Capítulo V El tiempo y la esperanza:

El tiempo lo cura todo, aunque quedan cicatrices, el tiempo suele cambiar un poco el dolor, tal vez la forma de resistirlo y de enfocarlo, es importante estar en paz consigo mismo antes de enfrentar otro reto, en cuanto a conseguir pareja o al menos compañía agradable, porque así como a veces todo va bien, hay momentos en que todo no va como lo esperábamos, es en esos momentos en los que se ponen a prueba muchas cosas, donde no se debe perder las esperanzas, porque si se pierden de un lado, se acaba la relación, una pareja debe ser de dos no de uno solo. El amor debe ser reciproco, no de un solo lado, debe ser tolerante, de ambos lados, debe ser complaciente y respetuoso, de ambos lados. Si las partes buscan horizontes diferentes y se les hace imposible lograr sus metas individuales en pareja, seguramente cada quien escogerá su camino en busca de lo que prefieran.

Por eso debe haber un desapego desde el principio, un desapego que te dice que tal vez pueden permanecer para siempre, pero tal vez no y ese es el momento en que decides si quieres jugar a ver cómo se desarrolla el juego, tal vez ganes, tal vez pierdas, pero si no juegas ¿cómo lo sabrás? Aunque también hay un dicho que dice que nadie pierde en el amor, pues al menos queda la experiencia o el aprendizaje.

Hay un momento en el que el tiempo es tu buen amigo, que es cuando te permite hacer las cosas poco a poco hasta lograr lo que te propusiste, pero debe ir acompañado de acciones con buen propósito y perseverancia, que es la manifestación de la fe en tu proyecto.

No pierdan la esperanza, que cuando Dios cierra una puerta, abre millones más y mejores.