El dia llego, Gustavo y yo deimos no invitar a muchas personas, solo estuvieron unos poco amigos de él, por mi parte invite a Lili, ya que cuando eramos mejores amigas juramos que estaríamos en la boda de cualquiera que se case primero, Lucrecia cuidaba de Dante mientras yo me arreglaba para el mejor dia de mi vida, por fin me casaria con el hombre que amo.
—¿Nerviosa?. —Me pregunta Lili, claro que lo estoy.
—Si, sabes que nunca creí que este día llegaría para mí, he cometido muchos errores así que pienso que no lo merezco.
—Tu lo mereces más que nadie.
—Si, aunque entraré sola no tengo quien me entregue en el altar.
—Eso es lo de menos, serás la mejor novia que haya existido.
—Gracias por estar aquí.
—No tienes de que, sólo disfruta este día es lo único que tienes que hacer.
—Si lo hare Gustavo es el mejor hombre que he conocido.
—Te tengo que cantar algo.
—¿Qué?.
—Paul me pregunto por ti, le conté todo que te vas a casar, no le agrado la idea pero te manda los mejores deseos.
—No debiste decirle nada.
—Lo siento pero, se nota que aún te quiere.
—Él no valoró lo que yo sentía, es un interesado, ya se ha de encontrar a otra mujer que lo quiera.
—Lo sé, pero ahora tú tienes que ser feliz.
—Espero que no se presente.
—Aun lo amas.
—No lo amo, solo que seria incomodo que se presente aquí, sabes bien todo lo que pasó entre nosotros como para que se presente aquí, me voy a casar con otro y no lo quiero aqui nada mas.
—Si amiga tienes que disfrutar este día.
El pensar que Paul podría aparecer me ponía un poco nerviosa, lo que menos quería era verlo aquí.
Los invitados estaban esperando, Gustavo estaba junto al juez, Lili me acompañó hasta la puerta sentía nervios al estar ahí, camine sola despacio y podía ver a Gustavo sonriente y emocionado, me encantaba verlo ahi esperandome, no pude evitar sonreír como tonta, este era el gran dia, por primera vez sentía que era feliz, estaba protegida de todo lo malo que me pasó, nunca dejaré que se metan en mi vida, una familia feliz, esto es lo que desde hoy viviría.
—Estas preciosa.
—Gracias amor, tu estas muy guapo.
—Al fin desde hoy estaremos juntos para siempre.
—Si Gustav para siempre, formaremos una familia
—La familia que siempre deseaste.
La ceremonia comenzó, el juez nos casó, o bese como nunca al fin mi boda deseada, en el fondo me puse triste, hubiera querido que mis padre y mi hermana están aquí pero Pamela se portó muy mal así que no se merecia ese lugar de hermana junto ami, Lili a pesar de los problema que tuvimos siempre me escucho y aunque no es como antes la siento más cercana que mi verdadera hermana.
La fiesta comenzó y en la puerta pude verlo, estaba ahí vestido con un traje blanco, el mismo que tenía cuando se comprometió con mi hermana, Paul no sé qué pretendía con su presencia, así que fui directo a hablarle.
—¿Qué haces aquí?. Vete, no quiero que arruines este momento. —Gustavo se dio cuenta y caminó detrás de mí, no quisimos que los demás invitados se dieran cuenta.
—Solo vine a ver lo feliz que eres.
—Eso ya no te importa Paul, no quiero problemas.
—No vengo hacer un escándalo, vengo a ver qué es lo que se siente que la persona que amas se casa con otra, a diferencia que tu si te ves enamorada, no como yo que estaba entrando a un matrimonio sin amor y te hacía infeliz.
—Ya no viene al caso, se acabó todo, no quiero volverte a ver, quiero ser feliz por una vez en mi vida.
—Lo sé, por eso hoy será la última vez que me veas, no volverás a saber de mi, sé feliz y Gustavo hazla feliz, haz todo lo que yo no hice.
—Lo haré, pero ahora vete si.
—Si, adiós, que sean felices.
Salió de la fiesta, se que se siente mal si es en verdad que me ama, pero ya no es mi problema, amo a Gustavo, nunca dejare que nadie mate mi felicidad, ahora todo sea felicidad tengo una hijo adorable y un esposo que me ama tanto como yo a el, mi pasado que se quede ahí en el pasado.
Si para ser completamente feliz tuve que sufrir tanto valió la pena, al fin entendí que Paul no era el indicado, solo fue pasión y un amor muy tóxico, nunca nos conocimos lo suficiente como para ser una pareja feliz, ahora solo me queda el amargo recuerdo de eso.
FIN