Sin reina, no hay corona

Capítulo 11


—Ya hemos encontrado a Selene —anuncio Ronal entrando al despacho del príncipe.

Alexander se dio la vuelta en su silla y lo miro con desinteres.

—Qué bueno —refunfuño.

—Bueno, Alex creo que debes de ir a visitarla.

—Por supuesto que no, qué venga ella, al final a ella es a quien le interesa mi trono.

—Selene está en una clínica.

— ¡¿Qué?! —Se levantó de un salto— ¿Qué le ha pasado? ¿El bebé está bien?-- Su corazón se salto dos latidos involuntariamente

Ronal se sorprendió ante la  actitud del futuro rey. En realidad, el primer ministro estaba enterado de todo lo que sucedia en la aristocracia y sobre todo en la vida del Selene y la familia real e incluso sabía dónde estaba la futura reina , él nunca la dejo de seguirle los pasos , también sabía que el hijo que acababa de tener Selene era de Alexander, algo que ni el mismo príncipe sabia o se negaba a reconocer. Por tal razón, saboteo las pruebas que hicieron fallar a las otras dos mujeres. Era muy temprano para hacerle al niño una prueba de paternidad pero, aun así Ronal lo hizo y salió positiva. No dudaba de Selene al contrario él la conocía muy bien, y sabia que ella seria incapaz de hacer cualquier alto que la perjudicaria a ella y a Alex.

Alexander también se sorprendió de su actitud, a él no le importaba si Selene estaba o no en una clínica, ese hijo no es de él. No le importaba absolutamente nada . Estaba arto de las traiciones, de los engaños y sobre todo que su jodida vida estuviera llena de armargura y soledad porque cuando el quizo ser feliz no lo dejaron , y ahora ya no le importaba lo mas minimo su felicidad ni nada.
 

 

—Digo que mal por mi prometida y su bastardo —trato de ocultar la preocupación con indiferencia.

El ministro hizo una mueca.

—Tienes que ir. -- dijo mientras salia del despacho

—No.

—Bien, de una vez te digo que hoy me voy de viaje, tendrás que encargarte tú de decirle a Selene que es tu prometida. Por cierto, ya hice que lo anunciaran mañana en los periódicos y noticieros.

— ¡¿Qué?!  —Grito furioso.

—El compromiso del rey es novedad y lo más importante en el país, ahora ve y dile a Selene que es tú prometida.

.-*-. 
Un mes despues... 
 


Habían pasado exactamente un mes. A Selene ya le habían dado de alta hace 2 semanas pero, su bebé aún seguía en la clínica, no había querido despegarse de él. Hoy podría llevarse a casa a su pequeño. Su hermana. Kate.  Decidió pagar por su hospedaje en el hospital ya que no tenia seguro ni mucho menos un carnet de salud , tampoco podia moverse mucho por la cesaría y su estancia en la clinica iba hacer larga por medio de su hijo.

—?Doctor será que me lo puedo llevar hoy? —pregunto. Queriendo reconformar la noticia

—Sí Selene puedes pero, tienes que tener mucho cuidado con él. Tiene problemas para respirar a veces, sus pulmones aun no estaban muy bien desarrollados.

Se puso tan feliz ya se podía llevar a su hijo a casa. Al fin estaria comoda y segura . Ella miro como una enfermera  muy nerviosa se acercó al doctor.

—Doctor están buscando a la señorita Selene.-- murmuro pero la susodicha logro escuchar

El doctor miro a la enfermera confuso, luego a ella .

Selene se puso tensa. 《¿Quiénes serían? ¡Mis padres!》. Joder le había dicho a Kate que ella iría hablar con ellos, pero al parecer su hermana decidió enviarlos antes de tiempo .Nadie le mando a dar su verdadero nombre.

— ¿Quiénes son? —Preguntó el doctor.

—Un guardia real.

¡Oh mierda!”-- maldijo para sus adentros.

El doctor le lanzo una mirada preocupado. 
 


 

—Iré... — pero un hombre lo interrumpió antes de que terminara de hablar.
 


 

—No hace falta doctor ya estamos aquí —hablo el guardia— y necesito hablar con la señorita. 
 


 

El doctor y la enfermera se alejaron dejándola sola con el guardia, hecha un manojo de nervios. 
 


 

—El rey le envía esto —le entrego un documento—, en cuanto lo lea ira conmigo a la casa real. 
 


 

Selene abrió el sobre con desconfianza: 
 


 


Sr. Selene Mary Isabel II Monzón
 


 

Tengo el placer de darle la noticia más importante de su vida, algo por lo que usted estaba decidida de obtener. 
Mi padre; el Rey Rolan Gabriel Mcfiury ha dejado como legado que sea usted mi esposa. Por tal razón, le pido que venga a la casa real para arreglar nuestro compromiso y poner fecha de boda. 
Tendrá el honor de ser futura reina de Inglaterra, hoy mismo nuestro compromiso está siendo anunciado por los medios de comunicación. 
Por lo tanto, su hijo será cuidado por su madre, la cual está dispuesta y de acuerdo con ello. 
A partir de ahora es mi prometida y vendrá a vivir a la casa real por medidas de seguridad. 
 


 

Atentamente: El príncipe Alexander 
 


 

Con ira a penas contenida arrugo el papel en cuanto lo dejo de leer
 


 

— ¿Qué se cree? Que puede venir a decir que soy su maldita prometida, 
porque así lo dijo el rey Rolan y yo iré corriendo —refunfuño—¡Es un maldito bastardo hijo de su madre! —grito furiosa. 
 


 

Señalo al guardia en medio de su ataque de ira. 
 


 

—Dile a tu rey de pacotilla que ni sueñe que me casaré con él,  tendrá que arrastrase como un perro. ¡No me casaré con el! 
 


 

No le sorprendió  el repentino compromiso, fueron las últimas palabras las cuales me dieron tanta ira: "Su madre cuidara de su hijo". 
 




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