34. Una llegada inesperada

Un mes más duraron Akinom y kel en el reino de Samla, un mes donde Akane y kel se enamoraron más pero lamentablemente el tubo que regresar a Sikom, no estaban tristes encontraron la forma de seguir hablando e intentarían verse lo más seguido posible ya que ambos reinos seguirían en contacto debido a sus comercios, Rea se quedó a su lado algunos días para que no sintiera la soledad de no ver a kel, aunque su tristeza no duró tanto era demasiado eficiente y comprometida con sus obligaciones como para estar deprimida demasiado tiempo
 

-siempre admire esa parte de Akane yo siempre me dejó caer muy fácil- pasaron algunas semanas, Rea aún intentaba investigar acerca de aquel sueño pero no lograba mucho, empezaba a desesperarse sus días no serían muchos y las señales de que ese día se acercaba eran más cada día, Orihs buscaba sin descanso algún modo de revertir o retrasar ese día no encontraba nada, incluso fueron donde Circe con la esperanza de que lograrán algo 

 

- gracias por recibirnos tan rápido


 

-no tienen nada que agradecer, dime ¿qué necesitan?


 

-bueno sabrás algo acerca de esto

 

Rea le mostró el tatuaje a Circe, por un momento Circe se impresionó tanto que casi cayó al suelo

 

-¿Desde cuándo tienes eso?


 

-desde que recupere mis recuerdos


 

-¿sabes algo? acerca de esto Circe


 

-lo que todos, si ese sello llega a alguien sus días están contados, tiene prohibido renacer en cualquier mundo y dan señales de cuanto tiempo te queda conforme pasa el tiempo pero sería todo ni yo tengo toda la información 


 

-y ¿sobre las escrituras?


 

- lo siento Orihs es demasiado fuerte me es imposible hacer algo, incluso es tan antiguo que no queda registro de el 


 

-tiene que aver algo tal ves si-


 

-gracias por tu tiempo Circe


 

-me gustaría ayudar pero no tengo nada


 

-no te preocupes nos veremos después, vamos Orihs

 

Así una de sus esperanzas se esfumaba, era difícil encontrar algo para salvarla cuando no encontraban ni una pequeña pista de que hacer

 

-encontrare algo lo sé

 

-no esto ya está perdido- Rea y Orihs en ocasiones discutían debido al estrés que guardaban, ella quería que la dejara, olvidará y continuará con su vida ahora entendía que no podrían hacer nada y no quería que Orihs sufriera al contrario quería que fuera feliz y a su lado solo le esperaba un gran dolor 

 

-Orihs lo sabes no tengo tiempo es mejor te alejes ahora será más fácil olvidarme 


 

-no lo aré ni el resto de mi vida me alcanzará para intentar olvidarte estaré aquí


 

-¡no es seguro que encontremos algo que nos ayude cada que pasa el tiempo está más cerca de-!


 

-lo sé, pero no me rendiré, ¿lo recuerdas? Ya lo hablamos si eso sucediera y no logro nada solo te pido espérame por favor lograre estar con tigo dónde sea que vayas


 

-pero te lastimare


 

-claro que no ahora estoy preparado para todo 

 

Rea sabía que todo terminaría mal pero estar alejada de Orihs solo hacia que su corazón doliera más y sus alegrías se apagaran ya lo avían hablado así que no le quedo más que aceptar y esperar encontrar alguna esperanza 

 

-tienes razón con estas peleas no lograremos nada, nos lo prometimos estar juntos y esperar vivir la eternidad, lo siento solo hay días que mis esperanzas se van


 

-te entiendo y no tienes que disculparte también es mi culpa, por favor no vuelvas a decir nada parecido, seremos felices todo lo posible no hay que discutir mas


 

-gracias, si tienes razón, te amo muchísimo mi sombrita


 

-y yo más mi tulipán 

 

Ese fue su acuerdo seguirían buscando y si el tiempo no le favorecía ella se iría y lo esperaría, mientras tanto el seguiría su vida hasta que llegara el momento de verla de nuevo,
 

Después de su discusión estaban de nuevo como al principio ya no discutían intentaban pasar el mayor tiempo juntos y disfrutaban su compañía, los dos entendían las razones del otro y prefirieron disfrutar que vivir discutiendo cosas sin sentido, parecían días tranquilos y felices, 
 

Al día siguiente todos se encontraban en el comedor desayunando, en eso Ulmer comenzó hablar

 

-Rea han pasado algunos días y no hemos logrado entrenar juntos ¿crees tener tiempo para entrenar?


 

-o es verdad, lo siento Ulmer con tantas cosas lo olvide por completo pero es verdad aún me falta terminar el entrenamiento con tigo, Dem y Orihs ¿podrían ayudarme con ello?


 

-claro que si


 

-cuenta con ello


 

-muchas gracias, entonces Ulmer si no te importa ¿entrenamos junto en el jardín?


 

-me parece bien entonces terminado el desayuno nos vamos, Akane y Anasihc ¿Tienen algo que hacer?


 

-Akane me ayudara a escoger que pociones deberíamos crear primero sería lo único


 

-bien entonces estarán en el castillo cuídenlo por favor mientras estamos fuera ¿Si?


 

-cuenta con nosotras verdad Anasihc


 

-claro que si


 

-se los agradezco 

 

Dicho esto cada uno se fue a seguir con sus labores, todo transcurrió normal hasta que Anasihc y Akane lograron sentir una gran presencia que provenía del salón del trono, por un momento se quedaron paralizadas sabían que ese extraño era muy fuerte, lograron reaccionar y salir en dirección así aquel extraño ser, Akane convocó sus armas prefería estar lista no sabían que intenciones tenían o si eran un peligro pero no se lo dejaría fácil, al abrir la puerta encontraron a dos personas uno en una especie de campo de fuerza y el otro a su lado, se pusieron en guardia por reflejo, no sabían cómo lograron entrar aún que no parecían querer hacerles daño serían precavidas, uno de ellos levantó las manos en señal de rendición y lentamente se acerco a ellas, Akane fue la primera en hablar