Sin Mis Chicos (sc Libro#2)

29. Noches inolvidables

Tomás

Miro a mi hija jugando entretenida con un carrito que encontré guardado en una caja. No sé por qué, pero le ha gustado mucho, tanto que no toca sus demás juguetes desde ayer. No la detengo de que se divierta, que juegue con lo que quiera, no quiero imponerle estereotipos ni límites con lo que le guste. Además me divierte escucharla imitar el motor de un auto.

Siento unas manos colocarse en mis hombros y deslizarse hacia abajo por mi pecho. Inspiro el delicioso aroma de flores tropicales con coco que tanto me encanta y giro mi rostro para verla. Ella sonríe y me dio un suave beso en los labios. Río y como puedo, giro mi torso y la rodeo con mis brazos haciendo que prácticamente salte sobre el sillón para caer en mi regazo. Con sus manos rodeándome el cuello, vuelvo a besarla entre risas.

-¡amami! -Amber chilla lanzando su tan amado carrito al otro lado del salón para correr hacia nosotros. Tere se separa de mí y la carga para besarle la mejilla.

-Hola, mi amor ¿cómo te has portado? -le pregunta.

-Dile que bien, como siempre. -le incito y ella sonríe mostrando sus diminutos dientes.

-Me alegra escuchar eso.

-Mis rubias favoritas. -digo rodeándolas con mis brazos aprovechando el tenerles encima. -Me van a dejar solito por una semana completa. -hago puchero, Tere se gira hacia mí y me da un casto, pero gratificante beso en los labios. Amber se levanta hasta encontrarse parada en mi pierna y besa mi mejilla.

Sonrío bobamente.

-Solo serán 5 días y sabes que esto es importante.

-Lo sé amor, pero desde que nuestra chocolatito comenzó a existir, no he estado más de 12 horas alejada de ninguna.

-Lo sé, Tom, pero sé que serás fuerte y sobrevivirás, además todavía no te lamentes que nos iremos hasta el Lunes.

-Sí, pero ya es sábado, solo me queda un día y medio.

-Bueno, por eso luego de salir del trabajo, decidí hacer reservaciones en cierto lugar. -sonríe ampliamente mientras me acaricia el cabello.

-¿Cenaremos en algún lugar?

-Sí, en el restaurante donde tuvimos nuestra primer cita oficial y ya que está frente a la playa, sé que Amber se entretendrá viendo el agua.

-Hace mucho no pasamos tiempo en familia, nuestra pequeña familia. .-Amber deja de jugar con el cabello de Tere y me observa antes de balbucear.

-Nuestra pequeña familia, me encanta como suena. -repite Tere besando nuevamente la mejilla de Amber.

-Tal vez en el futuro ya podemos convertirla en una gran familia, muy parecida a la que ya tengo.

-Querrás decir la gran familia que ya tenemos, siempre me he sentido en casa estando aquí, tus hermanos, tus padres, siempre serán parte de mí.

-Lo sé y sí que me gustaría agrandar más la familia. Otro bebé, o dos, o tres. -declaro escondiendo mi rostro en su cuello.

-Eso lo decidiremos en el futuro, pero en definitiva no serán más de tres.

-En dos minutos será el futuro, ¿lo decidimos en ese entonces? -me alejo nuevamente y le sonrío.

-No más bebés por ahora, ¿sí? Espera que al menos Amber sea un poco independiente y lo hablaremos seriamente.

Hago un puchero, pero su mirada severa me hace ceder.

-Está bien.

-Te amo.

-Yo te amo a ti.

-¿Podrían guardarse sus cosas y hacerlo en privado? -Dylan se queja apareciendo por las escaleras, me río, pero lo ignoro y de todas maneras beso a Tere.

Amber suelta un chillido obligándonos a separarnos de inmediato y luego intenta bajarse del sillón. Me alarma que se pueda caer, así que la detengo y la baj9 con cuidado. Ella de inmediato corre hacia Dylan.

-Juga. -dice jalándole la mano.

-¿Quieres que juegue contigo?

-Ven, juga. -repite jalándolo hacia el centro del salón para enseñarle su carrito.

-Oye, eso era mío.- sonríe admirando el juguete, luego, se lo entrega devuelta.

-Lo encontré en una caja y a Amber le gustó. -le explico divertido ante mi hija volviendo a hacer ruiditos de auto.

-Supongo que ahora es suyo.

-Sí, no creo que lo vaya a soltar fácilmente.

-Dylan, ¿qué tal la fiesta ayer? -Tere le pregunta aún sin bajarse de mi regazo, no me quejo, estoy muy cómodo.

-Estuvo bastante bien, supongo, de todas maneras no soy muy fan de las fiestas.

-Llegaron bastante temprano... ¿Seguro que estuvo bien? -le pregunto curioso -Porque a decir verdad no me esperé que Derek llegase con ustedes a las 10. Mamá les dio permiso hasta las 11 según escuché.

-Gisele se aburrió y a decir verdad, yo también, Dan solo nos siguió. -se encoge de hombros y camina hacia la salida al patio.

Decido no tomarle importancia, parece sincero

-¿En qué nos quedamos? -me giro hacia mi novia y le sonrío con picardía.




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