Sin Mirarte Ni Tocarte

ISABELA

Estoy algo molesta debido que Daniel se fue sin despedirse, solo espero a que yo me quedara dormida para escaparse e irse rompiendo su palabra de quedarse conmigo toda la noche. Aun así, no me arrepiento me gusto tenerlo, aunque sea unas horas en mi cama y no sé si fue un sueño porque últimamente sueño mucho con él en memorias que no logro entender del todo. Recuerdo que me decía que me había extrañado, que esta vez me protegería. No entiendo nada de lo que paso. No obstante, todavía siento una suave y cálida brisa. Que recorre todo mi cuerpo, a pesar del frio que hizo anoche y de haber dormido sin cobijas sentía que mi temperatura era la ideal, había sentido la sensación más reconfortante y agradable en toda mi vida. Preparando mi desayuno, para irme a la universidad recibo una llamada de Eli.

–Hola Isa –me saluda –dime ¿Qué sucedió?

–Te contare en la universidad –respondo cortando su emoción por saber que ocurrió.

–Puedes decírmelo ahora –dice mientras agrego dos huevos al sartén y empiezo a revolverlos.

–Eli estoy haciendo el desayuno. Dime vas a pasar por mi o tengo que irme por mi cuenta –cambio de tema.

–Ay… –refunfulla –paso por ti en veinte –dice cortando la llamada.

–También te quiero –digo después de que corta.

Termino de desayunar, cepillo mis dientes tomo lo necesario para mis clases y salgo del cuarto a la calle a esperar a Eli para ir juntas. Espero arrimada a la pared varias personas, pasan por la vereda hay algunas que se me quedan mirando de forma extraña se precisamente a que se debe esas miradas, no pueden juzgarme por algo inesperado que nadie entiende porque paso. Omitiendo sus miradas miro la hora Eli ya debe estar cerca, saco mi celular para ver mi horario de clases en lo que miro la pantalla noto a unos tipos extraños ubicados en las esquinas, de la calle tanto a mi derecha como a mi izquierda no se han movido para nada. En eso levanto mi mirada giro a ver hacia mi izquierda de forma disimulada y esos tipos de chaqueta negra empiezan a dialogar entre ellos, uno de ellos saca su celular y empieza hablar.

Me siento algo nerviosa es raro que lo note, con personas desconocidas en eso llega una camioneta negra grande aquellos sujetos se acerca a la camioneta y saludan a la persona que está dentro. El claxon del auto de Eli me llama la atención.

–Isa sube –la escucho decir.

Vuelvo mi vista hacia ella –ah… hola Eli –digo subiendo a su auto.

–Vámonos –dice Eli arrancando del lugar –Isa me puedes adelantar un poco de lo que sucedió ayer –dice con intriga.

Me resigno ella no parara hasta que, escuché lo que quiere escuchar –pues lo seguí hasta la dirección que tu papá, lo espere ahí hasta que saliera y unos tipos me atacaron –suelto a lo que ella me mira con sorpresa. Deteniendo el auto de forma abrupta. Por suerte no había mucho tráfico, y no causo problemas en la vía, pero el chofer del auto que estaba detrás le pito, diciéndole que conduzca bien. ella omitió sus palabras mientras yo me recupero del susto que me hizo pasar en este instante.

–¿Estas bien? te hicieron daño –habla con preocupación.

Suelto el aire –primero avanza, entorpeces el transito –respondo a lo que ella lo mueve el auto.

–Dime –cuestiona Eli.

–Déjame recuperar del susto –respondo.

Se guarda silencio hasta llegar al estacionamiento de la universidad, donde estoy un poco más relajada después del susto que me hizo pasar hace poco.

–Ya Isa siento haberte asustado, pero lo que me dijiste me preocupo mucho –habla suave mientras caminamos hacia la facultad –no te hicieron nada.

–No –respondo entrando al edificio de la facultad –Daniel llego y me defendió.

Entremos al ascensor marcando el piso de nuestro salón –¿Quiénes eran esos tipos? –pregunta.

–Idiotas que me llaman bruja –respondo.

–Ya aparecieron en persona los acosadores –dice Eli.

–Eso parece –digo entrando al salón, donde algunos de mis compañeros de clase me siguen mirando de manera rara al igual que el resto de personas que me han evitado o me han quedado mirando extraño con miedo desde el día del evento en aquella galería.

–Solo ignóralos –dice Eli llevándome hasta nuestro lugar.

Guardamos silencio hasta que llegue el doctor para nuestra primera clase. Desde el momento en que sucedió eso en la galería, varias personas presentes filmaron en video aquel suceso y el video se hizo viral en poco tiempo, incluso los noticieros pasaron las imágenes en las cuales aparezco caminando hacia la corona que desprendía esa aura dorada. Por suerte ningún noticiero ha dado conmigo para una entrevista, no es que me emocione por darles una exclusiva de lo sucedido honestamente quiero que se mantenga alejadas de mí. El doctor ingresa al salón saludando para la primera clase. En eso pasa el tiempo en lo que sigo, pensando en aquel suceso de la corona en serio sentía que me llamaba y por acto de impulso como un instinto natural caminaba hacia ella. Las horas continúan hasta terminar las clases en la universidad. En eso voy a la cafetería junto a Eli, para comer algo pedimos una ensalada cesar junto a un yogurt.

–¿Sabes quiénes eran esos tipos? –cuestiona Eli bebiendo un poco de su yogurt.




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