Sin sentido

44. Esperanza

Después de un rato Rea regreso al castillo decidiendo tomarse unos momentos para recuperar energía y pensar mejor las cosas, algo difícil ya que solo de recordar apenas podía controlar la furia que le provocaba en el camino se encontró con Amadeus y Coconut, casi olvida que en cualquier momento se irían por una parte se alegraba de verlos pero se entristeció al recordar

 

-hola veo que aún les dio tiempo de despedirse

 

-si queremos aprovechar el tiempo que Nyazdrä nos dio

 

Al escuchar ese nombre no pudo evitar ponerse tensa algo que ellos notaron de inmediato

 

-Rea ¿Estás bien?, ¿Nyazdrä te dijo algo?

 

-bueno me enteré que parte del trato con Ryūjin fue contarme que de dónde vengo fue de un experimentó y no soy más que una mescla

 

-te dijo todos eso así nada más

 

- se podría decir palabras más palabras menos

 

Rea noto como Coconut estaba molesta por su mente paso la idea de que quería golpear a alguien para su suerte rápidamente recobro la compostura

 

-bueno y ya terminaron de despedirse de todos

 

Les decía Rea para no darle mucha importancia sabía que pronto tenían que mancharse y no quería que se fueran preocupados

 

-aún no nos falta Aspilce y Akane, sabes dónde está ¿Aspilce?

 

-si síganme los llevaré

 

Caminaron un poco hasta llegar a la habitación de Aspilce

 

-bien aquí es esperó les vaya bien en su regreso

 

-gracias por todo

 

Fue una despedida corta pero perfecta Rea los dejo hablar con Aspilce mientras ella terminaba con algunas labores, todo el día estuvo evitando a los demás cosa que no fue muy difícil ya que Coconut y Amadeus se encontraban con los demás para despedirse, extrañamente siempre coincidió para ver ese momento, Yenoh le dio algo de comida para el viaje ellos no creían que fuera necesario pero Yenoh jamás aceptaba un no como respuesta, Akemi les dio algunas pociones y le agradeció a Coconut por enseñarle tantas cosas, Las despedidas con el resto fueron igual de emotivas y cada uno quiso darles algo para el viaje, al atardecer Rea se encontró con Nyazdrä ya todos sabían quién era pero no lo que le dijo a Rea

 

-veo que has logrado mantener la calma

 

-eso creo, te tengo un trato

 

- ¿un trato?, ¿De que trata?

 

Rea creo un campo alrededor de ellos esperando aquel no escuchará nada

 

-si me dices como matar a Aphoom-Zhah te daré unas de mis armas hechizándola para que pueda destruir a cualquiera y mandar el alma de quién sea a onreifni pero una vez que esa alma este ahí será mía

 

-bueno no es mala idea pero no puedes matar a un primigenio

 

-pero debe haber una forma de debilitarlo, alejarlo o encerrarlo

 

-bueno Es posible, utilizando cierto tipo de magia encerrarlos, o mejor dicho alejarlos de la realidad, seria algo como magia de hielo especial, capaz de congelar la barrera entre la dimensión de los primigenios y el resto de dimensiones

 

-bien enséñame cómo y tendremos un trato si es que te interesa

 

-me parece bien, tenemos un trato nos veremos mañana en la cueva no olvides el arma

 

-no lo aré

 

Ya era muy tarde cuando Rea regreso al castillo todos dormían tranquilos, había tanta paz que seguramente nadie se imaginaria lo que estaba por pasar no sabía del todo como explicar lo que sucedía y mucho menos como se supone lo detendría, miro a Orihs dormir le costaba creer que tenía que alejarse de el si era cierto lo que Nyazdrä decía terminaría absorbiendo parte de el y eso lo podría lastimar, una última vez se acercó y le dio un suave beso uno que le dio camino a unas lágrimas, se levantó y decidió ir a su habitación a esa que nunca le gustó y a la cual no había regresado desdé que volvió siempre le pareció ser una jaula en ves de su habitación, llegó a la parte más alejada del castillo saco una llave el pomo era tan frío como lo recordaba al abrir solo se podía ver oscuridad -(¿de verdad voy a volver a dormir aquí?)- tenía que hacerlo, extendió su mano hacía donde recordaba estaba el apagador la luz parpadeo un par de veces antes de encenderse a su visita una habitación igual de amplía como la de su hermana pero más fría que el mismo espacio, un verde seco en las paredes hacia parecer que era más tenebrosa de lo recordado, algunos muebles algo antiguos, varias cajas con sus pertenencias y una cama tan grande como su tristeza, cerro la puerta y con un poco de magia empezó a limpiar todo mientras lo hacía revisaba las cajas tal vez ahí encontraría algo que la ayudara le tomó tiempo pero logro ver el contenido de cada caja pergaminos, hechizos y algunas botellas de viejas pociones, la mayoría eran objetos con recuerdos tanto buenos como malos separó lo que creía era más importante o le serviría en el futuro, lo demás lo mando a sus reinos a esos castillos igual de grandes pero no tan solos, por un momento pensó que sería buena idea ir y pasar más tiempo haya pero así no podría estar al tanto de lo que pasará o de Nyazdrä, sus pensamientos eran un lío era mejor que descansará un poco tal vez así encontraría una solución a todo lo que pasaba, coloco todo en su lugar se acostó en esa cama enorme era extraño parecía muy fría, en ese momento recordó a Orihs, ahora entendía se había acostumbrado a estar con el -(como se supone que me mantenga alejada si ya me siento así de sola)- no tenía sentido seguir pensando así, abrazo una de sus almohadas y se quedó dormida, tenía sueños muy lindos y tranquilos hasta que de repente todo se oscureció y esa voz se hizo presente

 

-con que ya te enteraste de dónde vienes, entonces puede que esto sea más fácil

 

-tu de nuevo deja de entrar y salir de mi cabeza cada que se te plasca

 

-bueno eso no es del todo mi culpa y deberías hablarle con más respeto a quien te creó que tus "padres" no te enseñaron nada




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