Sin Mis Chicos (sc Libro#2)

11. Amber la boxeadora

Gisele

-¡Deja de tocarme! -chillo encogida en el sillón. Mis manos hacen presión sobre mi vientre adolorido que no se calma y mucho menos con Dany molestando.

-No quiero. -dice y este vuelve a pincharme la mejilla.

-¡Déjame! -chillo nuevamente y tomo toda mi fuerza de voluntad para levantarme y pegarle en forma de defensa. Mis hormonas están matándome y mi humor es pésimo en estos momentos y mucho más con Daniel que desde que llegó no para de molestar.

-Bueno, ya está, te dejo. -dice sentado en el suelo con sus brazos protegiendo su rostro. -¡Ay! -chilla él después de ser golpeado por una pequeña rubia.

-Malo. -dice y suelta una risa.

-¿Qué estás haciendo hija? -Tere se acerca mientras se ríe. Dany aún tiene su mano en el área donde Amber le ha dado el manotazo, que fue en su mejilla.

-Solo vino a golpearme... esta niña tiene fuerza. -se queja sobándose a sí mismo. La pequeña sale corriendo en dirección a su madre para ser cargada por ella.

-¿De quién crees que es hija, enano? -Tomás aparece en el salón con aires de superioridad y se dirige hacia Amber para hacerle cosquillas.

-Afortunadamente se parece a su mamá... -Dany murmura y su hermano le da una mala mirada.

-A ver, ¿por qué le pegaste a tu tío Dany, eh? -Tere le pregunta a su pequeña con una voz chillona. -Eso no se hace, bebé.

-Solo estaba molestando un poco a Gisele, luego ella vino y se las dio de boxeadora profesional a golpearme. -Dany se explica aún sentado en el suelo.

-Seguramente Gis te golpeó primero y ella solo imitó su gesto. -Dylan habla apareciendo finalmente en el salón con mi té en sus manos. -Ten. -me la ofrece y de inmediato me reincorporo en el asiento para tomar la taza y darle un soplo a la bebida.

-¿Le pegaste a Dany porque Gisele le pegó primero? -Tere le pregunta y la pequeña asiente. -No lo vuelvas a hacer ¿sí? No debes andar pegándole a la gente. -le dice y besa su mejilla. -Bueno, debemos irnos, papá está ansioso por ver a Amber ¡Mamá! ¡Ya nos vamos! ¡Nos vemos en la noche! -Tere grita y escuchamos un "Está bien cariño" de parte de Charlotte desde la cocina.

-¿Metiste todo a la maleta? -Tomás pregunta tomando el bolso de bebé de Amber para empezar a hurgar. La rubia rueda los ojos.

-Que sí, ya vámonos. -dice y recoge su bolso del sillón. -Dile adiós a tus tíos y tía. -le pide a la pequeña que aún permanece en sus brazos y ésta alza su manita y la agita en señal de despedida antes de que la pareja se retire de la casa dejándome sola en el salón con los gemelos.

-¿Ya te desangras más tranquilamente? -Dylan me pregunta tomando asiento a mis pies en el sillón.

Asiento y tomo otro trago de mi té de manzanilla. Sí, todavía siento dolor, pero es bastante soportable por el momento. Solo debo esperar a que la pastilla que Charlotte me dio, cause efecto y terminar mi té caliente.

-Qué suerte que nací hombre, no me gustaría estar como tú. -Esta vez es Dany quien habla aún sentado sobre la alfombra.

-Te agradecería muchísimo si dejaras de hablar. -le doy una falsa sonrisa y este alza su puño izquierdo y con la otra mano comienza a girar una manilla invisible como si fuese la de una caja Jack-in-the-box, solo que en vez de saltar un payaso espantoso, lo que saca fue su dedo corazón.

Dylan suelta una risa y se acomoda las gafas.

-Déjala tranquila, ya sabes cómo se pone cuando está en sus días. No por nada Amber te terminó golpeando.

-Es culpa de Gisele, ella me golpeó primero.

-Pero supongo que la provocaste porque, que yo sepa, esta niña es más inofensiva que un conejo. -replica así que le doy una leve patada en la pierna desde mi lugar. -A menos que la provoques, como acabas de ver. -dice y suelta una risa después de esquivar mi ataque.

-Déjenme en paz, los llamé para que me hicieran compañía, no irritarme aún más. -me quejo y siento una punzada alrededor de toda mi zona baja del vientre que me hace reprimir el rostro esperando a que se me pase.

-No entiendo cómo las mujeres no mueren desangradas. Solo recuerdo la vez que vinimos a despertarte y había más sangre que sábana en tu cama. Fue como ver un asesinato sin cadáver. -Dany hace una mueca y su gemelo concuerda con un gesto.

-Tampoco es que perdamos tanta sangre y esa vez me había venido mientras dormía y encima con flujo abundante, lo cual no es todo el tiempo. -los señalo con el dedo acusadoramente.

-¿Podemos dejar de hablar de tus crisis y problemas menstruales? -Dylan interviene algo asqueado. -La sangre y yo no somos amigos.

-Ya sabemos que no servirías de doctor. -Dany suelta y ambos reímos.

Dylan es algo extraño con lo que tiene que ver con sangre, no comprendo perfectamente por qué le teme tanto, jamás me ha dicho una palabra al respecto. Al menos no a mí. Probablemente ha pasado algún trauma o algo parecido y fue tan perturbador que no le gusta mencionarlo. Lo único que sabía es que además de causarle náuseas, le da pánico y según Dany, una vez llegó hasta a desmayarse por ello.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.