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Harlem

Harlem es una zona muy peculiar,extrabagante y sobre todo,enorme. Hay demasiadas cosas por ver y visitar pero a causa de las horas que se nos echan encima y una cena cuyo estomago mia va a rebentar en cualquer momento, mejor dejamos ese paseo para otro dia,prefiero acostarme las pocas horas que me quedan para ir mañana a Parson. Como no, doce y media de la noche y aun estamos en la maldita limusina de camino a ¿Casa?, no se si pueda llamarla a si por el momento,lo dejare como residencia familiar, suena más apropiado.

¿Y Donde viviré durante mis estudios? Esa pregunta ya la tenia mas que respondida no mas pise este pais, en la empresa de mi tia pero arriba,en la ultima planta de su edificio,el edificio Roses. ¿Loco,verdad?. Bajo mis pies la sede de mi tia donde confecciona sus diseños y crean los mas extrabagantes y raros trajes que lleva sus modelos en pasarela. Justo ahora mismo estoy en el ascensor junto a mi tia, Alex,William y Max, para la cantidad que somos, el ascensor nos viene enorme.

─Espero que su planta sea de tu agrado querida.

─¿Mi planta?.─le observo algo confusa.─¿A que te refieres?.

 

Alex espeta una pequeña risa para despues apretarme la mejilla suavemente y revolotear mi cabello mas de lo que ya estaba.

 

─Pensabas que tu tía no te prepararía tu paraíso para estudiar estos años.─menciona Alex sonriendo. Se abre el ascensor.─Ya lo veras.

 

Solamente fue dos segundos, lo que me costo en girar mi cara, mi boca no podia abrirse mas de lo que esta y los ojos estan por salirse de mi redonda cara.Una sala enorme, pero enorme,gigantesca,inmensa....no tengo palabras para describirlo, de mármol blanco y cristales dobles hasta el techo,fundiendose con la pared con extensas cortinas,llena toda la planta y la cocina Américana con una barra llena de complementos de cocina,sillones de terciopelo negro, una televisión enorme, unas puertas justo en la pared abajo de un pequeño palco de la segunda planta y como no, las escaleras que llevan a la segunda planta. Increíble.

Alex se deja caer en el sofá y con una almohada roja se tapa la cabeza, aunque mi tía se la quita y la levanta con fuerza. Las veia riendose,Alex metiendo sus manos bajo la ropa de mi tia y sonriendo infantilmente como una niña, ambas han bebido hoy pero la cantidad de alcohol en el cuerpo que lleva Alex en su cuerpo, es para apretarla y que lo soltara como si fuera una esponja humedecida.

─Mi habitación y baño común, estudio están en esta planta.─mi tía señala arriba.─Esa planta, es tu planta. La primera puerta es tu habitación, espero que te guste. Buenas noches querida.

Genial, mi tia se va con la novia y ni me explica que coño hacer.¿Subo sin mas?. Espera,William podria ayudarme, asi que me gire para preguntarle pero el no estaba en la sala, solo ese chico,Max,creo haber escuchado a mi tia llamarlo antes, estatico en la pared cerca de la puerta.

─Esto…..¿Podrías explicarme algunas cosas?.─pregunto algo nerviosa.─Si no te es mucha molestia claro.

─Prepararé unos café.─sonríe.

Esto sera algo largo. Dejo mi maleta a un lado y solo voy a sentarme en uno de los taburetes que hay en la isla de la cocina, perdida en mis pensamientos,preocupaciones,dos tazas enormes de un olor intenso hacen que levante la mirada y verlo de pie a mi lado.

 

─Soy Maximilian Yarder pero llamame Max.

─Un gusto Max.─lo veo sentarse en una silla y le lanzo mi mano.─Amina Bellrose.

Me la estrecha con una sonrisa para despues reir y agarrar su cafe de la encimera, de un cajón veo que saca unas galletas y las pone delante de ambos, para cojer una al instante.

─Debes de sentirte algo extraña con todo esto.

─Mucho.─rio.─Esto es nuevo para mi.

─Te comprendo,la primera vez que llegue aqui pense en irme a los dos dias.─rie.─solo hace falta verlas y ves el rollo que tienen. Es demasiado.

─¿Y por que estas aqui?─arqueo las cejas con curiosidad.─¿Eso no sono contradictorio?.

─Paga bien.─agarra su taza fuertemente.─Es un trabajo algo cutre, pero paga bien. William y yo somos los taxistas de esas dos.

─Pero si sigues aqui es por que en algo te diviertes.─sonrio.─Uno no se queda si no le gusta.

─Posiblemente tengas razon.

Agarro mi taza con fuerza y detecto un aroma dulce a chocolate de mi cafe,es un moca,ni siquiera lo vi sacar el chocolate.¿Como....Cuando lo ha echo? Mi olfato nunca se pierde un Moca en preparación,maldita sea. Huele de maravilla y hacia tanto que no tomaba uno de estos. Doy un pequeño sorbo, disfrutandolo como niña pequeña para despues soltar mi jadeo de placer por el dulce,una droga que para mi es una perdición gloriosa y deliciosa.

─Hace tanto que no tomaba uno de estos.

─A tu tía le gustan.─menciona sentándose a mi lado.─pensé que a ti también.

¿Coincidencias? Bueno, mi tia vivio en francia antes de hacerse diseñadora, seguro fue la abuela, ella preparaba y prepara todavia un Moca todas las mañanas, ese era mi desayuno todos los dias,que yo recuerde en mi preadolescencia.

 

─Gracias por el detalle.

─No es detalle.─ríe.─Es una costumbre ya en esta casa.

Mientras me deleiteo bebiendo mi taza, observo como Max agarra de una pila de revistas y rebuscando entre ellas,saca unas cartas,escirtas por mi tia. Sabia que ella era algo descuidada  y dejada, que no me iria a explicar nada.




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