Las palabras de Samael siguen retumbando en mi cabeza, desde el día de ayer no he hecho más que pensar en lo que dijo, no quiero pensar que si la historia se vuelve a repetir Darknael llegue a borrar sus recuerdos de mí. Además, dijo que el camino que he recorrido, llego a su fin. Me levanto de la cama, casi no dormí nada pensando en sus palabras que me sigue martirizando al fondo de la habitación lo veo descansar tranquilamente, a pesar de que no ha podido dar todavía con ese lugar donde cree, que tienen la corona. Los sujetos que me han estado vigilando, todos han sido neutralizados por él y ninguno tiene información sobre ellos.
Salgo hacia la cocina a servirme un poco de agua, me paro frente la ventana mirando la ciudad tiene una gran vista desde aquí las nubes grises se van tornando blancas debido al levantamiento del sol. Escucho la puerta abrirse, me volteo para encontrarme con Lucas sumamente cansado sus ojos rojos, los lentes de descanso no le ayudan mucho pues ha pasado varias horas tras las computadoras, desarrollando ese programa. Suelta un largo y profundo bostezo.
–Buenos días Isabela –me saluda frotándose un poco los ojos.
–Buenos días –respondo –otra mala noche.
–Ya me las pagaran. Cuando les pida un aumento por el proyecto –respondo tomando un vaso para servirse agua. Guardo silencio –Las cosas siguen igual –interrumpe el silencio.
Asiento –no ha podido encontrar pistas sobre la corona.
–Son astutos. Además, los tipos que estaban investigando la corona te quieren para sus pruebas, cuando recuperen la corona –suelta Lucas.
–No seré su conejilla de indias –comento molesta, aún más cuando Darknael me lo dijo.
–Está claro que Darknael tampoco lo permitirá –dice Lucas.
Empieza a tomar unos huevos, enciende la cocina coloca la sartén con un poco de aceite y se hace unos huevos revueltos, acompañados con verduras y queso mozzarella de la refrigeradora saca su botella de yogurt sirviéndose un vaso.
–Un buen desayuno –Darknael aparece en la cocina –y el mío –dice soltando una risita.
–Ahí están los ingredientes –dice Lucas.
–¡Que amable eres! –responde Darknael.
–Hola linda –me saluda.
–Hola amor –respondo a lo que él se acerca hacia donde están los huevos, tomando seis.
–Isabela quieres ayudarme –se dirige a mí. Asiento.
–Tengo trabajo que hacer. Disfruten su desayuno –dice Lucas tomando su plato de comida volviendo a su habitación.
–Empecemos –digo con ánimo.
Comenzamos a picar una cebolla, pimiento y unas setas. Tomo el rallador para rallar, el queso mozzarella mientras el bate los huevos –pongamos dos más –dice tomando dos huevos más colocándolos en el recipiente.
Empiezo a sofreír los vegetales hasta que estén blandos en eso el coloca los huevos y empieza a revolver, al estar listo baja la flama y vierto el queso rallado y lo tapo esperamos un momento más esta que derretido el queso, nos servimos sentándonos para comer noto su sonrisa sobre mí haciendo que le devuelva la sonrisa. Una canción se escucha desde la radio, es suave y relajada él se levanta caminando al centro de la sala.
–Ven –dice a lo que me levanto y voy hacia él –quieres bailar –me sorprendo, pero estoy algo cohibida –tranquila tendré cuidado –dice levanta su mano derecha al aire.
Por inercia llevo mi mano hacia la de él y me fijo de no tocarlo, su otra mano va sobre mi cintura sin tocarla y la mí la sobre su hombro y comenzamos a movernos, al ritmo de la música. Nuestros movimientos son suaves, con una concentración de evitar tocarnos su sonrisa es genuina al igual a la mía estos simples hechos son suficientes, para hacerme feliz a pesar de que quisiera mucho más que esta cercanía. Quiero abrazarlo fuerte, besarlo como si me fuera la vida en ello nuestros brazos ahora nos rodean de una forma cariñosa.
–Isabela –dice mi nombre.
Lo miro directo llevando mis manos rodeando su rostro, acercándome a él cuando sus alas se desprenden y me rodean dándome esa calidez tan agradable que me gusta, que recorre todo mi cuerpo. Al estar tan cerca de sus labios los deseos por sentirlos se incrementan. Un gruñido nos interrumpe, sus alas vuelven a ocultarse y miramos a Eli en la entrada del departamento.
–Ustedes no pierden, a pesar del peligro que corren estando juntos de esa manera –escuchamos la voz de Lucas desde la puerta de su habitación.
–Ah… Eli ¿Qué haces aquí? –pregunto algo nerviosa.
–Vine de visita. Y traje esto para ti amor –agita un vaso de café latte.
–Gracia linda –dice Lucas acercándose a ella, dándole un beso que es correspondido de manera pasional. Y los envidio ellos si pueden hacer eso, ya que no tienen ningún castigo sobre ellos.
–Hmm… corta notas –dice Darknael.
–Claro que no –dice Lucas acercándose con Eli hacia nosotros –por cierto, me puedes ayudar unos minutos, completando algunos algoritmos para el reconocimiento de voz y rostro.
–De acuerdo –contesta Darknael.
–Isa quieres salir a dar un paseo –propone Eli.
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Editado: 07.06.2022