-René
2 semanas después
El día del juicio llegó y me encontraba ansioso, pues Eva tendría que enfrentarse a Damián. Previamente, el abogado me había informado de que sería necesario que relatara los hechos cuando llegara su turno en el estrado. Se dedicó a practicar incansablemente su defensa, ya que los últimos 15 días resultaron ser cruciales para comprender todo el proceso que le aguardaba.
A pesar de que Eva no me había confesado nada, pude percatarme por mí mismo de hacia dónde se dirigía la mayoría de las noches. Desperté y palpé la cama en busca de ella, sin éxito. Al percatarme de que no estaba dormida, dirigí mi mirada hacia la puerta del baño, donde la luz seguía apagada. Alarmado, me levanté de inmediato. Después de buscar en varias habitaciones durante unos minutos, escuché un sonido constante de golpes. Al acercarme al gimnasio, descubrí a Eva golpeando el saco de boxeo. Sus manos lucían enrojecidas y el sudor le corría por la frente.
Eva valoraba su libertad por encima de todo, y sentía que Rebeca le estaba arrebatando ese preciado don con su repentina presencia. A pesar de su empeño por encontrarla, la mujer resultaba esquiva y sus padres no contribuían en absoluto con la búsqueda de justicia. Estaba convencido de que la tenían oculta y la estaban resguardando. Dada la opulencia de su familia, disponían de los recursos financieros y la influencia necesaria para silenciar a quienes intentaran revelar la verdad.
Nos encontrábamos en la sala de audiencias, sus manos temblaban ligeramente, pero su determinación y valentía eran más firmes que nunca. El abogado la había llamado al estrado para testimoniar frente al juez. Al mirar directamente a Damián, este parecía no tener interés alguno en los cargos de los que se le acusaba.
Las pruebas presentadas eran irrefutables. Testimonios de testigos, registros telefónicos y evidencia física señalaban inequívocamente hacia el culpable. Eva explicó con valentía los horrores que había experimentado durante su secuestro, mientras su secuestrador la observaba con una sonrisa desafiante en su rostro.
El momento en que relató como Javier la golpeo y Damián solo la veía riéndose, me dieron ganas de ir hasta él y darle una paliza, pero me contuve, porque Andrés que me tomó del brazo y los hermanos Miller me hablaban para que no me alterara más.
Flashback
-Eva, cuéntanos cómo fue que perdiste a tu bebé- Preguntó su abogado, ella tragó fuerte.
-La primera vez que intenté escapar- comenzó a relatar-Me escondí detrás de la puerta para esperar que alguien llegara- Sus ojos se cristalizaron.
Mi intención era utilizar las técnicas de defensa personal que había aprendido con mi entrenador para poder salir de aquel lugar-Se aclaró la garganta- Javier entró a la habitación y fue cuando lo sorprendí tirándolo al piso, pero en cuestión de segundos tenía a Damián apuntándome en la nuca con un arma para que lo soltara. Yo hice lo que me pidió, no quería que me asesinara, pero una vez Javier estuvo libre me propinó un golpe con su puño en mi estómago- Cerré mis ojos por la rabia.
-¿Después de eso qué pasó?- Preguntó Marcos.
-Todos los días comencé a tener dolores en la parte baja de mi vientre, que se intensificaban- dijo nostálgica.
-Objeción su señoría, mi cliente no estaba enterado que esperaba un bebé- Dijo el abogado de Damián.
-Denegado abogado, siga relatando los hechos srta Gómez- dijo el juez.
-El día que me rescataron casi no podía caminar por tanto dolor, escuchamos unos disparos y con todas las fuerzas que me quedaban corrimos hasta el auto, allí comencé a sangrar y durante la persecución me desmayé- Terminó de decir.
-Como verá su señoría- El abogado entregó un folio al juez- Mi clienta tuvo una deshidratación severa, casi no le dieron alimento durante su cautiverio, fue maltratada física y psicológicamente- Recalcó mostrando las imágenes del estado de Eva cuando llegó al hospital- Hasta terminar en una clínica de rehabilitación por 6 meses.
-¿Algo más que desea agregar abogado?- preguntó el juez.
-Es todo, su señoría- dijo Marco.
Fin del flashback
+++++
El abogado defensor trató de desacreditar a Eva, cuestionando su testimonio y sembrando dudas en la mente de los jurados acerca de la salud mental de su defendido. Sin embargo, ella se mantuvo firme, con la mirada fija en el juez y la convicción de que finalmente se haría justicia. Después de extensas horas de testimonios y argumentos, llegó el momento de la sentencia. El juez pronunció las palabras que mi pequeña hada había anhelado durante tanto tiempo: "Declaramos al acusado culpable de secuestro, homicidio en primer y segundo grado, robo, tráfico de armas, y lo condenamos a cadena perpetua".
Las lágrimas brotaron de los ojos de Eva, no por dolor o miedo, sino por alivio y satisfacción. Por fin podía empezar a dejar atrás todas las heridas causadas por su terrible vivencia. Ahora sentía que podía seguir adelante con la certeza de que la justicia había sido finalmente impartida. Damián se mofaba mientras lo llevaban de regreso a la celda, lo cual demostraba que estaba completamente cegado por la ira y la sed de venganza. Un individuo peligroso que sería recluido en la prisión de máxima seguridad del país.
Agradecimos a Marcos por su excelente trabajo. Al disponernos a abandonar la sala, divisé la silueta de López junto a una mujer de espaldas que salía. Le pedí a Eva que se quedara con Andrés, ella me miró perpleja, por lo que le indiqué que le daría explicaciones al regresar. Realicé una búsqueda exhaustiva, pero no encontré rastro de ellos. Regresé con el resto del grupo y nos encaminamos finalmente hacia la salida de la corte; sin embargo, un grupo de periodistas nos rodeó en un intento por obtener declaraciones de Eva. El juicio había adquirido gran relevancia mediática debido a la implicación de Damián, un empresario extranjero de renombre, y al fallecido hijo de uno de los hombres más poderosos de la ciudad. Además, la gente estaba al tanto de la relación de Eva conmigo.