Sin Testigos De Amor

No se que pensar ahora.

 

Después de hablar con Paul deje a la niña dormida y baje a trabajar, no quería estar de vaga, Gustavo me regaño que regresara a la habitación pero yo soy más necia que el asi que no le hice caso, estaba en mis labores cuando entre una persona que menos me esperaba, era mi hermana, Pamela estaba ahí mirando toda la tienda y buscando a alguien.

Al verme solo se quedó con su rostro sin expresiones, yo estaba igual ya que no me esperaba verla a ella aquí.

—Hola, veo que lo que me dijeron es cierto,  estás viviendo así como pobre. —Su actitud es la misma de siempre, no me extraña.

—¿Qué haces aquí?, si vas a comprar algo apresúrate para que te vayas.

—No hermanita, vine a buscarte, contrate una persona para que te investigue, me contó todo de ti, hasta eres mamá, pobre bebe no sabe la clase de madre que le tocó.

—Si me vas a insultar mejor vete, no tengo tiempo para escuchar estupideces.

—Mira no te hagas la santa que tu y yo sabemos que no es así, te acostaste con mi esposo unas pocas horas de mi boda, mejor necesitas escuchar lo que tengo que decirte.

—Tus insultos, ahorratelos.

—No es eso, tu hijo es de tu difunto novio, Paul es esteril, por eso nunca pudimos tener  hijos él y yo. —Sus palabras retumbaban en mi mente, mi bebe era de Dante, será cierto o solo lo hace para vengarse.

—¿Cómo sabes eso?. —Sonrió de manera feliz como que disfrutaba de verme sufrir.

—Hay querida me hice examenes, estoy sana el que no puede es el, asi que si quieres atraparlo con ese mocoso será mejor que lo sepas, él no puede tener hijos .

—Yo sabía que Dante era el padre. —Dije para no quedar mal ante ella.

—Querida, ni tú estabas segura de quién era el padre, eres una zorra y hasta con el dueño de esto te has de acostar, esa es la gran diferencia entre tu y yo.

—Yo nunca te he hecho nada para que me trates así.

—Nada, lo dices en serio, te acostaste con mi prometido, luego nos casamos y te volviste acostar con él, no seas cínica eso no se le hace a una mujer mucho menos a una hermana. —Sus palabras eran tan fuertes que todos los clientes estaban atentos.

—Baja la voz.

—¿Por qué?, Mira no me interesa nada ya, Paul y yo estamos divorciados, pero aun asi no deseo su felicidad él siempre ha estado conmigo por el dinero, y hasta ahora me di cuenta, asi que  mejor no confíes en el. —Ella siempre está poniéndome en contra de las personas que quiero, lo único que deseo saber es que si es verdad que Paul no puede tener hijos para salir de dudas.

—Mejor vete.

—Si Karina lo haré pero ten en cuenta lo que te acabo de decir, no seas tonta y no confíes en Paul.

Se fue dejándome confundida, tenía que hablar con Paul para enfrentarlo, así que fui por mi bebe y me dirigí al hospital para verlo, Gustavo no se enteró, al llegar vi que estaba trabajando al verme se acercó directamente a mi.

—Hola Karina, que sorpresa, trajiste al bebe, seguro tienen consulta. —Se veía feliz hasta acarició la cabeza del bebe.

—No, quería hablar contigo por eso vine,

—Claro pero me puedes esperar unos minutos tengo que ir a dejar esas medicinas esperame en ese consultorio enseguida estoy contigo. —Se fue a dejar esas medicinas y yo lo fui a esperar, una chica llegó y se sorprendió al verme ahí pero no dijo nada, espere por unos minutos hasta que regresó.

—¿Qué querías decirme?.

—Hablé hace un rato con mi hermana. —Su cara de felicidad se esfumó, sabía que no se esperaba esto. —Me dijo muchas cosas que quiero que me aclares ahora.

—Sea lo que sea que te haya dicho es mentira, ya la conoces nunca a querido que estemos juntos, Karina, Pamela es muy manipuladora, tu la conoces mejor que yo. —Note que se puso a la defensiva, no era para que empezara a defenderse.

—No entiendo porque te pones así, hay algo que me tengas que decir.

—Claro que no, la conozco y sé que no fue nada bueno lo que te haya dicho.

—Me dijo que tu  no puedes tener hijos, y también que te casaste con ella por el dinero, ahora entiendo porque la elegiste a ella, aun queriendo te casaste con ella. —Agacho la cabeza, con eso me dijo que era cierto.

—No me conoces yo odio trabajar, siempre he querido una esposa que me mantenga, cuando viaje a ese pueblo,  la conocí y me gustaba intente amarla pero tenias que llegar tú y arruinarlo todo, me obsesione contigo y aunque me case con ella y trate de amarla no pude.

—Eres un asco.

—No me digas así que tú tampoco tienes nada que justificar.

—No, yo no soy ninguna ambiciosa, tengo mi herencia y ni siquiera la ocupo, eres una rata Paul.

—Soy un sobreviviente, lo tenía todo en la hacienda ahora tengo que trabajar y ganarme la vida, tu hermana se encargó de no dejarme ni  un centavo.

—Mira que decepción, te tenía en otro concepto.

—Puede seguir siendo así, tenemos un hijo.

—Tu no eres el padre, no puedes tener hijos o acaso mi hermana me mintió en eso. —Su cara decía que no me había mentido.

—No, no puedo tener hijos, ese bebe es de Dante pero eso no importa, te amo, cobrar tu herencia y vámonos lejos.

—Claro que no, no pienso cobrar esa herencia y si lo hago seria para disfrutarla con mi hijo no contigo, te amaba con toda mi alma, y tu simplemente renunciaste a mi por dinero. —Mis lágrimas empezaron a salir, pero se que con eso no solucionaba nada, tenía que ser fuerte para mi hijo.

—Podemos ser felices los 3.

—Si pero no juntos porque tu no quieres al bebe, solo quieres engañarme para que cobre ese dinero, no pienso hacerlo por ti, no ya no voy a sufrir por tu culpa eres un idiota, tantos años amandote cuando tu solo buscabas el dinero.

—Lo siento, si te elegía tu madre o te hubiera dado nada, Pamela era la consentida asi que tenia que estar de su lado, lo tenía todo y cuando la traicione me corrió me dejó en la calle.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.