Estrella Nova 23

El celular empezó a vibrar en el escritorio a la par que liberaba el sonido de unas trompetas, eran muy molestas y justo por ese motivo el Iluminado las había elegido. Mientras peor fuera el ruido más fácil le seria levantarse y apagarlo, y una vez hecho eso ya podía quedarse despierto. Cuando abandonó el Reino de los Sueños entre las estrellas y sus ojos se abrieron los puntos de luz en su cabello brillaron con mayor intensidad.

Lo primero que hizo Bulent fue sacar un brazo de debajo de sus mantas para apagar la alarma del celular, la diferencia de temperatura entre el interior y exterior de la cama era notable aunque no tan drástico como para que le resultara un impedimento.

Hace ya unas rotaciones que el Sonbaharan dio inicio, en lo alto del lienzo negro, luego de que la brillante y poderosa estrella Saglamak se ocultara, se revelaban las nuevas estrellas que formaban la constelación de un árbol cuyas hojas caen. Algo que traía consigo vientos más fríos y un clima bipolar entre caliente y helado. Se trataba del paso intermedio antes de llegar al Kiskar, la época más fría de toda la traslación.

Con su brazo ya afuera Bulent corrió por completo las sábanas, no es algo que suela hacer pero desde hace pocas semanas empezó a dormir con pijama. Él prefería mucho más dormir en ropa interior para que su piel respirara, solo que ahora veía necesario esto.

Se levantó y fue directo a la ventana para abrir la cortina, lo que se encontraba del otro lado del cristal fue un manto blanco, iba a juego con la enorme estrella blanca amarilla que de a poco se asomaba cada vez más en el horizonte. Haciendo gala desbordante de tal poder que ahuyentaba a todas las constelaciones y teñía el cielo de celeste.

El manto de nubes era atravesado por decenas de otros edificios y departamentos del distrito residencial en el que vivía. Lo bueno es que a pesar de las alturas de los edificios su arquitectura apenas impedía el paso de la luz, la cual llegó a cada rincón del cuarto de Bulent. Aunque está todavía era débil aun le servía para poder ver con mayor claridad.

Después de que tendiera su cama fue que escuchó un golpe en la puerta, observó la hora en su celular <Tan puntual como siempre> pensó feliz. –Ahora voy –dijo alzando la voz para que le llegara a la persona fuera del cuarto.

Una vez se puso unas sandalias salió de su habitación al living del departamento. El lugar no era muy grande, sino más bien mediado y cómodo para que solo dos personas vivan allí. Aunque eso sí, tenía varios muebles de más y ciertos electrodomésticos caros que serían raros de imaginar en una casa mantenida con sueldo de periodista, eso era debido a que Bulent colaboraba mucho con los gastos también.

Al lado de la puerta de madera negra de Bulent había otras dos, la siguiente era el cuarto de su madre y la última del baño. Las tres daban justo al living que estaba separado de la cocina por una barra, al salir vio que todas las persianas estaban abiertas llenando el lugar de luz, y a su vez ayudando a cargar las baterías gema de los electrodomésticos.

–Brillosa rotación, hijo ¿Qué tal dormiste? –preguntó su madre con una agradable sonrisa. Al Iluminado siempre le sorprendía como su corte bob estaba perfecto, se despertaban a la misma hora pero él sentía que su peinado estaba tan bien como si se hubiera despertado mucho antes para arreglarlo.

–Bien, aunque el frio cada vez se nota más.

La sonrisa de su madre menguó un poco. –Oh, pensé que estos pijamas ayudarían contra eso. Igual fue muy buena idea comprarlos. –Ella estaba muy feliz con esa iniciativa de su hijo. El pijama de él era negro con puntos blancos y el de ella blanco con puntos negros, lo cual en opinión de Bulent resaltaba bien con la piel morena que ella tenía.

–Se hace notar, pero no es un problema.

–Ah está bien, igual si te hace frio decime y sacamos las otras colchas guardadas en el placar –dijo su madre. A la par ella se alejó de la puerta del cuarto de su hijo y fue al centro del living, delante de la pared había un sofá para cinco personas, la mesita que se supone que va delante fue corrida por su madre para un costado y en su lugar había una manta en el suelo. Además de eso ella ya había acercado algunas pesas y mancuernas.

Bulent siguió por detrás a su madre y se detuvo a un lado, ambos mirando al gran televisor de pantalla plana en frente. Su madre tomó el control del sofá y presionó un botón antes de volver a tirarlo allí, en el televisor un video empezó a reproducirse. Era la rutina de ejercicios que los dos hacen cada rotación de por medio para mantenerse en forma y saludables.

Quienes daban la rutina eran dos humanos, uno varón y otra mujer, ambos con cuerpos muy bien marcados y tonificados, aunque eso no era debido a los ejercicios que enseñaban sino a sus cualidades como Súper Estrellas. De todas formas, los dos eran conocidos por centrarse en los deportes.

Spor empezó a explicar el ejercicio de abdominales a la par que su compañera Dallari los realizaba como ejemplos. Una vez pasada esa parte empezaron la rutina como par, las aureolas brillantes sobre las cabezas de las Súper Estrellas se movían a la par que ellos cuando sacudían sus torsos de izquierda a derecha, en el departamento Bulent y su madre los imitaban.

Hicieron la rutina de abdominales, de pectorales, de brazos y piernas. El viento frio seguía presente pero los cuerpos de ambos estaban muy agitados y acelerados por tanto trabajo físico, las respiraciones de los dos estaban más aceleradas e incluso sudaban un poco. Una vez acabada la rutina matutina su madre fue la primera en entrar a bañarse y el Iluminado sacó la sabana del suelo, guardó las mancuernas y regresó la mesa a su lugar.

Después de eso sacó su celular para revisar algunas publicaciones en Estrellanet. Lo primero que le salieron fueron las Fugaces de las cuentas a las que seguía, se trataban de publicaciones, videos, imágenes o similares subidos y que solo duraban como mucho una rotación y media. Entró a ver la Fugaz de su mejor amiga y se enteró que fue a la fiesta por la madrugada después de salir del trabajo.