Sintiendo mariposas

08|Agrios recuerdos

Le lanzo miles de navajas imaginarias a Harry mientras lo empujo en dirección a la sala.

—Será mejor volver. —Shawn frunce el ceño pero me sigue sin rechistar. — Estoy segura de que todos se preguntan porque tardamos.

Cuando llegamos a la sala al parecer ni recordaban que estábamos ahí, mamá y Liseth reían mientras el señor Donnovan y Harriet chocaban los cincos.

—Hey... —Digo llamando su atención. — ¿Están teniendo diversión familiar sin mi?.

Liseth ríe mientras tira de mi mano y caigo junto a ella al sofá, la familia Donnovan ríe y Shawn se carcajea al escuchar las ocurrencias de ambas familias.

No sé en que momento el cumpleaños de mama se transforma en un día de risas, hasta llegamos a jugar juegos en pareja.

—¿Estás remando?. —Digo observando como Liseth mueve sus manos a su lado como si estuviera remando.

Liseth niega y repite el movimiento solo que esta vez añade nuevos, menea sus caderas y mueve sus manos y sus pies. Que confuso.

—Se esta acabando el tiempo Li... —Me desespera Harriet.

—¡Lo siento! ¡Soy mala en las charadas!. —Lo ataco y miro de nuevo a Liseth tratando de hacer que mis neuronas choquen para descifrar que esta haciendo, Harriet inicia la cuenta regresiva y yo solo empiezo a dar saltitos desesperada. — ¿Estas bailando?. —Digo antes de que Harriet termine de contar.

Liseth salta y asiente con la cabeza repetidas veces.

—¡No valió! ¡No valió!. —Replica Harriet. 

—¡Es verdad!. —Reclama también Harry.

Y así entramos una pelea los hermanos Donnovan con las hermanas Rupert. Shawn ríe ante nuestra pelea y el señor Donnovan y mamá observan la escena un tanto fascinados y divertidos.

●●●

—Muy bien. —Me siento sobre el césped, la celebración por el cumpleaños de mamá termino hace unos minutos. — ¿Que vamos a hacer?.

Miro a Harry quien también está sentado sobre el césped y me mira.

—Conocernos. —Frunzo el ceño. — Debo saber quien eres Lileth y tu debes conocerme.

Tomo una bocanada de aire y enredo un mechón rubio en mi dedo, el césped empieza a picarme en los pantalones.

—Bueno... Amo las mariposas. —Harry sonríe ante este predecible hecho. — Odio las mentiras, me gusta el helado de vainilla, no soy una persona tan sociable. —Harry ensancha su sonrisa. — No tengo amigos pero tampoco me importa tenerlos, no me gustan las fiestas y odio el alcohol, tengo miedo a las alturas y a salir en grupo y perderme. —Confieso.

Harry ladea la cabeza y mueve las cejas.

—Estuvo muy bien para ser tu primer intento. —Abro la boca en forma de O y le doy un golpe que me duele más a mi que a él, me quejo. — Amo la naturaleza, me encanta todo lo que venga de ella, las plantas, los animales, me resultan increíbles. Creo que el hecho de ver como una planta empieza como una simple semilla y va creciendo y creciendo como un ser vivo hasta ser una hermosa planta es de por si, magnífico. —Lo miro embobada y opino igual. — Amo los tacos. —Frunzo el ceño con una sonrisa y el sigue. — También me gusta el helado de vainilla, soy sociable y me gusta tener amigos para no sentirme solo. —Termina.

—Bueno... Ya nos conocimos y eso... ¿Ahora?. —Digo.

—No comas ansias. —El sol empieza a ocultarse y me mira. — ¿Te gustan las estrellas?.

—¿Que?.

Harry tira de mi mano y me levanta del césped y cuando menos lo espero me carga como si fuese un saco de patatas. 

—¡Harry! ¡¿Qué haces idiota?!. —Grito y pataleo mientras escucho como abre la puerta de la camioneta y me deja en ella para luego rápidamente entrar el.

Saca las llaves y enciende la camioneta rápido. Lo miro enojada y empiezo a quejarme.

—¿¡Por que hiciste eso idiota?!. —Le grito y el me ignora. — ¡No pudiste decirme que íbamos a salir de una manera más civilizada!.

—Porque si te decía a donde vamos de seguro te negarías. —Dice con la vista fija en el camino.

Me cruzo de brazos y encarno una ceja.

—¿Ah si? ¿Y a donde vamos?. —Pregunto.

El me mira y sonríe.

—Al bosque de Heastville.

●●●

Odio los bosques, es el lugar más grande donde podrías perderte siempre ocurre lo mismo, te separas de tu grupo y encuentras una cabaña donde empiezan a pasar cosas extrañas y oír ruidos tenebrosos hasta que te das cuentas de que hay un monstruo en el bosque y es muy tarde cuando te mata y devora tu cuerpo.

Muchas películas de terror, lo sé.

Por eso estoy apretando a Harry contra su voluntad sólo para no soltarlo. Su espalda esta contra mi pecho y sus pasos son lentos y para nada rápidos, ya es de noche, ¿Mencione que con lo único que ilumina el camino del bosque es con su teléfono?.

—Tranquila Li, cuando lleguemos podrás abrazarme todo lo que quieras. —Dice mientras camina y yo solo lo sigo mientras apretujo su cuerpo. 

—No seas un idiota ahora por favor. —Reclamo. Un ruido fuerte se escucha y grito mientras salto de golpe a la espalda de Harry haciendo que se tambalee y caiga al suelo conmigo sobre el.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.