Sin sentido

46. Aphoom-Zhah El fuego helado

Rea soñaba con sus vidas pasadas recordando esos bellos momentos se sentía feliz y en calma hasta que al final de sus sueño todo se convirtió en obscuridad, sabía quién era pues ese lugar era parte de ella y sabía perfectamente cuando algo no pertenecía ahí, rápidamente supo quién era intento deber que necesitaba pero lo único qué escucho fue un leve susurro

 

-ya está cerca levántate 

 

Rea despertó de golpe sudando y con un escalofrío por todo el cuerpo, cuando miró a su alrededor se encontraba en la cueva y el sol apenas quería asomarse por la entrada, sabía que eso era una advertencia y no un sueño

 

-Orihs, ¡Orihs! Despierta




 

-que pasa aún es muy temprano


 

-levántate esta por llegar debemos movernos


 

-¿de que hablas?

 

Le decía intentando despertar, Rea tomó el rostro de Orihs mirándolo a los ojos

 

-el ya viene 

 

Orihs entendió por fin lo que Rea le intentaba decir, rápidamente se incorporo 

 

-¿que necesitas? 


 

-abisales que vamos al castillo reunión urgente


 

-bien

 

Orihs con un simple gesto llamo a todos mientras corrían hacia el castillo, no tardaron ya que a mitad del caminó corazón los ayudo a llegar, al entrar a la sala de reuniones todos se encontraban aún con la ropa de dormir 

 

-¿que sucede Orihs? 


 

-Ulmer, Rea tiene algo que contarles 


 

-¿Que sucede?


 

-el está por llegar necesitamos prepararnos y poner a todos a salvo


 

-espera a ¿qué te refieres con el?


 

-quien me creo

 

Todos se quedaron helados sabían que ese momento llegaría pero no tan pronto, Akane decidió hablar 

 

-¿Cuál es el plan?


 

-escuchen Dem, Ulmer, Circe y Aspilce habrán el portal al reino de Akinom para que los habitantes no se pongan en peligro


 

-bien abriremos varios portales en el centro del pueblo y en los campos para que sea más rápido 


 

-si, Anasihc, Akane, Orihs y Mizu alisten al ejército para que ayuden a evacuar lo antes posible 


 

-enseguida


 

-Ynnu, Nes mantengan a las criaturas ocultas y lejos del reino


 

-a la orden


 

- Yenoh y Akemi necesito todas las opciones encogidas y en los bolsos de todo el que esté ayudando


 

-estamos en ello

 

Nadie dudo y tomaron camino para hacerse corgo de su labor, Ulmer antes de salir miro a Rea y le pregunto

 

-¿estas segura que no quieres pedir ayuda de Akinom?


 

-mientras menos persona se involucren será mejor, si por mi fuera incluso a ustedes los mandaría con Akinom pero se que no lo aran


 

-en efecto Rea no te dejaremos


 

-gracias Ulmer

 

Decididos se pusieron en marcha, fueron rápidos y en poco tiempo el reino se encontraba casi vacío a excepción de quienes no dejarían a Rea sola 

 

-Dem, Anasihc por favor


 

-claro

 

Con un movimiento ambos mandaron al ejército fuera del reino, sabían que estaban más que dispuestos a pelear pero no querían perdidas 

 

-gracias, bien es momento vamos al castillo

 

Todos se encontraban con armaduras en la entrada del castillo esperando que ese ser se presentará, Rea se puso al frente para decirles algo importante

 

-amigos, gracias por estar aquí se que esto no será fácil pero tengo fe en ustedes antes de que algo más pasé les tengo que contar que ...

 

Rea no logro terminar su frase cuando una masa oscura la cubrió casi por completo

 

-vaya me sorprende que hayas logrado tanto antes de mi llegada mi pequeña creación

 

Un escalofrío recorrió el cuerpo de todos, detrás de Rea apareció un portal donde podían ver como una especie de humo blanco salía de el por un momento no sabía que o quién era, pero Desde el portal una incandescente y enigmática figura salió lentamente. Por un momento se confundía con el fuego blanco, pero a medida que se veía, se notaba como una criatura ardiente de forma algo humana. Con una altura de 1,90 metros, esta criatura envuelta en una especie de bata que llegaba hasta sus pies desprendía un calor sofocante.

 

Lo más aterrador era su aspecto. Su cabello ardiente, que descendía hasta casi rozar el suelo parecía tener vida propia, Su rostro, más hueso que fuego, mostraba una expresión grotesca y aterradora. Unos ojos totalmente oscuros, sin ninguna pisca de amabilidad o amor, revelaban un su maldad sin fin. Su sonrisa, torcida y escalofriante, era un reflejo retorcido de sus oscuros planes.

 

Pero lo más amenazante eran sus garras, afiladas y letales, capaces de atravesar cualquier obstáculo con una facilidad escalofriante. Era lo que más destacaban entre las llamas

 

-hola pequeños experimentos de dioses, se que mi presencia es demasiado para ustedes pero comencemos por lo básico yo soy Aphoom-Zhah El fuego helado y vengo por mi pequeña creación

 

Al decir eso su expresión cambió a la de alguien que sabe es superior, a pesar de que su aspecto aria que cualquiera quisiera salir corriendo Orihs fue el primero en moverse, estiró su sombra hasta estar debajo de Rea quien inmediatamente fue absorbida por el, logrando liberarse de la masa

 




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