2. ¿Amigos o enemigos?

Quiero empezar con un gracias a una amiga que me ayudó muchísimo, tanto en la vida como con la historia, gracias por seguir mis locuras ♡.

No entendía como de mi habitación termine en ¿un bosque?

-¿Qué está pasando? esto parece sacado de un anime o una película de ficción, pero esto no es un sueño-

podía sentir todo, los aromas, las plantas e incluso los sonidos de animales pequeños huyendo de algo.

-Además no recuerdo ni siquiera haberme acostado-

Estaba tan sumergida en mis pensamientos hasta que el sentimiento de ser observada sé apodero de mí acompañado de una mano posándose sobre mi hombro, sentí un inmenso terror que juré que esos eran mis últimos momentos con vida, no sé cuándo comencé a correr pero por un momento pensé que mi vida dependía de eso, solo había un pequeño e insignificante problema no sabía a dónde me dirigía 
Pronto mi cuerpo comenzó a agotarse, mis movimientos se volvían más lentos y comenzaba a detenerme, pero solo basto el escuchar gritos y pisadas detrás mía para que la adrenalina se apoderara de mí y recuperar fuerzas, lo estaba logrando, los gritos y pisadas cesaron podía sentir mi respiración y corazón muy agitados sentía que mis pulmones estallarían, esto de correr descalza me paso factura ya que en algún momento me clave una piedra afilada en la planta del pie e hizo que me desviará hacia unas raíces tropecé y termine de cara en un enorme charco de lodo, tan espeso como masa mal hecha, mínimo mis reflejos me hicieron serrar los ojos, con esfuerzo me senté intentando quitarme el lodo de la cara, solo para descubrir que estaba rodeada de un montón de extraños con máscaras, no comprendía cómo me alcanzaron tan rápido si no hace mucho los había perdido, estaba frita.
No tenía escape intente darme vuelta para solo descubrir a alguien apuntándome con una lanza creí que moriría y solo me quedaba una cosa por hacer en ese momento.

-Waaaaaaaaaaa -

Si llorar, como si no hubiera un mañana –¿Qué? nunca dije que estuviera 100% cuerda– no sé qué pensaban si tenían miedo o les intentaba dar pena ajena bueno sea lo que fuera sirvió para que dejaran de apúntame, pero no para que yo dejara de llorar.
Uno de ellos se acercó lentamente, portaba una armadura y lo que parecía ser una máscara de demonio el cual cubría por completo su rostro eso lo noté después de que se arrodilló, seco mis lágrimas y quitó algo de lodo de mi cabeza, eso me sorprendió tanto que al instante deje de llorar –lo sé que bipolar–
Al momento en el que me calmé con una voz más dulce y calmada que he oído en mi vida me preguntó

-¿estás bien? -

Me limite a asentir, en eso el otro sujeto con máscara de lobo negro y armadura del mismo color se acercó a mi algo molesto y levantando la voz se dirijo a mí y pregunto

-¿¡Quién eres!?, ¿¡Cómo llegaste aquí!?, ¿¡Cuáles son tus intenciones!?-

Su tono de voz me dio tanto miedo que no supe que decir, eso lo desespero y ya gritando me dijo

-¡Responde tonta! -

Eso me asusto y enojo al mismo tiempo así que mi gran idea fue tomar una bola de lodo y lanzársela a la cara, eso obviamente lo enojo aun más, se acercó maldiciéndome, por mi parte me encontraba tomando otra bola de lodo pero por suerte el chico de la máscara de demonio nos detuvo.

-Cálmate Orihs, la estas asustando-

Se dirigió a mí y con voz tranquila me preguntó lo mismo que ese tal Orish, llámenme loca pero me dio la suficiente confianza para contestarle

-Mi nombre es Rea Kangae, vengo de la ciudad de Jalisco y como por arte de magia aparecí en medio de la nada, no sé cómo llegué aquí. -

eso basto para que se quedarán callados y serios, eso me hizo sentir incómoda.

-Será mejor que me vaya e intente regresar a casa -

Intente levantarme pero olvide el pequeño detalle de que estaba herida, al sentir el dolor hizo que callera de nuevo dolió mucho pero no llore ya era vergonzoso, de la nada el chico Dem –así decidí llamarlo– me levanto en sus brazos como una princesa y todos caminaron juntos en una dirección sin decir nada, no sabía si me sorprendía que nos fuéramos como si nada o que me levantará tan fácil ya que no era liviana, caí en cuanta que me llevaban algún lugar pero no dije nada ni opuse resistencia, aún que lo intentará de nada serviría no podía mantenerme en pie mucho menos correr así que me deje llevar, no entendía nada ni como llegué aquí ni a dónde me llevaban o como lograban ver en esa oscuridad, parecía un sueño o más bien una pesadilla.