Tal vez no fue maduro o sensato de mi parte dejar a Orihs sin decir o aclarar nada pero aún tenía mucho que pensar, me sentía bien y con fuerzas para seguir el entrenamiento, me di una ducha y volví a tener que rehacer ropa, en algún momento tenía que ir a comprar algo más, después me dirigí al comedor donde Yenoh al verme se abalanzo sobre mi
-o linda que gusto verte ¿Cómo estás?, ¿Sigues enferma? ¿Dónde estabas?
-tranquila estoy bien, solo fue una pequeña fiebre, por ahora necesito un buen desayuno
No quería preocuparla ni mucho menos decirle donde pase la noche, la conocía lo suficiente para saber que intentaría juntarnos y aún no sabía que hacer
-confiare en ti ven ya están casi todos
Nos dirigimos al comedor y efectivamente todos estaban ahí incluyendo a Orihs, desayunamos tranquilamente después Akane y yo nos dirigimos al campo de entrenamiento pero no cualquiera si no el de entrenamiento con armas, ya avía usado mi arma pero no en una batalla de uno contra uno y tener de oponente a alguien tan fuerte y experimentada como Akane no me aria las cosas más fáciles, invocando sus llamas sacó su espada una de sus armas más fuertes y peligrosas
-espero que hayas recuperado por completo tu fuerza, que seas casi mi hermana no significa que te lo dejaré fácil
-lo se, bien estoy lista
Invocando mi guadaña me coloqué en guardia, Akane no se hizo esperar y se lanzó contra mi, logré detener su ataque con el mango de mi guadaña pero velozmente retrocedió, ahí vi mi oportunidad y me lancé hacía ella intentando quitar el arma de sus manos con el filo de mi guadaña, no logré mucho ya que me esquivó y se posicionó detrás de mi de no haber sido por el mango que bloque su ataque estaría muerta bueno derrotada, con el mango en su espada la hice retroceder hacia una pared, mi error ella lo utilizo para impulsarse y dar un salto sobre mi liberándose de mi agarre, esta pelea era más seria de lo que pensé, ataque varias veces tanto con el filo como el mango pero no lograba ni un rasguño, mientras tanto muy apenas me libraba de sus ataques necesitaba practicar más mis reflejos, para ella fue muy fácil cortar mis prendas y parte de mi piel no era nada grave pero se notaba que no se contenía, es tan flexible y ágil que con piruetas lograba salir ilesa de mis ataques, me di cuenta que lo mejor sería dejar que ella se acercara lo suficiente como para derribarla o desarmarla, se lanzó directamente hacía mi esa era mi oportunidad, girando mi arma por mi cuerpo sin darle un fin a los movimientos logré que la punta termine en el suelo en frente de sus pies cuando estaba por atacarme, eso la detuvo lo suficiente para inclinarme a un lado silbé agudo y aproveche su confusión para justo cuando me dejé caer Akane se tropezara, me levanté con la guadaña intentando llegar detrás de ella quedando a sus espaldas, la sujeté de la cintura impidiendo que callera y así el filo de la cuchilla terminara a centímetros de su cuello
-bien es mejor que te rindas si te mueves te cortare
Lo hizo soltó su arma y no se movió hasta que la liberé
-vaya que recuerdas bien, incluso tienes nuevos movimientos
-supongo que vivir en la tierra me enseño algunas cosas, pero fue muy difícil un poco más y terminaría sin algunas de mis partes aún tengo que entrenar mucho, te importaría seguir entrenando me
-claro que lo aré necesito que seas fuerte ve con Akemi para curar tus heridas si gastas magia ahora volverás a enfermar
-tienes razón, sería bueno descansar mientras termino de leer los informes que- O rayos de seguro se quedaron en- tendré que ir por ellos
-¿con quién? ¿A dónde?
-aaa-m en el establo sisisi espero corazón no se los haya comido
Akane me miró con cara de no creerme nada pero no dijo nada y se dirigió a la salida
-ok espero termines pronto, no olvides ir con Akemi primero
-si gracias nos vemos en la hora de la cena
-claro, saludas a Orihs de mi parte
-si, ¡espera! ¿Cómo? ¿Quién te dijo? Digo ¿De que hablas?
-adiós suerte
Akane me conocía mejor de lo que creía, ahora tenía que calmarme e ir por los pergaminos no se cómo los olvide eran tan importantes y los deje como si nada, me dirigí al cuarto de Orihs esperando no encontrarlo ahí, para mí mala suerte estaba y con los pergaminos en la mano, su rostro agachado su cuerpo rígido y su aura no era la de siempre
-hola o ahí están mis pergaminos te importaría entregármelos aún me falta terminar de leerlos
-¿es cierto lo que dicen estos pergaminos?
-¿Los leíste? ¡No debiste!
-se juntaron con los míos y necesitaba separarlos no lo hice a propósito por favor dime ¿es verdad?
No tenía caso ocultarlo lo descubrió
-si cada palabra sin acepción
Orihs dejó caer los pergaminos me observo sus ojos intentaban retener las lágrimas, se acerco y me abrazo escondiendo su rostro en mi cuello entendí que el sería mi cómplice en esto y que lo volvería a lastimar ojalá no llegara ese día o pudiera cambiar las cosas pero ya no podía volver el tiempo atrás no ahora
-prometo cuidarte hasta entonces y hacerte muy feliz no te preocupes por lo demás
Sus palabras dejaron que mis lágrimas salieran no dije nada solo lo abrase e intente olvidar eso por un momento ahora tendría que crear un hechizo más.
Avían pasado varios días Orihs era muy amable y atento pero reservado cuando estábamos con los demás, Akane, Akemi, D y Anasihc seguían entrenándome eran duros entrenamiento y terminaba exhausta pero ya lograba ver los frutos de tanto esfuerzo, cuando me dirigía al castillo después de dar un paseo que más bien fue un entrenamiento leve, un portal se abrió y de el salieron Aspilce, Ulmer y Dem pero no venían solos un joven aproximadamente de unos 20 años, de cabello verde y ojos del mismo color, con una estatura parecida a la de Ulmer, algo fornido y de piel morena, por su vestimenta deduje que era un príncipe o algo por el estilo, no venía solo un chico de unos 24 años de 1.72 de estatura cabello rubio cenizo, ojos rojos como rubí y piel clara, tenía una expresión molesta y vestía ropa de batalla me acerque para ver qué sucedía