Sin Testigos De Amor

Empezar de cero.

Ha pasado 1 mes de todo lo que pasó, recuerdo con lágrimas en mis ojos a Dante, me tocó buscar un lugar, ya que con la herencia que me dejó papá, he estado sobreviviendo, el lugar es pequeño, pero basta para mí.
No he sabido nada de Paul ni de mi hermana me he sentido muy mal hoy iré al doctor, me arregle y salí, cuando iba de camino al doctor sentí que me observaban no hice caso y continué, me revisaron al hacerme un eco resulto que estoy embarazada, llore de tristeza, tenía 2 meses de embarazo, y no sabía de cuál era, por un lado deseaba que sea de Dante, ya que no está con nosotros, pero también deseaba que sea de Paul, es el hombre que amo, siempre he querido formar mi familia con él.

Sentada en el sillón llorando comiendo helado, no sé que futuro ofrecerle, no me quieren contratar, ya que Lili y la familia de Dante se encargaron de convencer a todo que no me contraten, ellos son los peores enemigos que he tenido.

Pensé en la opción de regresar a la hacienda, yo sabía mucho de administrar, pero Pamela no me va a recibir menos embarazada sabiendo que Paul puede ser el padre, estaba sola en este mundo, no quería vivir así, pero tampoco me siento con el valor de buscar a mi hermana.

Al siguiente día decidí salir a buscar algo de trabajo aunque sea de limpieza, pero tenía que estar ocupada, el estar sola me estaba volviendo loca, camine y entre en una pequeña tienda de antigüedades, en la entrada decía que querían a alguien para trabajar, ojalá me contraten no importa si gano poco, aunque sea me distraigo.

–Hola. –Dije al entrar, pareció entre los pasillos de la tienda era una nena preciosa con los ojos más azules que he visto, detrás de ella salió su mamá, ya que eran idénticas, cabello rubio y esos ojos preciosos, me quedé prendida en su mirada sin decir nada.

–¿Puedo ayudarte?. –La señora habló y salió de mi trance.

–Si claro, perdón, vengo por el anuncio de trabajo.

–¿Estás segura?.

–Si ¿Por qué?.

–No parecer ser de las personas que necesiten trabajar, tu ropa lo dice todo. –Ese comentario fuera de lugar, qué se cree esta tipa. 

–Pues puede ser, pero necesito distraerme, el dinero que papá me dejo se me está acabando necesito de alguna manera trabajar.

–Pues lo siento, no creo que tengas experiencia, tienes unas uñas preciosas se te van a dañar, mejor compra algo que quieres y vete. –Sonó grosera, pero que le pasa, si puedo con el trabajo que se cree.

–Si puedo trabajar, no soy una inútil. –Torció los ojos y aún no entiendo por qué. 

–Puede ser, pero ya dije aquí se hace limpieza de las piezas, del piso y se carga cajas pesadas cuando llega la mercadería y tú no creo que puedas con todo. –Me cree una inútil, si puedo montar a caballo puedo hacer todo eso.

–Insisto se te van a dañar tus uñas, mejor vete y deja que otra persona que si necesite y por lo menos sepa lavar un plato venga a trabajar. –Esa mujer que se cree, yo siempre he hecho mis cosas, no soy ninguna inútil.

–No me voy, quiero trabajar.

–Vete antes de que llegue mi hermano, es demasiado grosero verás como te corre. 

No pensaba rogar a nadie, salía enfadada del lugar, que se cree esta mujer, camine tan rápido que no me fije y tropecé con alguien, era un chico, alto, cabello ondulado, digno de ser actor, la verdad muy guapo, sus ojos eran negros, seguro era un cliente más.

–Guau, que hermosa dama.

–Gustavo dijiste que llegarías tarde.

–Hermana solo me fui a comprar los dulces a mi sobrina nada más. –Con él era el hermano, pensaba que era otro tipo de persona, él me parece dulce. 

–Ya que.

–¿Quién eres tú?. –Dice este chico, mirándome con una gran sonrisa. 

–Vine por el trabajo.

–Perfecto cuando empiezas.

–NO Gustavo, mirala se nota que sabe hacer nada, aquí queremos personas que trabajen.

–Hay Laura, deja de juzgar a las personas, ella puede estar unos días y si no le gusta se puede ir, solo tienes que echarle ganas.

–No creo que sepa hacer algo, parece ser una niña mimada. –Ya me estaba cansando. 

–Si sé limpiar, se me puede hacer difícil al principio, pero sé que me voy a acostumbrar.

–Ves, solo dale la oportunidad, si de verdad quieres trabajar te espero mañana a las 8, aquí.

–Si gracias, pero no quiero causar problemas.

–No lo harás ¿Verdad Laura?. –Esa mujer era una pesada. 

–No ya mañana empiezas, solo demuestra que si puedes. –Dice la mujer de mala gana.

–Si, aquí estaré mañana.

–Por cierto, no sabemos tu nombre. 

–Me llamo Karina. 

–Lindo nombre, mañana te esperamos. 

Salí de la tienda, por lo menos conseguí un trabajo aunque no pregunté cuánto pagaban, la verdad solo quiero distraerme, no quiero pasar sola en casa todo el tiempo y más ahora que sé que estoy embarazada, necesito estar tranquila.




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