Después de desayunar fui a cambiarme para ir a montar, Paul era muy lindo así que no sería difícil enamorar, sé que no está bien, pero me da lo mismo ella me hizo sufrir casi toda mi infancia.
Baje y escucho a mi madre decir que no estaba de acuerdo que yo vaya sola, diciéndole a Pamela que también vaya.
–Mamá, ella solo lo va a acompañar, no van a hacer nada malo. –Escucho decir a mi hermana, siempre mi madre metiéndose donde no debe.
–Mami, no va a pasar nada, tranquila, solo vamos a montar. –Dije metiéndome en su conversación.
–Tú no deberías buscar a tu novio, o es que no lo quieres.
–Mami, él salió seguro a comprar algo que necesitaba, pero tranquila, él no se va a molestar para nada. –Ella solo me mira dudosa, mi madre es muy difícil de engañar, la única que lo hace es Pamela, porque la adora y no se da cuenta de la arpía que tiene.
–Nos vamos. –Una voz llama la atención quitando la tensión que hay entre nosotras.
–Claro cuñado, vamos, Pamela, segura que no vas.
–Sí seguro, vayan y diviértanse.
El capataz nos trajo los caballos, eran hermosos, ya ni me acordaba lo lindos que eran, me subí en uno blanco, eran hermosos, tenía 3 años que no montaba, pero fue fácil acoplarme, Paul lo hacía muy bien.
–Pues vamos, princesa. –Al decirme eso, me sonroje, me gusta que me diga así.
–Vamos Paul. –No dije nada más, salimos y por varios minutos no dijimos nada, me gustaba, pero tenía que sacarle un poco de información sobre la relación que tienen estos 2.
–Y… ¿Para cuándo es la boda?
–Aún no hemos decidido, creo que un año, no quiero apresurar las cosas.
–Ja, ja, ja.
–¿Qué es lo gracioso?. –Dice como si no fuera obvio, ellos se van de viaje juntos y quieren esperar para casarse, como si no se hubieran comido la torta antes del recreo.
–Pues… Para qué esperar tanto, seguro usted ya… –Su expresión cambió ya sabía a lo que me refería.
–Te equivocas, ella y yo no hemos hecho nada indecente.
–¿Qué?... Ósea ustedes nunca.
–No, tu hermana es diferente a otra chica que he conocido, es pura y eso es lo que me encanta de ella. –No pude aguantar la risa, hasta casi me caigo del caballo.
–¿De qué te ríes tanto? ¿Qué es lo gracioso?
–Ella pura, no me hagas reír sí.
–No lo hago, viajamos juntos, pero nunca hemos dormido juntos, de eso no hay duda.
–El que no haya pasado nada contigo no quiere decir que sea pura, ella es todo menos pura, pues ya ha estado con su exnovio. –Su cara era como de sorpresa decepción, de todo menos felicidad, era obvio que no sabía nada, y yo ya arruine su imagen de pura.
–Eso debe ser mentira.
–No lo es, yo mismo la vi con Camilo su ex, fue justo el día que mi padre murió, por eso es algo que no me olvidaré, por eso te digo, es extraño que ella se haga la santa contigo, y tampoco es para que le reclames, no quiero ser la que arruine su relación. –Dije con cara de arrepentimiento mientras en mi mente era que me reía, pobre tonta, estar con él será más fácil de lo que me imaginaba.
–No tranquila, no le haré una escena de celos total, eso ocurrió mucho antes de que yo la conociera. –Dice, pero su decepción era notoria.
–Si Paul, mejor vamos a seguir con el recorrido, por acá hay un río muy hermoso como para bañarse, vamos.
Fue sencillo devolverle la sonrisa, pero ya puse la espina en su alma y eso me encantaba. Fuimos al río y que ganas de desnudarme y meterme a bañar, era tan sexy, no sé cómo mi hermana se aguantaba las ganas, pero quise ser más sutil y no ser tan descarada.
–Vamos cuñado, otro día podemos venir aquí para bañarnos, te parece.
–Puede ser, pero por ahora se está haciendo un poco tarde.
–Si mi novio ya debe haber venido.
–Debe ser.
Caminamos hacia los caballos y me ayudo a subir, sentí sus manos en mi cintura y me derretí, por dios que hombre tan lindo, fuimos directo a la hacienda al llegar note a Paul un poco distante con mi hermana, Lucas ya estaba ahí y al verme me ayudo y me beso, siempre tan buen actor.
–Fui al pueblo, perdón por no avisarte.
–Tranquilo amor, fui a enseñarle la hacienda a Paul.
–Si está bien.
–¿Te gusta el paseo amor?. Dice mi hermana.
–Si mucho. –No dijo nada más, pude notar que mi hermana notó que algo pasaba, sonreí, pero no dije nada.
Ya por la noche se acercaba la hora de la cena estaba en mi cuarto recién bañada, Lucas bajó a caminar un rato, ya que aquí no había internet estaba un poco aburrido, ya estaba casi lista cuando entra Pamela toda enojada parecía una fiera, me dio una gran cachetada, que hasta me asuste, pero esto no se quedaría así, basta de ser su sombra, así que se la devolví.
–¿Qué te pasa, estúpida?. –Dije estaba como loca.