¿sinónimos o antónimos?

10| De a poquito

Capitulo 10:

Mike.

Durante la tarde antes de la fiesta, alguien le notificó al señor Sullivan que me encontraba en la cocina y él fue hasta allá para pedirme si podía ir durante unos minutos hacia su despacho porque quería hablar de un tema conmigo.

Ese tema resulto ser una propuesta de trabajo con contrato inmediato, la cual consistía en ser el chofer de la señorita Kylie, durante unas horas razonables de trabajo con algunas horas extras  de vez en cuando.

Diariamente sería llevar a Kylie a la universidad y traerla de vuelta a su casa. Claramente, acepte sin dudarlo, hay muchas razones que implicaron en mi rápida decisión.

La primera es que durante estas semanas he buscado en infinidades de lugares trabajo y en ninguno ha resultado. La segunda, es que me siento cómodo trabajando para el señor Sullivan, tengo horas libres que me dan la oportunidad para ir a recoger a mis hermanos pequeños a la escuela y también estoy cerca de mis padres.

Aunque esta última le hace más feliz a mamá que a mí, sé que cuando le cuente estará muy contenta.

Ahora me encuentro en una de las tantas bancas que tienen los Sullivan en su jardín, junto a Kylie, luego de darle la primicia de que seré su chofer por un tiempo. También cabe recalcar que le acabo de decir que quiero conocerla como persona, si bien quiero hacerlo por algo netamente profesional y que la atmosfera en el coche, cada vez que tenga que ir a dejarla a algún lado, no sea tan pesada.

Por otro lado también lo hice porque hay algo en ella que me llama la atención, su extraña personalidad despierta mi curiosidad al igual que otros aspectos de ella.

—Okay, eso no me lo esperaba—se sincera—, hace mucho tiempo deje de tener un chofer que me llevara a todos lados.

—Bueno, a decir verdad, su padre no se veía muy convencido por la decisión de su abuela—le digo, recordando mi conversación con el señor Sullivan.

—Me lo imaginaba—musita en un susurro casi inaudible.

Alzo una ceja por la curiosidad que me dan sus palabras, pero ella no parece darse cuenta que acabo de escuchar lo que ha dicho.

El silencio toma lugar en el ambiente, pero por suerte, se esfuma rápido. Kylie mira hacia un lugar donde hay unas pequeñas luces encendidas o al menos eso alcanzo a ver desde aquí.

La muchacha junto a mi voltea de una manera muy rápida su cabeza, la observo preocupado pero ella me mira esbozando una pequeña sonrisa alejando mi preocupación.

— ¿Es verdad lo de conocernos? ¿O solo lo hacía por compromiso? —pregunta con un atisbo de timidez en su voz.

Niego con la cabeza.

—Lo decía en serio —le digo mirándola con curiosidad.

Se levanta de la banca en la que estamos sentados, me tiende una mano la cual recibo y me guía hacia el lugar donde miró hace unos segundos atrás.

 Yo he venido años atrás a la mansión de los Sullivan y he recorrido varias veces los jardines con mi papá, la mayoría de estas veces eran cuando los Sullivan no se encontraban en casa. Trato de hacer memoria sobre a qué lugar me está conduciendo Kylie.

No es hasta cuando nos acercamos bastante, que me doy cuenta que estamos caminando hacia los establos. A lo lejos puedo ver a papá junto a otros trabajadores,  pero al parecer uno de ellos le estaba avisando que mamá lo necesitaba para algo.

Se va de los establos, prácticamente corriendo, Kylie saluda cordialmente a los trabajadores quienes la saludan devuelta y yo hago lo mismo.  Ella me guía hacia una de las caballerizas donde supongo que se encuentra su caballo.

Tal como le dijo papá cuando nos encontrábamos los tres en la cocina, su caballo se encuentra listo para montar. Kylie hace algunas cosas que no entiendo  y luego voltea a verme.

Noto que quiere decirme algo pero aparentemente le avergüenza soltarlo. La miro expectante esperando a que me diga lo que quiere decirme.

—Podrías… voltearte —pregunta.

Desde el lugar en donde me encuentro parado, puedo ver un leve sonrojo creciendo en las mejillas de ella.

Me volteo haciéndole caso, pese a no entender muy bien la situación ni que se supone que estamos haciendo en los establos, obedezco. Siento movimientos y algún sonido metálico de vez en cuando.

—Ya puede voltearse— dice luego de un par de minutos.

Volteo y lo primero que veo es un gran miriñaque metálico muy grande en la esquina de la caballeriza. Luego noto que el vestido de Kylie ha bajado un poco el volumen y ya no se ve tan redondeado.

— ¿Has montado caballo alguna vez? —pregunta acercándose a la yegua.

—No…—digo omitiendo el hecho de que hasta le tengo un poco de pánico.

—Bueno, pues hoy será tu primera vez—dice, para luego tomar impulso y subirse al caballo.

Una vez está arriba  del caballo, me tiende una mano para ayudarme a subir. Dudo durante unos mínimos segundos si subir o no.

Automáticamente mi mano se dirige hacia la de ella y tomo impulso para subirme al animal. Me tambaleo un poco al pasar la pierna hacia el otro lado pero me afirmo del pequeño cuerpo de Kylie.




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