-René
Nadie discute la capacidad de resistencia al sufrimiento, ya sea por la pérdida de un ser querido, la ruptura de un amor o incluso el fracaso en los negocios.
Todo parecía converger en mi vida, el primer golpe a mi corazón fue la pérdida de ese pequeño ángel que nos dejó prematuramente. La separación de Eva creo un vacío inmenso en mi corazón, llevándose consigo todos mis planes. No la juzgaba, mi amor por ella era sincero y real, entendí que cada persona tiene su forma única de enfrentar las adversidades, ¿Quién era yo para exigirle que se quedara? Finalmente, el golpe devastador fue la pérdida de mi madre, esa mujer que, aunque no me dio la vida, me trató como a un verdadero hijo.
Recuerdo todas las noches febriles en las que alternaba con mi padre para cuidarme, o cuando me llevaba al colegio siempre mostraba orgullo por mí y por mis logros. Nunca escaseó el amor de su parte. Quizás tuve que ser más observador para percatarme de que su salud no estaba en su mejor momento. Desde ese día en que rubricó los documentos de asociación para incorporar a Damián a la empresa, tuve una leve corazonada.
Flashback
Luego de que nana me avisara que mamá se la pasaba durmiendo decidí subir hasta su habitación, ella descansaba plácidamente.
Cuando me acerqué para darle un beso en la frente, ella se despertó, me miró con esos ojos ámbar que tanto amaba mi padre.
-Cariño llegaste- dijo todavía adormilada.
-Nana me comentó que te has sentido mal- dije preocupado.
-No es nada-Me sonrió- Seguro se me pasa al rato.
La contemplé con ciertas reservas. Durante esa ocasión, pasé todo el día con ella, alimentándola y viendo las series que tanto disfrutaba. De alguna manera, parecía que mi corazón anhelaba preservar cada recuerdo con ella.
Fin del flashback
Con el pasar de las semanas ella lucía más fatigada, siempre ansiaba descansar y consumía raciones más pequeñas. Durante su visita a Eva en el hospital, luchaba por mantenerse despierta, le sugerí que se sometiera a unos exámenes de rutina. Aunque aceptó, al solicitarle los resultados esquivó la pregunta. No tuve tiempo para reflexionar durante el primer mes, los recurrentes ataques de López en la junta directiva estaban poniendo a prueba mi paciencia.
Mi intención era permanecer a toda costa, tanto por motivos comerciales como por la profunda amistad que mantenía con los hermanos Miller. Recuerdo una tarde en la que el empresario me amenazó con respecto a Eva, fue entonces cuando decidí intervenir. Me comuniqué con Patricia para contratar un equipo de seguridad especial para protegerla, sin que ella se enterara. Todos los gastos fueron asumidos por mí durante ese tiempo, ya que mientras mi familia estuviera a salvo, yo también lo estaría.
Hasta que los últimos tres meses se convirtieron en una pesadilla, desde que mi madre me reveló su repentina enfermedad. Le rogué que luchara por su vida, pero lamentablemente estaba demasiado avanzada como para someterse a tratamientos. Solo me duró un mes, un periodo insuficiente para expresarle cuánto la amaba y lo mucho que deseaba que se quedara a mi lado.
++++
Mi regreso fue gracias a Alexander, quien se mostraba entusiasmado porque un amigo ofrecería una presentación exclusiva en uno de los hoteles de Ferretti. Él era consciente de que necesitaba un cambio de aires y liberarme de todos los problemas que venía arrastrando.
Le agradezco profundamente por el gesto, ya que gracias a ello finalmente me reencontré con Eva y experimenté una sensación de alivio abrazándola con fuerza. Su fragancia me inundó de vitalidad y sentí cómo mi energía se renovaba. Seis meses se convirtieron en una verdadera tortura al no poder despertar a su lado, ni compartir nuestros desayunos o nuestras tardes viendo películas juntos.
El encuentro de dos almas destinadas es un espectáculo fascinante. Los minutos se detienen, el tiempo se congela y, por más angustiosa que haya sido la espera, cuando alguien está destinado para ti, llegará en el momento exacto.
En el instante, en que las luces empezaron a deslizarse por las hileras y un hermoso cabello castaño resplandeció, supe de inmediato que era ella; Aunque lucía muy cambiada con su nuevo corte, se veía aún más hermosa de lo que es. Sus rasgos resaltaban, sus ojos brillaban con una intensidad que eclipsaba y su piel se mostraba tan lozana. Había regresado con una versión mejorada de sí misma.
Cualquiera que me escuchara diría que estaba enamorado hasta la locura, y la verdad es que así era. Durante los primeros meses olvidas las imperfecciones y te enfocas únicamente en el sentimiento hacia la otra persona. Luego, una vez que empiezas a cuidar lo que has cultivado, te das cuenta de que a veces pueden surgir plagas en el fruto o intentos de bacterias; pero está en ti velar por él.
-Te extrañé- dije
-Yo a ti- Percibí su voz nasal.
-Oye- La sujeté por los hombros- ¿Por qué lloras? - Sentí un apretón en el corazón.
-Prometí no volver a llorar cuando te viera- Se secó rápidamente una gota-Siento mucho lo de tu madre.
-Estoy aprendiendo a vivir con ello- Me miró triste- Pero, ahora estamos juntos- baje mis manos hasta tomar las suyas- Te ves hermosa.
Su risa melodiosa resonó en mis oídos, aproveché la oportunidad para delicadamente apartar un mechón de su cabello y colocarlo detrás de su oreja.
-Tú también tienes tu encanto- respondió.
Sus orbes esmeralda se tornaron oscuras, baje mi cara hasta rozar nuestros labios; añoraba sentir el sabor de sus besos, los encontraba apetitosos con ese labial rojo. Su reacción me sorprendió, tomó mi corbata y nos terminó de unir en un profundo beso. Creí escuchar fuegos artificiales a nuestro alrededor, todo era perfecto en ese momento.