Sin ti, sin mí.

Capítulo 2

Nos conocimos un día totalmente perfecto, un día que por más que el cielo estuviese pintado de colores totalmente grises, para mí. Era un día que no recuerdo con exactitud el mes o la fecha, ahora eso es lo que menos me importa en estos momentos, pero si sabía que fue en un grupo de fans sobre el Rubius, ¿Te acuerdas? Nos reíamos por esos vídeos, viéndolos cada uno en su pantalla para luego correr a nuestro chat y contar que nos pareció. Era nuestra escapada a la realidad, ambos lo sabíamos pero no lo decíamos en voz alta.


En diciembre fue navidad, también recuerdo que nos decíamos feliz navidad y deseábamos, deseábamos con todo nuestro pesar que en algún futuro no tan lejano, pudiéramos pasar al menos una noche juntos, bebiendo un poco de cerveza y luego en el brindis. Un poco de sidra para decirnos con unas relucientes sonrisas "Feliz navidad". A pesar de los años que han pasado, para mí es la única meta que quiero cumplir. ¿Lamentablemente no?

Y está bien, me levanto todos los días estudiando una carrera que en un futuro podré ejercer, pero ¿Por qué a veces siento ese vacío? ¿Por qué siento qué la vida no es cómo antes? Digo, no es para echar hacia atrás a mis seres queridos, pero no tenerte a vos...Hace mi cuerpo doler. Mí corazón está intentando sanar y quiero creer que el peso de mis hombros, al menos con esto se irá aflojando.


Mis seres queridos suelen preguntarme cada vez que hablo de ti, cada vez que menciono algo sobre tu partir...¿Pero cómo puedo hablarlo cuándo aún siento el dolor de no poder despedirme de ti? Y de verdad, deseo con todo el alma que te hayas ido sin dolor, que la decisión que hayas tomado, esté bien. Al día de hoy, entendí que las personas que se suicidan no es porque odian la vida, sino porque creen que no son merecedores del vivir y que, también se sienten desesperanzados y creen que la opción correcta es esa, como un grito de llamado para ser salvado. ¡Pero no pude salvarte!

 
Aunque prácticamente había dicho que no debíamos buscar culpables en nada...¿Por qué siento qué en parte tu decisión fue culpa mía? ¡Aunque prácticamente me gritaste qué estabas triste!
No puedo perdonarme, no puedo perdonar el hecho que tal vez, en algún momento mi forma de actuar te haya hecho tomar una decisión decisiva...Como la que hiciste.


¿Me prometes qué yo no tuve nada que ver?

 
Tomas, la vida no es la misma sin ti. Puedo ser feliz, sí, pero es triste cuando en las noches no tengo con quién hablar cómo cuándo hablábamos nosotros, extraño decirte mejor amigo, extraño decirte que te amo. Tomas, te extraño cómo no tenés una idea.
Fuiste mi gran escape de la realidad y hoy ahora mismo, mediante esto quiero escribir todo lo que nunca pude decir, sacarme ese nudo en la garganta y poder gritar a través de estas finas hojas blanca...Como te extraño y cuánto lloré cuándo te fuiste y sobre todo.


Que alguna vez me imaginé contigo en el cielo, los dos teniendo 15 años.

 




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