Sky

CAPÍTULO 5: LAS ALAS ROJAS

La niña que estaba en los arbustos se sentía congelada por el miedo, estaba preocupada por Sky, ella aun recordaba los gritos de dolor de él, aquellos gritos que sacudieron las hojas de los árboles. El bosque era enorme, los árboles eran muy altos, las hojas tenían gotas de lluvia, los cuervos se ubicaban en las ramas de los árboles. El suelo del bosque era verde y hermoso, las rocas que se ubicaban en distintos lugares del bosque eran grandes y medianas. De pronto, el sonido del crujido de las ramas se escuchó detrás de la niña.

Vaya vaya vaya, todo hubiera sido más fácil si te hubieras entregado. Aquella persona que está muerta junto a ese árbol podría haber disfrutado un poco más de su vida. —dijo el demonio señalando el cadáver de Sky.

Es cierto, todo esto es mi culpa. —dijo la niña mirando hacia el suelo

Parece que te sorprendiste cuando viste mi verdadera forma, ahora sabes de mi secreto y creo que te matare de la misma forma que tu padre. —

Mi padre, espera, pero él se suicidó. —

Parece que mi cuento funcionó, por donde debo empezar. Recuerdo que un dia tu padre decidió reclamarme por maltratar a sus hijos, uno de tus hermanos le contó sobre los golpes y amenazas. En fin, ese dia me hizo enojar pero pude calmarme. Pasaron algunas semanas, un jefe decidió llamarme para un trabajo, decidí irme volando, pero el idiota de tu padre me vio, él inmediatamente se asustó y comenzó a hablarle a la policía. Decidi asesinarlo, solo me case con él para cubrir mi identidad demoníaca entre las personas, después de asesinarlo decidí llevarlo a casa para preparar una escena de suicidio. Ahora me doy cuenta que funcionó. —

La niña comenzó a llorar, los recuerdos de su padre sangrando venían a su mente. El demonio comenzó a golpear a la niña, el sufrimiento de la niña caía en forma de lágrimas, la sangre comenzó a salir de su boca.

¡¡DETENTE!! —gritó Sky mientras se levantaba del suelo

Pero...pero...tu estabas muerto. —dijo el demonio asustado, —No importa, solo te mataré de nuevo. —

El demonio se acercó rápidamente hacia él, lanzó una patada hacia la cara de Sky, pero él la detuvo con su mano. El demonio comenzó a dudar su victoria, aquel demonio no paraba de lanzar golpes. Sky estaba cansado de los gritos de dolor de la niña, ella estaba tirada en el suelo tratando de levantarse, pero los golpes del demonio le impedían moverse. Nuevamente el demonio lanzó un golpe, pero Sky lo detuvo con la mano izquierda, de la mano derecha creó una llama negra y se la clavó al demonio. El estómago del demonio ahora tenía un gran agujero, los órganos del demonio se había quemado por causa de la llama negra, la niña que estaba en el suelo se sorprendió al ver el poder de Sky. El demonio ahora estaba siendo devorado por el miedo a morir, la sangre se derramaba muy rápido hasta que cayó al suelo de rodillas.

Ahora dime...¿Quién te salvará? —dijo Sky seriamente

Eres...un...—respondió el demonio

El cuerpo del demonio comenzó a desaparecer, cuando alguna de la parte del cuerpo del demonio desaparecía se convertía en ceniza. Después de algunos segundos el cuerpo del demonio desapareció por completo. Sky se acercó rápidamente hacia la niña, ella estaba muy agotada y adolorida por los golpes que recibió. Sky comenzó a mirar a su alrededor para buscar ayuda, pero solo veía un bosque enorme.

Vaya, que pelea, pensé que iba a durar más. —dijo un hombre que estaba sentado en la rama de un árbol, —en fin, dame a la niña, yo le sanaré. —

Espera un momento, tu voz es la misma que escuche en mi mente. — respondió Sky

Veo que memorizas bastante bien. —

El hombre desapareció del árbol, Sky comenzó a buscarlo con la mirada, pero de pronto, la niña desapareció del suelo. Él miró hacia atrás y vio al hombre con la niña en sus brazos, rápidamente corrió tras el hombre, pero una extraña luz comenzó a brillar en la mano del hombre. Aquel hombre colocó su mano en la cabeza de la niña, las heridas comenzaron a desvanecerse en segundos.

Tu amiga estará bien, pero por ahora esta durmiendo. Déjame presentarme antes de que intentes atacarme de nuevo, yo soy Shadow. — dijo el hombre

Shadow, eres el dios de la oscuridad. ¿Y qué hace un dios aquí? — respondió Sky

Pues estoy aquí para entrenar a mi descendiente, vi la paliza que te dio ese demonio y creo que será necesario tener un duro entrenamiento. —

Pero ahora no puedo entrenar, tengo que rescatar a mi amiga. —

Si, lo sé. No creo que puedas salir vivo. Acércate hacia mi. —

Sky se acercó hacia él, Shadow colocó su mano en la frente de Sky, lo que shadow estaba haciendo era una transferencia de aura. El aura es energía que está dentro de todo ser vivo, aunque existen pocas personas que pueden usarla para la defensa y ataque. La mayoría de la población tiene un 3% de aura en su cuerpo, mientras que los dioses tienen un valor de aura que supera el 100%.

Listo, ahora ya puedes partir hacia tu destino, tu aura inicial era del 15%, pero ahora es del 57%. El aura que te compartí solo durará dos días, trata de acabar rápido, también te he transferido algunos ataques para tu pelea. — dijo Shadow

Gracias, te prometo que volveré. — dijo Sky

El chico partió hacia su destino. Conforme avanzaba, la hierba que estaba en el suelo comenzaba a tornarse seca, un olor desagradable aparecía y los cuervos que volaban en el cielo bajaban a un barranco. Sky decidió ir hacia el barranco, pero un olor insoportable a podrido evitaba que se acercara. Decidió cubrirse la nariz con algo de tela que arrancó de la parte inferior de su camisa y corrió hacia el barranco, el hedor era tan desagradable que los ojos de Sky se cerraban, de pronto, resbaló y cayó rodando al barranco. Por fortuna no le paso nada, se levantó y cuando abrió los ojos vio un brazo cortado frente a él. El miedo comenzó a invadirlo, conforme alzaba la mirada tenía más miedo, a lo lejos podía verse una montaña de cuerpos masacrados. Él se armó de valor y dejó atrás su miedo, se acercó hacia la montaña de cadáveres, pero parecía que no eran simples cuerpos humanos, eran cuerpos de ángeles. Las alas de los ángeles eran rojas por la sangre que salía de sus cuerpos, él comenzaba a enfurecerse al pensar en las lágrimas y gritos de sufrimiento que había pasado cada ángel.




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