Era de mañana y Akane fue la primera en despertar todas las preguntas daba vueltas en su cabeza así que prefirió levantarse y dar un paseó para ver si con eso las soluciones llegaban más fácil, su mejor opción era dar una vuelta por los jardines pero justo en la entrada se encontró con Amadeus
—buenos días no esperaba verte tan pronto
—buenos días, bueno tengo que arreglar la sala de entrenamiento lo prometí
—o cierto, te acompaño quiero saber cómo repararas una sala que me costó una semana reconstruir
Akane no lo decía molesta más bien curiosa de saber que alcance tenía Amadeus con sus poderes, Ambos caminaban en dirección a la sala
—así que tú la reconstruiste lo siento no fue mi intención destruirla
—no te preocupes lo entiendo además en primer lugar la reconstruí por qué yo misma la destruí
—espera ¿como pasó eso?
—bueno antes de que llegaran se encontraba aquí uno de los Reyes de este planeta su guardia y yo entrenemos y en un momento se salió de control destruyendo toda la sala, como castigo nos encomendaron su reconstrucción
—vaya eso debió ser algo grande
—algo así, por el lado bueno hicimos varias mejoras pero por lo visto no fueron suficientes
—si disculpa
—tranquilo mejor muéstrame que aras
—bien pero quédate un poco lejos no quiero que te lastimes
—hecho
Akane se quedó en un lugar seguro mientras tanto Amadeus se dirigió al centro de la sala se desprendió de su camisa al hacerlo Akane logro ver sus tatuajes –vaya esos son muchos tatuajes, aún que son igual de inusuales a los de Rea lamentablemente solo se parecen en eso que son poco comunes– se decía a si misma después Amadeus puso sus manos frente a el, sus tatuajes tomaron colores extraños –¡¿por que cambian de color eso es normal en el y ahora se mueven?!– pronto una esfera apareció dando vueltas sin rumbo fijó –espero no sea algo parecida aquella esfera de la dimensión– con unos minutos de espera Akane comprobó que no era igual, en un momento los tatuajes de Amadeus se apagaron la dejo nerviosa para su suerte la esfera desapareció dejando una neblina con olor a rosas y abetos algo que la sorprendió y relajo bastante tanto que cuando volvió a mirar la sala estaba en su lugar como si todo aquello hubiera sido un sueño, se notaba que no estaba todo pero eran pequeñeces –¿como?, ¿en qué momento?, este chico realmente es fuerte– sin dudarlo se acerco Amadeus para confirmar lo que tenía en la cabeza
—es impresionante tienes el poder de destruir o reconstruir las cosas
Amadeus se avergonzó un poco y se colocó la camisa rápidamente intentando dar una explicación
—exactamente pero tiene límites no puedo regresar nada que no conozca o sepa cómo funciona, solamente lo puedo utilizar una vez al día y no puedo regresar a la vida a nadie
—mmm entiendo es un gran poder
—si, bueno fue un gusto verte nos vemos bueno día y gracias por la compañía
Amadeus se fue a lo que Akane supuso era con Coconut parecía estar más tranquilo y eso la dejaba en paz, mientras tanto Akane decidió probar la sala aún cuando sus heridas y magia no se recuperaban del todo prefería entrenar y liberarse de todo lo que rodeaba su cabeza, fue un gran entrenamiento hasta que su estómago le pidió algo para seguir, se dirigió a la cocina para su sorpresa todo un banquete se encontraba en la barra tomo algunas cosas desayuno y termino por irse a su habitación, después de un agradable baño su caracola brillaba era Kel quien al no saber de ella decidió llamarle
— pequeña escurridiza ¿dónde rayos has estado?
—hola gruñón, han pasado varias cosas ¿Tienes tiempo?
—suéltalo
Akane le contó casi todo a kel el en ningún momento la interrumpió ni hizo preguntas sabía que ella le contaría lo esencial, cuando termino lo único que dijo fue
—se que eres muy capas, fuerte y estoy orgulloso de eso pero nunca dudes en llamarme si me necesitas
—gracias
Se podía escuchar aún kel algo nervioso pero feliz continuaron hablando hasta que Akane se quedó dormida de nuevo
Mientras tanto con Rea
Ella se despertó tranquila mirando a Orihs dormir le alegraba que Akane y Akemi le ayudarán a dormir sabía que fueron ellas con tan solo ver el fuego de Akane, miró el reloj ya era algo tarde después de unos momentos decidió que era hora de contarle todo lo que sabía a los demás, se levantó tomo un baño y se puso la ropa más cómoda que tenía ese día no era más que una simple humana con una gran carga, le dejo una nota a Orihs y se dirigió a la cocina encontrándose con Yenoh y una torre de panqueques
—¿no crees que eso es demasiado para tan pocas personas?
—no son simples panqueques tienen un ingrediente secreto que ayudará que todos los que lucharon se recuperen
Rea se rio un poco pues Yenoh no había notado de quién se trataba
—siempre tan amable, ¿crees que yo también pueda comer algo de esos panqueques?
—bueno si me das un-
Yenoh por fin miro a Rea y sin pensarlo le dio un gran abrazo
—Rea linda que alegría que estés bien ¿Cómo te sientes?, ¿Que haces levantada?
—tranquila estoy bien
—¿Segura?
—si ves como nueva, bueno un poco hambrienta
—por suerte esa es mi especialidad siéntate y te serviré una gran torre de panqueques
—gracias
—no hay nada que agradecer vamos
Yenoh le dio un gran plato a Rea y mientras ella comía Yenoh terminaba de cocinar, antes de que Rea se fuera le dijo
—se que tienes algunas dudas y hoy les contaré todo, pronto te pondré al tanto del lugar y la hora
Yenoh no dijo nada simplemente mando un plato de comida donde se encontraba Rea para que se lo diera a Orihs