Lucy
Otra mañana solitaria y aburrida comenzó. Me dormí algo tarde por estar hablando con mi novio y seguramente ya tengo una buenas ojeras que debo que tapar con kilos de maquillaje. Confirmo esto cuando me veo al espejo por primera vez en el día. Me aseo en el baño con lentitud, me visto y me preparo algo de comer. Mientras como, tomo mi celular y envío unos buenos días a mis padres, a Nico y al grupo con mis hermanos.
Todo para no sentirme tan sola.
Hoy mis padres llegará a California y se quedará otro par de semanas. Nunca creí que me gustaría tanto el ruido por las mañanas todos los días. Ahora mismo es simplemente tanto silencio que hasta me da algo de miedo de hecho. Si tan solo chillara un grillo, sería más interesante.
Me pone triste pensar que el contrato de mis padres con las oficinas de Nueva York pronto acabará y regresarán permanentemente a California otra vez. Yo me quedaré completamente sola esta vez y me tendré que valer por mí misma.
Quizá logre convencer a Ellie de compartir algún apartamento o algo así. Creo que le puede llegar a gustar la idea, además me beneficiaría, tendré compañía y no pagaré tanta renta. Me sigue sorprendiendo lo rápido que le tomé confianza a Ellie. Solo fueron los primeros días en los que estuve a la defensiva, pero vi que era completamente inofensiva, bajé la guardia.
Me recuerda mucho a Tere, sin embargo jamás en la vida podría compararse con ella. Tere es especial y siempre será mi única mejor amiga.
Hablando de ella, la extraño más que a nadie. Siento que en vacaciones no pasamos el suficiente tiempo juntas y eso me hace sentir mal amiga. Por esa razón decido llamarle luego de clases, las cuales son relativamente normales.
Me siento en una mesa vacía de la cafetería y con mi café en manos, le marco. Lo primero que veo es una frente junto con un cabello rubio peinado de un solo lado.
-¿Amber? -rio y ésta aleja el celular dejándome ver un poco más de su rostro y el techo de la habitación.
-¿Quién es? -una voz masculina preguntó. -Enseña hija ¡Lucy! -Tom chilla una vez su pequeña le ha dado el teléfono.
-Hola, esperaba a Tere, no a ti, engendro.
-Ay por favor, soy tu hermano favorito, Tere puede ir después.
-Rubén es mi favorito, no tú.
-Ok, eso fue directamente cruel.
-Es porque él me cocina, tú no.
-¡Yo te hice una sobrina! La primera y única por el momento. Deberías estar agradecida. -dice con indignación altamente fingida.
-Puerco, no quiero ni imaginarlos en ese tipo de escenarios. -hace una mueca asqueada. -Mejor pásame a Tere ya de una.
-Está en la ducha, yo estoy peinando a mi hija, que por cierto... -mueve la cámara y se coloca al lado de Amber para enfocarla. -No saludaste a tía Lucy, mi amor. Dile hola.
-¡Pía ucy! -sonríe y prácticamente le arrebata el teléfono a Tomás.
-Hola princesa ¿Y mami?
-Mami... -comienza a balbucear como cotorra y yo aparento que le entiendo mientras veo cómo Tom le termina de hacer una trencita en la parte del cabello que tenía suelto todavía.
No puedo creer que ahora sepa cómo trenzar, cuando éramos niños, una vez lo intentó en mi cabello y luego mamá tuvo que llevarme a un salón de belleza a que me lo desenredaran. Tuvieron que cortar una parte al final.
Tengo muchísimas anécdotas iguales.
-Ya quedaste hija. -Tom dice una vez ha acabado de peinarla. Le da un beso en la cabeza y Amber por su parte suelta el teléfono y éste cae sobre algo que hace que el ángulo me dejara ver un poco cómo ella le besaba la mejilla devuelta.
-Vaya, vaya, qué buena vista tengo. -Tomás pronuncia cargando a su hija y observando lo que supongo es la puerta.
-¡Sigo aquí! -digo pegándome el micrófono de los audífonos lo más cerca que puedo a mis labios.
-¿Con quién hablan? Hace rato escuché a Amber parlotear. -Identifico perfectamente la voz de mi mejor amiga luego del sonido de una puerta cerrándose.
-Ah, es Lucy, quiere hablar contigo. -mi hermano responde dándole finalmente el aparato a la rubia.
-Lucy. -sonríe y noté su cabello húmedo y su falta de maquillaje. No puedo ver su torso pero sé que estaba en bata de baño.
-Hola, te extrañé repentinamente así que ponme al día con tu vida. -digo y sorbo un trago de mi café.
-De hecho necesitaba hablar contigo. Te tengo una enorme noticia, bueno, Tom y yo. -sonríe y se coloca a su lado. Mi hermano sigue cargando a mi sobrina.
-Si es otro bebé, espero y ya tengan listos sus ataúdes porque esta vez no seré gentil. -les advierto seriamente y a pesar de eso, ambos ríen.
-No, claro que no. Amber seguirá siendo hija única durante otro rato. -finalmente habla, por lo cual puedo respirar más tranquilamente.
-Por mucho que me encantaría crear otra mini Tere, no hermanita, es algo importante pero más para mi reina que para mí. -Tomás dice mirando a Tere con una sonrisa boba. Ella suelta una risita y le da un pequeño beso. Aparto la mirada algo asqueada y ruedo los ojos.