Sin título

En la clase básica se inicia la guerra. Hermana tu puedes

Ya todo estaba preparado para dar la bienvenida para las demostraciones de los talentos que guarda "La selección G". Todos los estudiantes se encontraban terminando sus proyectos para poder ser reconocidos como los mejores de los mejores en cada una de sus ramas, sin mencionar que también estaban preparando una forma de hundir a los estudiantes de los demás grupos. La sed por ser el centro de atención y dejar huellas, que no se había logrado desde que la legendaria familia que desapareció de la nada marco y sus descendientes se rumoreaba que superaban toda expectativa que se tiene hasta el momento, para borrar esta y crear una nueva historia donde sus nombres sean lo único que se escuche o por lo menos que sean reconocidos como esa generación perdida.

En la clase de Ester todos sus compañeros estaban muy emocionados y era algo normal, para ellos, llegar a discutir por cualquier cosa como si no se entendieran para nada. Pero, al pasar junto a ella todo parecía ser diferente. Estar había logrado lo que nadie se esperaría en una situación así, y fue el que pudieran contar con ella y no la viera como una enemiga para sus planes de grandeza. Al contrario de todo esto, ella les parecía más como alguien que no podría superarlos y esto les daba mucha tranquilidad.

Mientras pasaban las horas, ella se mantuvo sentada en su escritorio pensando – espero que a Uwer le esté yendo bien, bueno, no es que no lo intente. Pero, creo que fue una buena idea de todas maneras venir a este lugar. Tal vez sólo así se pueda al fin relajar. Sé que es un poco difícil si estamos solos y no tratamos de avanzar, pero no sería bueno que se llegara apartar de todos y que un día pueda demostrar sus habilidades sin restricción alguna - en voz baja – espero que ese día llegue – dejando salir un pequeño suspiro al finalizar de decir esto.

Una de sus amigas, que se acercó a ella, venía con mucho entusiasmo y, mirándola como intentando hacer que adivinara lo que quería, la hizo retroceder un poco en sus pensamientos. Al darse cuenta de que le seguía mirando con gran persistencia, tomo su mochila y saco unas galletas que se encontraban dentro de un recipiente. Abriendo este recipiente, la cara de sus amiga comenzó a destellar y, como su estuviera a punto de babear, fijo su mirada a las galletas de diferentes formas y de sabores de vainilla y de chocolate.

Ester, sacando unos cuantos, le entrego dijo – adelante – por lo cual su amiga comenzó a tomar una tras otra como si no hubiese otra ocasión en la que volvería a probarlos. Otra de sus amigas, dándose cuenta de esto, se acercó rápidamente y, tomando varias a la vez, se las comenzó a comer. Ella, mientras comía las que tomo, sus mejillas parecían como las de una ardilla al tratar de comer las que pudiera a la vez.

Ester, riéndose al verlas así a las dos, pensó – esto es muy divertido. A pesar de que todos los demás están muy tensos, ellas todavía pueden hacer esto sin preocuparse por nada – cada una de sus amigas trataba de comer más que la otra hasta que se terminaron ahogándose por tratar de comer muchas sin tomar nada líquido con estas. Ester, sacando una botella de agua de su mochila, les dio a las dos que sin pensarlo lo aceptaron hasta saciarse. Y, luego de ello, se rieron las tres juntas.

De esta forma es que Ester podía notar que todo estaba a su favor pero, lo que menos esperaba era tener que participar obligatoriamente en las clases básicas. Ella, que al igual que su hermano se mantenía de una clase a otra durante las especializadas, sólo contaba con una nota regular de tal manera que no se podía decir mucho de ella. Por tal razón, la primera orden que les dieron a ella y a su hermano fue que debían de lograr demostrar grandes resultados en las demostraciones desde el área básica.

Ester, con un gran suspiro, se recostó en su habitación mientras pensaba en una forma de poder cumplir todo lo dicho sin tener que exponerse demasiado. Comenzó a darse vueltas mientras abrazaba con fuerza su peluche favorito, el cual se trataba de un caballo negro con una franja blanca en su cabeza. Ella decía, al ver a sus peluche – hey, dime que podría hacer. No quiero tener que preocuparme por cosas como estas muy rápidamente. Pero, tampoco deseo dejar todo lo que tengo ahora. Si tan sólo pudiera rechazarlo lo haría –.

Todo era demasiado difícil de comprender pero lo único que no soportaba era demostrar ser débil y, volviendo en sí, se propuso hacer todo lo que estuviera a su alcance. Por tal razón, al ser que sólo debía de destacar un poco en los cursos básicos, dijo para sí misma – Todos siempre se han de enfocar por las especialidades y no en lo básico, por lo que no tendría problemas en destacar un poco en estas materias. 
Además, nadie se preocupa por estos y tampoco me hará destacar en la escuela – abrazo con fuerza y con mucha alegría su peluche – eso es, lo he resuelto –.

Al día siguiente, con mucho entusiasmo, comenzó a ver todos sus apuntes que tenía de los cursos básicos para poder entender un poco más de que se trataban en sí y de esta manera de poder cumplir lo que ella deseaba.

Al recordar cada una de estas que son: matemáticas, ciencia, idioma español, educación física y compatibilidad, sólo le quedaba ver una manera de conseguir la armonía entre todas y así salir de este aprieto. La cuestión era que no consistía de una tarea sencilla. Por lo que, viéndose obligada a ir en la búsqueda de nueva información, se dirigió a la biblioteca. Para Ester, el estar en una biblioteca era como un sueño hecho realidad, al ser uno de sus lugares favoritos. Mientras buscaba y leía varios libros de cada una de estos cinco cursos, logró ver que podía haber la gran posibilidad de juntarlas. Ahora, lo único que le quedaba era conseguir la forma de hacerlo realidad.

Tomando su mochila, lo cual era peculiar de estos dos hermanos nunca dejarla y cargarla consigo a donde fuese que fueran, y se apresuró en ir por su hermano. Al llegar a su habitación, tocando la puerta, dijo – Uwer, estas dentro – pero no escucho ni una respuesta. Ella, abriendo un poco la puerta para asomarse y ver que de verdad no estuviese dentro, escucho una voz de repente que le decía - ¡No entres! – y le cerro de golpe la puerta. Ella, sintiendo el portazo que recibió, comenzó a forcejear la puerta mientras decía - ¡abre de una vez! ¡No puedes ocultarte ni ocultarme nada! – Uwer – ¡Espera! ¡Espera por lo menos un momento! – Ester – ya verás... – frunció la frente - ¡¡YAA~ VERAAAaasss EN CUANTO CONSIGA ENTRAR!! – la voz amenazadora de Ester hizo que Uwer dejara de obstruir la puerta y se hiciera a un lado, lo cual provoco que ella entrara de golpe y terminara cayendo al suelo.



#11702 en Fantasía

En el texto hay: fantasia

Editado: 31.01.2021

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