Sintiendo mariposas

Prólogo.

—Mamá. —La llame suavemente mientras apoyaba mi cabeza en sus piernas.

—¿Qué sucede cariño?. —Pregunto mamá acariciando mechones de mi cabello dorado.

Me acomodo mejor en la cama, abrazo mi cuerpo y miro a mamá quien espera mi respuesta.

—¿Cómo sabías que estabas enamorada de papá?. —Pregunté y luevo oculte rápido mi rostro entre mis manos con un leve sonrojo.

Mamá fuera de enojarse ríe. Alejo mis manos de mi rostro y frunzo el ceño, ella solo reía.

—¿No estás enfadada?. —Digo temerosa de alguna reprimenda.

—¡Por supuesto que no! Lileth tienes doce años, me sorprende esa pregunta para alguien de tu edad ¿Te avergüenza preguntarme eso?. —La verdad sí, me daba mucha vergüenza.

Estoy segura que en este momento estoy roja como un tomate, que incómodo.

—Bueno... —Continúa ella ante mi repentino silencio. — Cuando conocí a tu padre la sensación fue casi inmediata, sentí mariposas en el estómago apenas hable con el. —Dijo y vi como soltaba un suspiro enamorada. Sonreí, ese era el tipo de amor que yo quería sentir, el amor que sintieron mis padres y el que quiero sentir yo.

—¿Mariposas en el estómago?. —Pregunto confundida ante sus palabras. — ¿Debo sentirlas?.

Mamá ladea la cabeza y pasa sus dedos de manera circular por mi mejilla varias veces.

—Mhn, supongo, casi siempre es así. —Dice mamá sonriente y yo me quedo en silencio. — Tranquila ya verás, apenas lo veas, verás como miles de mariposas empezarán a revolotear en tu estómago.

Mamá deja un beso en mi frente y sale de la habitación, tanteo mis dedos y abrazo mi cuerpo. Miro por la ventana y sonrío al ver una mariposa de tonos naranjas sobre una flor.

Desde ese día quiero sentir ese amor, el que te hace sentir mariposas en el estómago.

 




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