1 de Febrero 2016
Mi día había terminado, por fin, siempre decía que el peor día era el Lunes, y no era porque es el primer día de la semana, el motivo de mi desagrado hacía este día era educación física.
Estaba distraída en mi colegio, no podía dejar de pensar en ti Abril. La duda de mantener una amistad a distancia rondaba mi cabeza en todo momento.
¿De verdad se puede hacer amistades a la distancia?
¿Si existen los amores a distancia porque las amistades a distancia no?
¿También te harás la pregunta?
Ya era de noche mi madre aún no había llegado de su trabajo solo necesitaba que ella cruzara la puerta principal para poder comprobar si Abril me habría escrito.
Sentí que los minutos y las horas pasaban tan lentas como un reloj de arena, hasta que escuche la vos de mi madre, no dude ni un segundo más en pedirle su celular y revisar el whatsaApp. Y sí, allí estaba, cómo lo dijiste, mensaje tuyo. Pero dejado en... ¿visto?
Ah claro de seguro mi madre lo había leído.
Un “Hola Mya tu profesor te sacó la jodida chica?” Y varios emoticones de risas lo acompañaban.
Una carcajada salio de mí boca, acompañada con una sonrisa tan boba, qué se colocó en mi rostro, cualquiera diría que estaba enamorada. Pero no, no era así, solo era una amiga.
De inmediato me dirigí a mi cuarto y me desplome en mi hermosa cama, te conté todo lo que había sucedido en mi día y tu disfrutabas de eso.
De un momento a otro me dijiste que yo tenia un cuerpo perfecto, ¿era en serio? pensé yo.
Ella estaba equivocada mi cuerpo no era para nada bonito pero no lo odio. Me veías como una modelo, hasta que pensabas que yo mentía con mi edad y que la verdadera era 21 o 22.
Yo no podía dejar de reír Abril estabas un poco loca de verdad, ella tenia que verme en persona y su opinión seria distinta.
Mientras que ella despreciaba su cuerpo, decía que no era nada bonita. Pero para mi ella era hermosa su piel blanca, sus ojos negros como la noche, su pelo largo liso e igual negro. Pero ¿por qué tú dudarías de tú belleza?
Te dije que para mi eras PERFECTA en toda la palabra, no tenías porque dudar de tú belleza.
Aceptaste un poco dudosa pero luego te haría cambiar de opinión, de eso tenia que asegurarme.
Me despedí de ti como a la 1:00 am yo tenia mucho sueño, estaba cansada tú igual te despediste de mí con un "Buenas noches My, descansa."
¿My? te pregunté.
"Si, ese sera tu nombre, con el cual yo te llamare My..." contestaste.