Confianza, ese era el aspecto más importante para mi como persona, para otros podría ser la sinceridad, el respeto o incluso el amor. Pero para mi era simplemente esa palabra, la confianza no es algo que nace de la noche a la mañana, se forja con tiempo, esfuerzo y dedicación, pero es realmente sorprendente como es que no se requiere de todo eso para destruirla, es como un efecto domino, solo basta un pequeño empujón para que todo se reduzca a nada.
Mientras caminábamos de regreso a casa pensaba en eso. Mi relación con Tae era lo único estable en mi vida, no solía ser alguien que creaba grandes lazos con los demás, siempre me daba miedo, confiar en alguien. metafóricamente es como si le dieras el cuchillo a la otra persona con la esperanza de que jamás te apuñale por la espalda, era tan difícil para mi generar ese gran lazo, y tanta es mi duda sobre los demás que solo tengo a 3 personas que se han ganado el privilegio de tenerlo, (bueno ahora son solo dos)
Yangmi: mi mejor amiga desde la secundaria y la que sabe casi todo de mí, siempre me ha apoyado en todas mis decisiones y aun que a veces sea algo cruel también sabe cómo decirme mis verdades con el propósito de ayudarme a crecer
Hoseok: aunque este caso me parece algo curioso, se había ganado mi confianza aun con tan poco tiempo de hablar, era muy fácil sentirme cómoda cuando le contaba cosas a tal grado que a veces tenia que frenarme a mi misma, de lo contrario podría terminar por contarle todos mis secretos.
Ahora que Taehyung había roto nuestro lazo tan despiadadamente sentía como la vida se me iba haciendo pedazos, yo me había encargado de hacerlo mi mundo, quería tan desesperadamente que lo nuestro fuera real y autentico que jamás pensé que podría terminar así. Bueno igual puede que no, una parte muy en el fondo siempre dudaba de las intenciones de los demás hacia conmigo, pero con él baje la guardia como estúpida.
Y se, se bien que muchos dirán que jamás se debe hacer eso aun cuando uno considera a la persona especial, pero para alguien como yo que siempre se había sentido tan pequeña… bueno simplemente no lo pensé mucho.
De hecho, si lo pienso detenidamente no me parece tan sorprendente que todo esto pasara, siempre había sido consciente de que él era mucho para una chica como yo. Y de alguna forma estaba acostumbrada a que todos se deshicieran de mí de alguna manera.
Las opiniones de los demás hacia mí siempre habían sido muy duras, desde muy pequeña tenía en claro que no era precisamente el modelo ideal de belleza, los demás siempre me lo decían con frecuencia, incluso mí misma familia, para ellos era como un patito feo y estaba bien o eso creía, creo que de alguna manera trate de compensar ese aspecto destacando en el ámbito académico, solo cuando sobresalía en esa cuestión mi madre volteaba a verme y me ponía de ejemplo. En relación con mis amigas siempre creía que nos llevábamos bien, pero después nunca faltaba llegar a escuchar comentarios de ellas diciendo que era desagradable y que solo se juntaban conmigo por lastima y así como estas acciones hubo miles más, mi suerte con los chicos tampoco fue muy buena, la mayoría solo se acercaban a mi para utilizarme.
Es por eso que cuando Tae me empezó a hablar y a mostrar interés en mi yo caí redondita y sin siquiera pensarlo, era sospechoso sí, pero ante alguien como él no podía simplemente hacerme la difícil o algo así, de cualquier forma, por fin había logrado que alguien me viera.
Fue particularmente especial como congeniamos y como al menos yo sentía que nos ayudábamos a crecer, el me ayudo en muchas cuestiones y yo estaba más que agradecida, conforme pasaba el tiempo fuimos un lazo especial.
Pero ahora ya no quedaba nada de eso, se sentía como despertar de un sueño y estamparse con la realidad, mi vida organizada, mis planes y metas que lo incluían ya no estaban, me encontraba de nuevo en el punto de partida y no sabia muy bien que hacer.
Cuando llegamos a casa me senté en el sillón y abracé mis piernas.
-Sabes, cuando te quedas con esa mirada realmente no se que pasa por tu mente
- ¿Eh? Lo siento es solo que mi mundo acaba de colapsar
- Seria una mentira si te dijera que entiendo como te sientes, pero sabes que aquí estaré. Sabes, los dos somos un desastre, deberíamos empezar a recoger los escombros y empezar a construir algo nuevo. Si lo piensas nuestro mayor error fue poner de pilar a terceros, cuando el único pilar que debe sostener nuestra vida somos nosotros mismos, así aun que otros se vayan no nos quedaremos en cero.
Mientras me decía eso me abrazó como un intento de consolarme, se sentía bien tener a alguien que no me dejara atravesar por todo esto sola.
-Entiendo Hobi, pero la cuestión es que no sé por dónde debería comenzar
-¿Por qué no haces una lista de todas las cosas que siempre quisiste hacer y que de alguna manera Tae no te dejo? Tal vez así puedas empezar a liberarte a ti misma, por mi parte creo que empezare a ir al psicólogo, no estaría mal que tu también lo hicieras, sobre todo por esos episodios que te suelen pasar
- La verdad no me gustan los psicólogos, me da cierta cosa pensar que alguien va a saber todo de mí, intentare pararme yo sola y si en verdad no puedo entonces iré, ya me voy a acostar estoy cansada.
-T/N pase lo que pase recuerda que yo siempre estaré aquí ¿Esta bien? – Asentí y me fui a la cama.