Sin Mis Chicos (sc Libro#2)

5. Enfrentamiento

Derek

-Cálmate, no te van a matar. -Debi me dice y se acomoda en su asiento.

-Perdón, es que conocer a los padres siempre es algo difícil.

-¿Ya lo has hecho antes? -pregunta curiosa.

-Sí, con la única novia que he tenido antes de ti. -respondo sin dar detalles. Sí, tal vez con mi ex terminamos en buenos términos y todo, sin embargo no quiero hablar de mis romances pasados frente a mi romance presente.

-¿No que habías tenido dos novias antes que yo?

-La primera nunca la consideré novia, ella no buscaba nada serio y yo sí. -me encojo de hombros. -No discutamos de mi pasado, ¿sí? Mejor hablemos de cómo evitar que tu padre me termine fusilando.

-Que no te va a matar, solo te va a ver feo y ya, no te martirices demasiado.

-Claro que hará algo peor que solo verme feo, por favor. Eres su hija menor, seguramente me va a ahorcar en cuanto me vea.

-Mira, solo sé educado, si te ganas a mi mami, probablemente lo convencerá después de que eres buen chico. Les he hablado cosas buenas así que no vayas a arruinar la imagen ya hecha de ti. Tranquilo. -me dice y toma mi mano, le sonrío un poco más sereno. Llevo mi otra mano a su rostro y le acomodo el cabello. Se lo ha recortado hace no mucho y luce maravillosa como siempre.

-Intentaré hacer lo mejor. -le digo y justo en ese instante, se anuncia el aterrizaje. Me asomo por la ventana y Debi hace lo mismo. Ambos observamos cómo los edificios que se ven tan pequeños, aumentan su tamaño con el acercamiento al suelo. El lugar está lleno de casas y carreteras repletas de autos y me causa mucha curiosidad conocer los alrededores.

Tristemente no podré conocer la capital, ya que Debi simplemente estudia aquí, sin embargo donde sus padres queda a un largo viaje de tres horas como mínimo. Según lo que me comentó, en su ciudad todo es más tranquilo que acá, el lugar no es muy extenso, pero hay mucho que visitar y hacer. Espero al menos realizar un par de las muchas cosas que me mencionó y probar la comida también.

Adoro viajar y conocer diferentes culturas, aunque jamás se me había ocurrido pasarme por Centroamérica. En el año sabático que me tomé al finalizar el colegio fue mayormente viajar a países europeos y asiáticos, no consideré el resto de mi continente como mi hermana. Ella sí viajó a países latinoamericanos y dijo haber disfrutado muchísimo su estancia en estos lares. Ahora es mi turno de explorar estas tierras y ver qué me pueden aportar a mi diario mental de viajes extraordinarios.

Al estar en el aeropuerto repleto de gente y con las maletas en manos, mi nerviosismo regresa. He estado divagando mucho en la espera del aterrizaje y en busca del equipaje. Me emociona estar aquí, pero me pone nervioso el conocer a la familia de mi novia por primera vez. Ella conoció a la mía antes de siquiera ser algo y ahora mi deber es hacer lo mismo.

 

***

 

-Se me durmió la nalga. -digo mientras me levanto del asiento con dificultad. Al fin hemos acabado el largo viaje en bus hasta la ciudad de nombre extraño en donde Debi es originaria.

-Sacúdete, ya se te va a pasar. -me dice y me empuja hacia el pasillo del autobús. Somos de los últimos en bajar, ya que nos sentamos en los asientos traseros, así que hemos esperado un rato a que todo mundo bajara.

Ella se pone de pie con el celular en la mano mientras yo bajo nuestras mochilas del compartimento que quedan sobre nuestra cabeza.

-Aloh, sí, ya llegamos. -pronuncia con el teléfono en su oreja, probablemente hablando con su hermana quien había quedado en que nos recogería. -Sí hombre, ven a traernos, pero rapidito que quiero ir a dormir. -dice y chasquea los dedos dramáticamente logrando hacerme reír. -Bueno, adiós.

-¿Ya viene? -inquiero pasándole su mochila.

-Supuestamente sí, pero tengo a las hermanas más inútiles del mundo... ¿Qué digo? ¡Del universo! -exclama y suelta un gruñido. -Si no, nos va a tocar agarrar taxi.

-Esperemos y si no llega en los próximos quince o veinte minutos, nos vamos ¿sí? -le digo y beso su cabello. Ella me aparta sutilmente.

-Mucha miel, Derek, mucha miel y me empalago fácil. -me advierte así que suelto una sonora carcajada antes de cederle el paso para que salga primero.

Al tener nuestras maletas, nos sentamos en una de las bancas que encontramos en la salida de la estación de buses. El lugar está lleno de autos, taxis y gente yéndose o llegando de viajes como nosotros. Los autobuses entran y salen cada tanto. Las cosas aquí parecen muy agitadas, no les presto atención, Debi y yo solo nos dedicamos a charlar bastante cansados, pero sin quedarnos sin tema de conversación.

Hablar horas y horas de cualquier tema que se nos ocurriese es nuestro hobbie favorito. Probablemente esa es de las cosas que me fascinan de ella, ya que jamás me aburro. La única cosa que pone en pausa nuestra conversación durante los minutos que esperamos, es el sonido del celular de mi chica. Es su hermana avisándonos que está en la esquina esperándonos. Iniciamos marcha y con nuestro equipaje, llegamos al lugar convocado.

Es realmente parecida a ella, solo que obviamente con facciones más adultas. Ambas con piel clara, bastante estatura, rostro redondo, cabello lacio castaño y figura esbelta. Si no mal recuerdo, es mayor por diez años aproximadamente y la diferencia de edades se nota mucho, aunque cualquiera las ve y se percata que definitivamente son familia.




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