El interior del departamento se encontraba a oscuras, eso podría parecer extraño tomando en cuenta que a la enorme y poderosa Saglamak todavía le quedaba un largo recorrido por todo el cielo antes de desvanecerse y permitir que las constelaciones salieran. Lo que estaba ocurriendo es que el hucamin bajó las persianas de las ventanas para impedir el ingreso de la luz, claro que antes fijándose que los dispositivos electrónicos ya estuvieran cargados.
Como resultado las esferas de luz brillante se vieron con mayor claridad, casi como si fueran luciérnagas apareciendo a su alrededor, no se trataba que su luz aumentara, sino que como la del resto del ambiente bajó ahora esa se veía con más intensidad. Algo que provocó que Varnis quedara casi hipnotizado, con su mirada pegada Bulent tuvo que advertirle para que no se tropezara y se cayera tirando todo.
Similar a un auto doblando en una curva a máxima velocidad el joven peculiar se tambaleó y logró evitar el desastre por poco, se apresuró en ir hasta la pequeña mesa en medio del sillón y el televisor para dejar todos los bocadillos encima.
El Iluminado contuvo su risa. –Por las Doncellas, que cosa eh. No es tan complicado llevar comida de un lado a otro, literal lo hago siempre.
En la otra esquina de la sala de estar el invitado se aseguraba que todo dentro de la bandeja estuviera en orden. –En efecto, si es tu trabajo. Mínimo que lo hagas bien ¿o no? –Varnis soltó una carcajada al darle una buena vuelta a su argumento.
En cambio Bulent sentía una mezcla rara entre risa, vergüenza y excitación. Pero se olvidó de todo eso cuando una brisa muy fría le acarició la piel, provocando que temblara un poco y le castañearan los dientes <¿Por cuál desorden entró esa brisa?> se preguntó viendo a todos lados pero sin encontrar nada.
De lo que si estaba seguro es que si no hacía algo eso seguiría molestando, por suerte tenía una idea. –Me hizo frio, así que voy a traer una manta para abrigarme. Es ancha, por si quieres compartir. –Antes de entrar a su cuarto el Iluminado pudo notar como la sonrisa de su invitado pasaba de burlona a una más picara.
Fue algo rápido, no perdió tiempo. Entró a su habitación también a oscuras, que se aseguró de haber limpiado muy bien antes de que llegara su invitado, y se quedó perplejo mirándola <Que bueno que al final prefirió no hacer algo afuera, creo que este frio no hubiera sido muy bueno>. De todas formas había un particular patrón que notó cada vez que organizaba reunirse con Varnis <Él es muy hogareño, es muy reacio a querer hacer cosas en la ciudad. Siempre prefiere que sea en un interior y tranquilo>.
Notó la frondosa frazada sobre su cama, que es la que usa en las noches últimamente, y se acercó para sacarla <Mi plan original era llevarlo al cine, ay tenía tanto dinero para gastar en comida allí>. Pero en su lugar Varnis prefirió que sea en su casa, un lugar más íntimo, y además fue él quien trajo la comida.
De regresó en la sala de estar no dudó en ir directo al sillón y sentarse encima, se envolvió con la frazada como si fuera el caparazón de una oruga acaparándola en su totalidad. Rompería su caparazón si su invitado sentía frio y le pedía compartir, pero como ese no parecía ser el caso de momento quería doblarla entera sobre su cuerpo para que no entrara viento por ningún lugar.
En comparación Varnis estaba al lado del gran televisor, vistiendo su ropa casual la cual Bulent no entendía como no le provocaba frio. Su cabello verde y corto ya no brillaba tanto por la falta de luz; aunque en comparación sus ojos parecieron hacerse más profundos, cosa que Bulent no sabía cómo podía ser posible. Mientras que el dueño de casa terminaba de acomodarse su lindo invitado terminó de enchufar un pequeño cubo metálico con algunas luces.
Un gran cartel blanco apareció en la pantalla. –Dale a aceptar –indicó.
El Iluminado se acercó a la mesita en frente y tomó el control que estaba al lado de los bocadillos, presionó en aceptar y se inició la aplicación para ver películas. Como si fuera un maratón su invitado fue corriendo hasta el sillón, parecía no querer perderse ni el momento de carga.
A Bulent le gustó que ahora se sentara un poco más cerca suyo, antes solía ir a la punta opuesta del mueble para mantener distancia. Solo que mientras más tiempo pasaban juntos esa distancia iba acortándose, Bulent se preguntó… al final no llegó a preguntarse nada porque lo frenaron las palabras de su invitado. –¿Tienes alguna película especifica en mente que te gustaría ver?
–No estoy seguro ¿veamos que nos recomienda la plataforma?
Varnis, que demostraba una gran agilidad para moverse por la plataforma, fue directo a la parte de Tops en el país. Tardó un momento en cargar y luego apareció una larga lista, el hucamin se concentró solo en los dos primeros lugares de más vistos. –La primera es una película de la franquicia Estrella de Medianoche. La segunda parece ser de terror, inspirada en una leyenda. –Tuvo que entrecerrar un poco los ojos para poder leer mejor las pequeñas letras de la sinopsis. Las palabras le parecieron demasiado pequeñas, con suerte un Visionario de vista telescópica podría leerlas.
–Ah sí, eso parece. Inspirada en la leyenda de la Muerte Roja, creo que es una reinterpretación de esa historia.
El dueño de la casa quedó asombrado, su invitado no parecía tener problemas para leer bien a esta distancia y por un momento le brilló la duda de si él estaría teniendo problemas de vista, tal vez algo genético de lo que desconocía. –¿Ah sí? ¿Y que más dice?
Varnis se puso a leer y el hucamin se quedó casi embobado al verlo tan concentrado y hablando con tanta claridad. –La leyenda de la Muerte Roja, cuenta que cada cien años aparece una estrella roja en el cielo oscuro para elegir a su siguiente víctima. El Iluminado Sangriento no podrá estar bajo ninguna otra luz que no sea la de la noche, y usará su control sobre el humo negro para saciar su infinita sed de sangre y carne. Cuando una joven aldeana sea elegida ¿su pueblo podrá sobrevivir?
#682 en Fantasía
#129 en Magia
#50 en Ciencia ficción
heroes y accion, estrellasyconstelaciones, poliamor y romance
Editado: 17.12.2025