Sin Testigos De Amor

Un monstruo del pasado.

Al siguiente día muy temprano me levante vi que Paul estaba con Pamela en el jardín, estaban felices, sé que en realidad él está feliz porque estuvo conmigo, ella y Dante son inocentes en todo esto, escucho como se despierta, no recuerda nada.

–Mi cabeza.

–Te duele por tomar demasiado.

–Amor, lo siento, perdóname por irme así, ¿Cómo regrese?.

–El dueño del bar me llamó y fui por ti, no pasa nada solo no vuelvas a ir así, me preocupo.

–Si amor, perdoname por ser celoso.

–No importa ahora descansa sí.

–Mi amor.

–Te voy a traer una sopa para que se te pase el malestar.

–Si, gracias mi amor.

Salí y fui directo a la cocina, me encontré con mi hermana, no he hablado con ellas desde el día que murió mamá, lo que menos quería es una pelea con ella.

–Dante está bien, me dijo Paul que saliste a buscarlo.

–Si está bien solo toma de más.

–Lo siento, primero te sale estafado y ahora borracho, deberías seleccionar mejor a los hombres, mírame a mí, Paul es perfecto.

–Dante es perfecto, que tome una vez al año no lo hace alcohólico, y no quiero pelear contigo.

–Pues está bien, allá tú y tus cosas. –Se fue la verdad mejor para mí, lo que menos quería era pelear con ella, ya estaba por subir cuando recibo una llamada, era de número privado no pensé nada y conteste.

–Aló.

–Hola, preciosa. –No tenía que preguntar quién era, era Lucas, mi piel se erizó, sé que no me llama para saludar.

–¿Qué quieres?. –Dije entrecortado comencé a temblar.

–Que grato saber que me recuerdas mi amor.

–No debes estar en la cárcel.

–Si decidí visitar a las viejas amistades, ya que no me visitaron a mí.

–Eso es lo que te mereces por todo lo malo que hiciste.

–Malo yo, teníamos un trato y tú te enamoraste como estúpida, ya me enteré de que tu madre murió ahora solo debes darme dinero si no mato al idiota ese que amas, con todo pronto sabrás de mí.

Colgué y solo empecé a llorar, justo llegó Dante junto a Paul me vieron así y Dante se acercó a mí.

–Amor estás temblando.

–Lucas, me acaba de llamar, quiere vengarse de mí. – Estaba temblando, Paul me paso un vaso de agua, Pamela estaba en la puerta sin decir nada.

–Tranquila debemos llamar a la policía

–Eso te pasa por meter a tu vida gente mala, ahora que vas a hacer. –Estaba tardando en saltar su veneno, pero ella era lo menos que me preocupaba.

–Mira Pamela no tengo ganas de pelear contigo.

–Es tu culpa por traerlo aquí.

–Si es mi culpa confíe en alguien que no debía, todo el mundo se puede equivocar, o es que tú no te has equivocado.

–Si, pero tú siempre te pasas.

–Pamela basta, mejor será que nos tranquilicemos él no creo que se atreva a venir aquí después de todo lo que hizo. –Paul intervino, siempre tan valiente.

–Paul tiene razón, mejor esté más tranquilo, si viene no la tendrá fácil tampoco. –Dante apoyó a Paul mi hermana apenas se fue.

–Así es, aquí lo enfrentaremos, no debemos dejar a las chicas solas.

–Claro que no. –Trabajaban juntos, eso me gustaba, me sentía segura con ellos a mi lado.

–Eso espero, no estoy tranquila sabiendo que él está libre.

–Nada pasará. –Dante me dio un corto beso, veo como Paul se incomoda, se va como quiero correr detrás de él, pero eso ya es imposible.

Los días pasaban quería regresarme a España, pero Dante dijo que lo mejor era quedarnos para estar juntos, ya que Lucas podría atacarnos por separado, en eso tenía razón, pero ver a Paul era una tortura.

Lili siempre me aconsejaba y ya estaba por salir de vacaciones me dijo que vendría eso me tenía contestan después de tanto tiempo la tendría aquí conmigo, Lucas no volvió a llamar, pero en realidad no importaba, Pamela y yo no hablábamos para nada, manteníamos la distancia.

Ha pasado un mes desde la llamada de Lucas, estaba cansada de estar aquí, Lili llegaba hoy la estaba esperando con ansias, la extraño mucho, las cosas con ellos siguen igual, a veces pienso que es lo mejor porque así evito la tentación.

Escucho un auto y bajó corriendo a ver quien es y si es mi amiga, la extrañes demasiado.

–Lili, amiga. –La abrazó con fuerza, la extrañé un montón, ella igual me abraza.

–Que gusto verte Karina, tenemos tanto que hablar, cuéntame todo lo que has hecho.

–Claro vamos. –Entramos y saludo a todos, incluyendo a Dante, sé que ella aún lo quiere y eso me duele porque sé lo que es tener un amor imposible, fuimos a la habitación y le conté de todo menos que traicione a Dante si le decía eso seguro me cacheteaba y con justa razón, después de hablar me quedé en mi cuarto sola, y me empecé a sentir muy mal corrí a vomitar, no sé por qué así de repente, justo llego Dante que se sorprendió al verme así.




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