Siren

Misión

Hacía años que habían sido designados como intermediarios con las sirenas; ampliándose las funciones después de que tras la última guerra,los acuerdos se extendieron aceptando al submundo en el Consejo. Pero;con los hijos del mar, siempre había sido más complicado, les molestaba tener que adoptar la forma humana, renunciando a su cola mientras estaban fuera del agua. Por lo tanto eran pocas las veces que iban. 

-Vuestras guerras y conflictos no nos atañen, ya lo dejamos claro la última vez- bufó Aedus. 

- ¿Qué clase de ayuda requerís nefilim? –interfiere Aine, más sensata,hablando con el joven Blackthorn. 

-Necesitamos que nos ayudéis a recuperar un importante objeto del lago Lynn 

-No seremos vuestros criados, ¿para eso habéis hecho los acuerdos? ¿Para que el submundo os hagamos los recados que no os apetezcan? –Aedus repuso ofendido. 

-Y te dije que se negarían –bufó Percival. 

-Aedus, ya basta –le reprendió Aine, tomándole del brazo cariñosamente para tranquilizarlo- Explicaros nefilim, ¿por qué requerís de nuestros servicios? 

-Las aguas del lago son mortales para nosotros, majestad –repuso Ben,ignorando a los hombres y hablando cortésmente con la princesa- Necesitamos recuperar un objeto de valor para nosotros. Un objeto que se perdió en la Guerra Oscura contra Sebastian, la copa mortal. La original se rompió, pero sabemos que ha sido creada otra y permanece en el fondo del lago.

 -Sigo sin entender porqué nos pedís ayuda, ¿qué obtenemos nosotros a cambio? 

-La gratitud de la Clave, altezas, y el eterno favor de los nefilim...Quedaríamos en deuda con vuestro pueblo. 

-Palabras con gran poder, nefilim. ¿Cómo podemos saber si dices la verdad?- Aine, aunque benévola, no era ingenua y debía velar por su pueblo. 

-Lo juro por el Ángel, mi señora. –pronunció Ben, lo que generó un improperio por parte de Percival, que seguía compitiendo en miradas con Aedus.- Ya sabes lo importante y sagrado que es ese juramento para nosotros, no se nos permite romperlo. 

-De acuerdo. Lo consultaremos con la reina, mañana obtendréis la respuesta- aceptó Aine- Una última pregunta. 

-Las que deseéis, majestad. 

-¿Qué nefilim realizará tal hazaña? 

Ben se quedó mudo ante la extraña pregunta, dudando en la respuesta.-No lo sé mi majestad, la Clave decidirá...

 -Procurar ser vosotros, si es que no podéis asegurar que vengan el chico Herondale y la chica Morgenstern. 

-Clary y Jace no podrán acudir, han de acabar su formación en el Instituto de Nueva York.

 -¿Y alguno de los chicos Lightwood? –intervino Aedus. 

-Todos ellos se hallan en Nueva York me temo, mis altezas. –se excusó Ben, poniéndose cada vez más nervioso. 

-Está bien, pues seréis vosotros, no nos fiamos de ningún otro nefilim, o no habrá trato.

 -Se lo expondremos así a la Clave, mis indulgentes majestades, muchísimas gracias por vuestra disposición. 

-Nos veremos mañana con la respuesta. Buen día Blackthorn, Graves- ambos gemelos se despidieron antes de sumergirse en las aguas, de vuelta al castillo. 

-Casi lo echas todo a perder, ¿quieres dejar de ser tan sumamente borde con el príncipe?- Ben reprendió a su parabatai, en cuanto se quedaron solos en la cueva. 

-¿Borde? ¿Yo? ¿Y él qué? ¿No cuenta? 

-Se preocupa por su pueblo, normal que no se deje almidonar; Sebastian causó muchas bajas y no sólo sobre los Shadowhunter, muchos del submundo sufrieron las consecuencias –Ben tomó un par de prendas secas,asegurándose de impermeabilizarlas con una runa, antes de dirigirse a la salida- Vamos, debemos volver e informar. Puedes seguir protestando de tu amor por el camino. 

-¿Mi qué? Si no fueras mi parabatai, te mataría yo mismo –gruñó Percival,antes de meterse en el agua tras Benedict, para salir de esa cueva- ¿Qué te hace pensar que siento algo por ese arrogante, petulante y mimado príncipe? 

-¿Que soy tu parabatai y siento lo que tú, a través de la conexión? 

-Eso es imposible. 

-Bueno si, pero te conozco, compartimos un vínculo mayor que la sangre- le tendió la ropa seca para que se cambiara- Además, ¿por qué insistes en negarlo?, gracias a Alexander y Bane, ya no debes ocultarte tras las mujeres. –una vez cambiados, se pusieron en marcha

-Eres un insufrible listillo. Que te confesara mi condición no te da derecho a regir mi vida, "parabatai"- protestó Percival- Además ¿no le ves siempre rodeado de todas las damas cuando acude a las reuniones del Consejo?. 

-Son sus acompañantes, escoltas, Percival; son los futuros gobernantes,tanto él como su gemela acuden escoltados y no todas son mujeres,también acuden tritones. Tú igual estás rodeado todo el día de mujeres,Percival, casi acaparas tantas como Jace.- apuntó Benedict.- Deja ya de excusarte y sobre todo deja de poner en riesgo las alianzas. 

Tras regañarlo, los Shadowhunter hicieron su camino de regreso a Idris,entre bromas y conversaciones más amenas y normales entre ellos. Por otra parte el regreso al castillo de los gemelos, llevaban a cabo la misma conversación. Siendo Aine quien reprendía a su hermano. 

-Eres tan cerrado. No lograrás mantener las alianzas si siempre te enfrentas a ellos. 

-No necesitamos nada de ellos, Aine. Nos valemos por nosotros mismos,siempre ha sido así. Que ahora tengan en cuenta el submundo en el Consejo, no nos incumbe. 

-La abuela opina que sí, y nos toca cumplir, Aedus. Ya lo sabes. –argumentó decidida- Y por supuesto lo que sientes por él no tiene nada que ver ¿no? 



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En el texto hay: shadowhunters, amor lgbt

Editado: 24.03.2021

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