Sinceramente

Capítulo 3

Mateo me había dejado la comida vegana y un sobre de cartón, adentro tenía el contrato y un documento con toda la información de mi futuro puesto. Esto era realmente serio. Realmente me estaban proponiendo un ascenso.  

Terminé de bañarme, me cambie, me abrigue, agarre mi cartera y me fui a trabajar. Cuando llegué a la oficina, la puerta de nuestra oficina ya estaba abierta, entré y me encontré con Theo en su escritorio muy concentrado en su pantalla.  

- Buen día ¿Te caíste de la cama? -pregunté bromeando.  

Theo levantó la mirada y me sonrió al verme.

- Un poco sí ¿Cómo te fue anoche? -me preguntó.  

- Bien, cocino muy rico.  

- ¿Pasó algo más? -preguntó.  

- Theo no pasó nada, siempre fuimos amigos, está en tu cabeza eso que hay algo más. -le dije, aunque realmente no sabía quién estaba más confundido, si Theo o yo.  

- ¿Qué comieron? -preguntó acercándose a mi escritorio con una carpeta en la mano.  

- Cocino comida vegana -le respondí sentándome en mi escritorio.  

- No sigue siendo el mismo -comentó Theo entregándome la carpeta-. Me adelanté e imprimí lo que terminamos anoche, todo perfecto como siempre.  

Asentí y prendí la computadora. Theo volvió a su puesto de trabajo y yo leí la carpeta mientras la computadora terminaba de prender. No sé cuánto tiempo pasamos en silencio, pero el celular de Theo sonó.  

- Amigo ¿Qué pasó? -preguntó atendiendo-. ¿No vas a venir? Si, no hay problema te cubro. ¿Turno tarde? Bueno dale, aviso...  

- ¿Era Noah? -le pregunté cuando corto.  

- Si, dice que viene al turno de la tarde -me respondió levantándose y acercándose a mi escritorio-. ¿Está todo bien? Así se lo entregó al jefe y le aviso lo de Santiago.  

Asentí y le di la carpeta. Él se fue sin decir nada más. Cuando volvió nuestra única conversación fue sobre trabajo, lo cual me pareció raro en Theo que siempre estaba haciendo bromas y riendo.  

- ¿Te pasa algo Theo? -le pregunté.  

- Un poco distraído, nada más.  

- Hoy voy almorzar a casa ¿Queres venir? -lo invite.  

- ¿Y comer las sobras que dejó Mateo? no paso  

- Theo no. No seas así, podemos cocinar algo rápido. -le propuse.  

- Deja, voy al lugar de siempre. No te preocupes.  

Cuando se hizo la hora del descanso, me fui a mi departamento a almorzar algo. Noah todavía no había llegado y me moría de curiosidad que le había pasado. La carpeta que me había dado Mateo seguía guardada en mi cartera y no sabía qué decisión tomar, ni siquiera si estaba lista para el puesto que me ofrecía Mateo.  

Salí del departamento antes de que mi cabeza se siga haciendo preguntas. En el ascensor mi celular sonó, mire la pantalla, era Mateo.  

- Hola -lo saludé.  

- Hola Clara, luego de almorzar necesito que vengas a mi oficina, surgió algo que capaz te interese.  

- Justo estaba yendo para el edificio, en menos de diez minutos estoy allá.  

- Te espero.  

Corté la llamada y las puertas del ascensor se abrieron, salí y procuré pasar por el restaurante donde estaba Theo almorzando. ¿Como le iba a contar que me iban a ascender?

Lo vi sentado en nuestro lugar habitual devorando su almuerzo. Sonreí y seguí mi camino, entraría para hablarle y pasar el rato que quedaba, pero ya le había dicho a Mateo que estaba yendo. Una vez en el edificio, subí el ascensor y baje en el piso 2, donde estaba la oficina de Mateo, toque la puerta y su voz de adentro me dijo que entrara, cuando lo hice me sorprendió ver al gran jefe sentado con él en un sillón de tres cuerpos, ambos hombres se levantaron cuando entre.  

- Hola, señor Rodríguez, no sabía que iba a estar acá -le comenté estrechándole la mano.  

- Tenemos una reunión un poco discreta, y nada de formalidades Clara, dime Manuel.  

- Un gusto Manuel.  

Él asintió y con una seña nos hizo sentarnos de nuevo, él se sentó en el sillón individual haciendo que compartiera que termine al lado de Mateo.  

- ¿Qué sucedió para organizar esta reunión? -pregunté mirando a mi jefe Manuel.  

- Tenemos que una propuesta mucho mejor que la que te propusimos hace unos días -empezó hablar Manuel-. No sé si sabes, pero yo aparte de ser jefe soy economista, cuando se trata de números no tengo duda alguna.  

Asentí. Sabía que era un gran economista recibido en la Universidad de Buenos Aires.

- Pero ya estoy viejo para estas cosas, me retiraré de mi puerta y necesito a alguien parecido a mí que ocupe el puesto. Sin embargo, antes de jubilarme necesito encontrar a esa persona, Clara tenes potencial, pero me falta ver algo en vos para afirmar mis dudas. Mateo habló muy bien de todo tu trabajo. Tengo otro candidato en mente también, si en este tiempo te esfuerzas, no voy a tener dudas a la hora de elegirte.  



#38945 en Novela romántica
#10356 en Joven Adulto

En el texto hay: desamor, trabajo, amistad

Editado: 19.06.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.