Ellos están ahí, no hay forma de negarlo. No importa si crees o no, los demonios están a tu lado. No viven bajo la cama, ni mucho menos en el closet. Viven en tu mente, en la habitación de los temores. Arranca tus oídos, aún así los oirás chillar. Arranca tu ojos, no los dejarás de mirar. Esto va con todos aquellos que leen éste escrito. ¿Qué? ¿Por qué de ríes? ¿Crees que no es contigo? Eso ya no importa, cumplí con advertirte, cuando sientas el terror invadir tus sentidos, dejarás de reirte. Pero te voy a preguntar ¿Lo que te rodea es real? piénsalo bien ¿Qué tan seguro puedes estar? Créeme, ni aún de día puedes huir. Ya es tarde, la esquizofrenia está en ti.