sintiéndome algo incomoda.

Su toque no me produce nada en especial, no niego que Pablo es guapo y encantador lastimosamente no me siento atraída por él y en este momento un pensamiento cruza por mi cabeza pensando en Daniel haciendo el mismo movimiento de Pablo de solo pensarlo me sonrojo siento mis mejillas arder.

–Isa. No me digas que te gusto –dice Eli sorprendida.

–No digo –tomo mis cosas –llenare esto en mi casa.

Cuando estaba por dar mi primer paso para irme, veo a nuestra tutora académica la doctora Margaret Bonilla acercarse en nuestra dirección por la expresión en su rostro parece que no se trata de algo bueno –Elizabeth e Isabela, vengan conmigo en este momento –no son buenas noticias su tono lo deja claro. Tomamos nuestras cosas.

–Nos vemos –escucho hablar a Eduardo.

–Tengo novio –suelta Eli.

No volteo a verlos, solo sigo a la doctora sé que las palabras de Eli los dejaron sorprendidos y en sus mentes deben estar pensando, que si ella ya tiene novio probablemente yo también. Seguimos a la doctora hasta un salón de clases vacío, donde ella cierra la puerta con seguro después de que entramos, nos queda mirando fijamente dando un paso corto con sus brazos cruzados el ambiente aquí esta tenso.

–Sucede algo –pregunto no soporto este ambiente.

–Me llego una llamada, acerca de la doctora Martha su tutora en el hospital donde realizan la práctica –mantenemos silencio y nos miramos de manera disimulada entre nosotras.

–¿De qué se trata la llamada? –continúo preguntando. 

–Dijo que ustedes irrespetaron al doctor Estefano Ruiz –dice con tono seco.

Nosotras soltamos un poco de aire. Solo se trataba de eso. –Doctora –interviene Eli –nosotras no hicimos nada de lo que nos acusa ese tipo –lo dice sin pelos en la lengua –fue el quien desde un inicio se la pasaba con miradas coquetas y…

–¿Porque no dijeron nada? –la doctora le corta a Eli.

–No queríamos causar problemas –respondo.

–Tu papá –se dirige a Eli –presento una demanda contra el doctor Ruiz –quiero sabe el por qué llegaron a ese extremo.

–Ese tipo se propaso con nosotras, nos hizo señales obscenas y nos insultó nos trató de cualquieras –responde Eli.

–Conmigo es la segunda vez que lo hace –añado.

–Señoritas deberán acompañarme al hospital. Tu papá se encuentra en este momento allá –camina un poco hasta la puerta –por cierto, tienen algún testigo que pueda corroborar los hechos.

–Si –responde Eli –en este momento le llamare para que vaya al hospital.

Salimos del salón de clases siguiendo a la doctora y Eli llama a Lucas pidiéndole que vaya al hospital, solo la miro a lo que ella me confirma con una sonrisa en señal de que Lucas asistirá. Seguimos a la doctora hasta el estacionamiento, donde nos subimos a su auto nos sentamos en los asientos traseros guardando silencio mientras el auto se pone en marcha saliendo del estacionamiento.

Nos demoramos un poco en llegar, al hospital la doctora Margaret deja estacionado su auto e ingresamos dentro saludamos a las enfermeras de la recepción que ya nos conocen, continuamos caminando detrás de la doctora hasta llegar a la oficina del director del hospital. La doctora Margaret llama a la puerta, y se escucha una voz ronca del otro lado dándonos permiso para entrar al ingresar notamos a nuestra tutora la doctora Martha, el doctor que no se merece ese título y al padre el Eli frente al escritorio del director del hospital.




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