Suerte, destino como sea que los seres humanos llamen cuando algo sale o no sale conforme a como lo esperan. Eso es lo que siento ahora mala suerte, un mal destino de toda esa lista de nombres que Lucas me entrego ninguno de ellos tenía la corona, salvo uno que no encontré debido a que se había cambiado de casa. Pero si no el noventa por ciento me dijo que no tenían la corona, seguramente el otro diez por ciento también me lo hubiera dicho. No tengo la corona.
Regreso a casa ya he perdido mucho tiempo, me estoy resignando a encontrar la corona y la única forma que tengo para protegerla es irme de este mundo, hay un lugar donde un ser como yo puede pasar la eternidad un lugar donde ángeles y demonios pueden pasar como si nada, pero en realidad es una batalla constante entre ellos. En aquel lugar se encuentra el coro de Azrael, rescatando almas el purgatorio sería un lugar apropiado para pasar mi eternidad siempre y cuando no interfiera con las reglas de ese lugar si permanezco ahí deberé permanecer en una posición neutral.
Acelero mi moto a máxima velocidad, mientras el viento choca contra mi chaqueta al llegar a la ciudad la dejare en el taller para que la revisen recorrí más de la mitad de mi lista de nombres con la moto el resto lo hice volando y ahora estoy regresando en ella. La forcé demasiado, un buen mantenimiento la dejara como nueva. Miro el medidor del combustible notando que en breve se agotará, por lo que me detengo y lleno un poco el tanque con la botella con combustible que guardaba en la caja de carga me resistirá hasta la siguiente gasolinera para llenar el tanque. Llegue justo a tiempo a la gasolinera donde lleno el tanque y también, la botella dejo la moto en un lugar apartado estacionada y me dirijo a la tienda de la gasolinera a comprar algo de agua, y talvez algún chocolate para comer en lo que ingreso me dirijo hasta las botellas de agua al ambiento escucho una conversación que me llama la atención.
–Lo escuchaste acerca de lo que sucedió en esa galería. –habla uno de las clientas.
–Si –contesta su amiga.
–Se refieren al fenómeno de luz dorada –habla el chico.
–Si, según lo que dicen era como una especie de luz divina. Nunca antes vista.
–Yo creo que solo fue un efecto, para llamar la atención de las personas.
–Lo que haya sido, causo pánico entre los presentes en esa galería.
La conversación entre esos jóvenes me dejo intrigado, en especial la mención de la luz dorada será posible que se trate de la corona. No. Dejare eso de lado no hay nada más que pueda hacer la he buscado por mucho tiempo y no la encuentro, lo único que me queda es irme a ese lugar de esa forma romperé todo contacto con la corona y con Isabela solo de esa forma la podre proteger. Pago mis productos y salgo en dirección a mi moto partiendo del lugar, no sin antes dar un mordisco a mi barra de chocolate y beber un poco de agua, continuo el viaje llegando en tres horas a la ciudad antes de ir al departamento hago una parada en el taller de motos de Dylan.
–Daniel tiempo sin verte –me saluda con un apretón de manos.
–¿Cómo estás? –digo suave.
–Cómo puedo –responde –le paso algo a esta belleza –camina hasta la moto.
–Hice un largo viaje en moto. Hazle un ABC completo –digo.
–Revisare el motor primero –responde poniéndose en cuclillas –crúzate por aquí la próxima semana.
–Talvez no venga –digo sacando la llave –se la entregas a Lucas.
–Seguro –dice.
En eso me retiro caminando por las calles de la ciudad, en dirección al departamento en mi avance escucho ciertas personas hablar acerca de lo mismo que escuche en la gasolinera, pero omito sus conversaciones y continúo avanzando hasta llegar al edificio. Abro la puerta encontrándome a Lucas frente a su computadora.
–Al fin llegas –me saluda. –¿Qué tal la búsqueda?
–Misma historia –respondo –ninguno de los nombres que me entregaste la tenía. Bueno solo a uno no encontré, pues se había mudado de casa.
–Lamento escuchar eso –dice empujando su asiento hacia atrás poniéndose de pie –pero talvez tu búsqueda se terminó –dice con tono serio.
–Tienes razón, es hora de dejar esta búsqueda e irme de una vez –digo con resignación.
–Lo dices en serio, aun cuando lo que buscas con anhelo apareció –habla con seguridad, a lo que regreso a mirarlo.
–¿A qué te refieres? –pregunto –¿Qué quieres decir con eso?
–Ven –me llama a lo que camino hasta la mesa, alcanzo a ver su programa en el que está trabajando un sistema de seguridad. Ingresa al navegador –mira.
Leo el título que dice. Galería paranormal. Vaya título que le han dado a una galería.
–¿Qué paso? Unas pinturas moviéndose –digo con burla.
–Cállate y mira el video.
Reproduce el video y mis ojos se abren como platos, es la corona y mi sorpresa es todavía más grande cuando miro a Isabela acercase a la corona que emana el aura dorada en reconocimiento a su dueña. Isabela ingresa dentro del aura mientras varias personas en el video miran con asombro al presenciar, ese acto en breve el aura dorada desaparece e Isabela cae desmayada y la corona junto a ella.
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Editado: 07.06.2022