Junto a ti, todo será sencillo

Lucas me miraba, sabía que no estaba muy de acuerdo, pero ya se comprometió ayudarme, quería saber como me iba a ayudar. 
–Sabes que lo que quieres hacer es una locura, estás consciente de eso. 

–Lucas lo sé, quiero ser linda, quiero vengarme de mi hermana y mi mamá, la única persona que tenía se murió, estoy sola. –Su mirada fue de tristeza, creo que él también está solo. 

–Karina, eres una niña aún, tengo un plan, pero no sé si sea buena idea, muchas personas saldrán lastimadas y no sé si tú estás preparada para eso. –Me asusto un poco lo que me dijo, pero no me detendría, quería que ellas sientan lo mismo que yo. 

–No importa, dime que vamos a hacer. 

–Te lo diré conforme pase el tiempo, no quiero que después te arrepientas y dejes todo así, mejor cuando ya estés preparada seas toda una mujer, te lo diré por completo, ahora vamos de compras para que tengas más ropa de acuerdo a la moda de aquí y sobre todo tendrás que ser una chica preparada a estudiar mucho para que les puedas quitar la herencia a tu familia no. –Si tenía razón tenía que ir cambiando mi apariencia poco a poco, y estudiar bastante para así poder lograr mi objetivo. 

–Está bien te diré que ir de compras. 

–Vamos, tengo que ir viendo cómo cambias. 

Tomé mi cartera y salimos, no quería esperar más, tenía que poner en marcha mi plan, a veces pensaba que estaba loca por confiar en un chico que recién conocía, pero Lucas me daba esa confianza, quería pensar que no me traicionara.

Llegamos al centro comercial, había mucha ropa diferente a la que tenía, era muy linda, Lucas tomó algunas prendas y me dijo que me las pruebe, las tome y me puse algunas, Lucas estaba de observador, elegía unas y otras las descarta, me sentía extraña con esa ropa, pero por algo tenía que empezar. 

–Te queda muy linda esta ropa, pero hay que elegir lo que más te haga ver bien, esta será tu forma de vestir desde ahora. 

–Si es extraño, pero ya me acostumbre. 

–Lo sé, eres muy linda solo hay que pulirte un poco, de eso me voy a encargar.

–De acuerdo Lucas. 

Compramos muchas cosas, ropa, maquillaje, lociones, cremas y zapatos, gastamos demasiado y además compramos unas cosas para él también.

–Ahora vamos al salón de belleza, tienes que arreglarte el cabello. 

–¿Qué tiene mi cabello? 

–Está maltratado, y tienes que arreglar eso también. 

–Está bien. 

Fuimos y él dijo todo, a mí no me dejó elegir, estaba molesta, pero el resultado me encantó, me alisaron el cabello, se veía hermoso, me dieron unas cremas para cuidarlo y sinceramente me gustaba, parecía otra, Lucas no dejaba de verme, y eso me gustaba, ya que así tenía su atención. 

Ya por la noche me llevó de regreso a la escuela, la directora no estaba muy contenta ya eran casi las 9 de la noche, pues después de salir del salón de belleza, fuimos a comer y ahí fue donde nos demoramos más, ella me dijo que me fuera, se quedó hablando con Lucas, se veía de lejos que lo estaba regañando, me fui a mi habitación.

Guarde mis cosas y me estaba cambiando cuando Lucas entró de golpe viéndome casi desnuda, grité y él solo se reía. 

–Idiota, sal de aquí. 

–Deja de ser dramática, he visto muchas mujeres desnudas, no te creas tan importante, vístete no te haré nada. –Con toda vergüenza me vestí, él me miraba sin expresión en su rostro. 

–Cuando ya estés más grande tocará operarte los senos, debes verte espectacular cuando regreses. –Pero que, no estaba en mis planes operarme.

–No pienso hacer eso. 

–Mira Karina, si todo lo que tengo en mente se cumple, tú tendrás que 8, tienes que editar más linda que tú hermana, pero aún es muy pronto, duerme y por la directora no te preocupes ella comprendió que tú y yo nos veremos a solas, no te dirá nada. 

Salió de mi habitación sin decir nada más, a veces Lucas me asustaba, pero bueno que se podía hacer, era el único que me podría ayudar tendría que confiar en él. 

Los siguientes días fueron interesantes, ya era lunes y mi primer día de clases llegó, me puse mi uniforme y cuando tenía tiempo hablaba con Lucas, y tenía razón, él entraba a mi cuarto y la directora no decía nada, todas hablaban y decías que éramos amantes, pero nunca se ha propasado conmigo, el y la directora seguían teniendo relaciones por las noches, yo era la única que sabía.

El tiempo era oro, mi madre siempre llamaba solo para regañarme por gastar mucho dinero, pasaron 3 años y nunca fue a visitarme a la escuela, Pamela tampoco fue y aunque no quería verla duele saber que sigo siendo la menos querida, ahora ya vivo en un departamento, Lucas sigue en viviendo en la escuela y se sigue encargando de la escuela, él siempre tiene ese lugar impecable, ya soy toda una mujer me gradué y nadie más que Lucas y Lili estuvieron conmigo, no les contaba nada a mi familia, no sé que será de la vida de ellos, tampoco sé si Pamela se casó con Camilo, Lucas no me dice su plan, ya son 3 años que no me dice nada, estoy impaciente hoy le diré que me cuente que mismo tengo que hacer. 

–Karina, como siempre hermosa, ves cuándo llegaste eras un patio feo y mírate ahora todo un cisne. 

–Gracias mi Lucas, pero ahora si dime cuál es tu plan. 

–Ya te saqué cita con cirujano, tengo que viajar y quiero que me des dinero. 

–Lucas, todas las semanas te doy dinero, no pienso darte más de lo acordado. 

–Cariño, el plan no se va a ejecutar solo, te estoy ayudando pero debes cooperar. 

–Está bien ya te hago la transferencia solo dime cuál es el plan. 

–Pues cuando regrese te lo digo, solo ve con el cirujano para qué te operé sí. 

Me dio un beso y se fue, la verdad él es el único chico que he tratado, me gusta, pero me da miedo decirle que quiero ser algo más para él solo soy un negocio. 

Pasaron los días y me operé, tengo cuerpo perfecto y Lucas estará feliz, ya se fue hace algún tiempo y ya estaba nerviosa por su ausencia, la recuperación de mi cirugía fue un poco difícil, solo Lili me ayudo en todo, estar sola no es sencillo, pero sé que algún día mi familia se va a arrepentir, nunca visitarme fue lo último que me hicieron, no esperaré nada de ellos, siempre han sido muy aparte de mí, extraño cada día de mi vida a mi padre, era el único que me comprendía.